23/05/2025 – ¿Qué podemos hacer realmente por nuestra patria? ¿Cómo podemos, desde nuestra fe y nuestro día a día, «ponernos la patria al hombro»? En un mundo donde a veces el individualismo nos aísla, el Papa León XIV nos invita a la unidad y al diálogo, principios que, en el ciclo «Reflexiones para el finde», el padre Humberto González nos ayuda a desentrañar. «Dios no sabe de matemática, no hace cálculos», nos recuerda el padre Humbi, invitándonos a valorar cada pequeña acción por sobre las estadísticas que a veces nos desaniman. ¡Una vida que se salva, vale todo el esfuerzo del mundo!
En este encuentro, el querido padre Humbi nos guía en una reflexión profunda sobre las actitudes espirituales y cristianas que podemos adoptar para sumar a nuestra nación, especialmente en vísperas del 25 de mayo, una fecha tan significativa para Argentina. El padre Humberto, con su calidez habitual, nos presenta ideas concretas para vivir nuestra fe en el ámbito cívico, comenzando por una actitud fundamental: rezar . Nos invita a encomendar a Dios a nuestros gobernantes, a nuestro pueblo, y a los que más sufren, siguiendo el ejemplo de aquellos primeros patriotas que, al conformar la junta de gobierno, fueron a la catedral a rezar el Tedeum. No se trata solo de una tradición, sino de una profunda convicción de que la fe es el mejor regalo que podemos ofrecer a nuestra nación.
Otro pilar fundamental es el diálogo con los diferentes . El padre Humbi nos anima a no asustarnos de quienes piensan distinto, sino a ver la diversidad como una riqueza. No es necesario la confrontación, sino encontrar puntos en común que nos enriquezcan como personas y como sociedad. Este espíritu de encuentro, que el Papa León XIV también promueve como un llamado a la unidad, se opone al balcón que, como decía el Papa Francisco, nos impide metros de lleno en la realidad. Se trata de «bajar al llano», hacernos carga de las historias de los demás, escuchar y ayudar a llevar la mochila del otro, descubriendo que, al hacerlo, nuestra propia carga se aligera.
La solidaridad es otra clave que el padre Umbi nos invita a cultivar, no solo dando lo que nos sobra, sino aquello que nos cuesta, «dar hasta que duela», como la Madre Teresa. Nos comparte el conmovedor ejemplo de los «juguetes misioneros», una hermosa manera de enseñar a los niños a desprenderse ya compartir con otros, involucrándose en la historia del prójimo. Esta misma lógica puede aplicarse a los adultos: ¿por qué no pensar en «remeras misioneras» o «zapatos misioneros»? Se trata de dejar que lo nuestro forme parte de lo del otro, generando una alegría que «planifica» y da sentido.
Finalmente, el padre Humberto aborda la tentación de pensar que lo que hacemos es insignificante ante la magnitud de los problemas. Nos recuerda que «lo poco es mucho» y que, aunque las estadísticas nos digan lo contrario, una vida que se salva vale todo el esfuerzo del mundo . La esperanza es un don que nos sostiene, especialmente en momentos de adversidad. Nos invita a discernir con conciencia nuestro voto, a poner la mirada en los más necesitados ya celebrar a una patria que fue soñada para nosotros y para las generaciones venideras. Te invitamos a sumergirte en nota completa y seguir reflexionando sobre cómo podemos construir una Argentina más fraterna y unida.