01/06/2025 – En un avance tecnológico que celebra una década de trayectoria, los tambos robotizados, están transformando la industria láctea argentina. Conversamos con el ingeniero agrónomo Miguel Taverna, referente del proyecto de ordeño robotizado del INTA y presidente de FUNPEL (Fundación para la Promoción y el Desarrollo de la Cadena Láctea Argentina), quien nos brindó una perspectiva profunda sobre esta innovación.
«El INTA tiene la obligación y la capacidad de trabajar en innovaciones», explicó Miguel Taverna, destacando que la robótica en la lechería es una tendencia global. Esta tecnología, que adapta desarrollos de otras actividades productivas, busca «sustituir el trabajo duro» en el tambo. La idea surgió hace diez años, anticipándose a la creciente dificultad de encontrar mano de obra dispuesta a vivir y trabajar en el ámbito rural, una problemática especialmente acuciante en países lecheros europeos.
El corazón de esta innovación es el robot de ordeño, que reemplaza la rutina manual de colocación de pezoneras. Desarrollar una máquina capaz de adaptarse a la ubre de una vaca, que no es estática y cambia de tamaño y forma, fue un desafío significativo. Sin embargo, el esfuerzo de ajuste y validación ha dado frutos: «Hoy hay más de 400 o 500 tambos que ya tienen robot en sus instalaciones, lo que representa más del 5 o 6% de la leche que se produce en estos sistemas», afirmó Taberna. La proyección de crecimiento para esta tecnología es «muy, muy importante».
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