Reflexión para la semana: un viaje hacia nuestro corazón

lunes, 2 de junio de 2025

02/06/2025 – A partir de este lunes, en el inicio de la semana, queremos hacer un camino juntos. A veces, en el andar de la vida, necesitamos el aliento de una mano amiga que nos impulse a seguir. Por eso, este mes de junio, nos acompañará la Hermana Silvia Somaré, de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, quien reside actualmente en Tucumán.

Este mes de junio, dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, cobra un significado especial con la reciente encíclica papal Dilexit Nos. Esta publicación, que profundiza en el amor humano y divino de Jesús, se convierte en una guía providencial para los creyentes, especialmente en esta época invernal en Argentina. Como símbolo de este mes, se incorpora a la vestimenta algo rojo, representando el amor ardiente del corazón de Jesús. La encíclica, con sus cinco capítulos, ofrece una oportunidad única para la reflexión semanal sobre la esencia del amor divino y humano de Jesús.

La encíclica Dilexit Nos invita a «volver al corazón», una premisa que resuena profundamente en la identidad espiritual. Este concepto, que abarca desde la biología hasta la psicología, busca la integración total del ser a través de la conexión con lo divino. Se subraya la importancia de no ser excesivamente severos con nosotros mismos, reconociendo que, a pesar de nuestras imperfecciones, llevamos a Jesús en nuestro corazón. La invitación es a asemejarnos cada día más a Él, siendo esta semejanza nuestra verdadera identidad como cristianos.

El corazón, según la encíclica, es el «custodio del ánimo» y el espacio donde se unifican los fragmentos de nuestra existencia. Es el lugar del perdón, la conciencia y el deseo más profundo de estar con Dios. Nos interpela a discernir si nuestras acciones buscan la gloria divina o la autoafirmación, y nos invita a reflexionar sobre si realmente tenemos un «corazón» que integra nuestra vida y le da sentido. La pregunta clave es: ¿Para qué y para quién vivimos? Esto nos lleva a meditar sobre la integración de las experiencias, incluso aquellas que no comprendemos, tal como lo hizo María al guardar y meditar en su corazón los misterios de su vida.

El corazón, ese lugar sagrado en nuestro interior, se convierte en el epicentro de nuestra reflexión. Es el espacio donde anidan nuestras emociones más profundas, nuestros anhelos y nuestra conexión con lo trascendente. Que esta propuesta nos invite a mirarnos hacia adentro y a reconocer la riqueza de nuestro propio corazón, buscando en él la guía y la fortaleza para cada día.

Para escuchar el desarrollo completo de la noticia accede al video del inicio