Las 3 «E»: Espíritu, Esperanza y Espiritualidad

lunes, 9 de junio de 2025

09/06/2025 – ¿De qué se tratan estas 3 «E» a las que hacemos referencia? En este último programa del ciclo «Peregrinos de Esperanza», el Padre Pablo Savoia , licenciado y profesor en teología dogmática, técnico en comunicación y evangelizador digital, nos propone una clave para entender y vivir la fe plenamente: las «tres E»: Espíritu, Esperanza y Espiritualidad . Prepárate para descubrir cómo el Espíritu Santo nos impulsa a una esperanza encarnada, lejos de la individualidad y el miedo.

El Padre Pablo, con su estilo de «maestrito ciruela» como él se denomina, nos regala una regla mnemotécnica para este cierre de ciclo. Partiendo de la reciente fiesta de Pentecostés, nos desafía a derribar la idea de que Pentecostés es el «cumpleaños de la Iglesia». ¡Para nada! La Iglesia nace en un proceso largo que involucra a Jesús y al Espíritu desde el Antiguo Testamento. Además, el Nuevo Testamento nos presenta ¡tres Pentecostés! El primero, para el Evangelio de Juan, sucede el mismo día de la Pascua, cuando Jesús sopla el Espíritu sobre los discípulos. El segundo, el más conocido, ocurre cincuenta días después de Pascua, en la fiesta judía de las cosechas, con la efusión del Espíritu sobre judíos de todas partes. Y el tercero, la «data» que nos trae el Padre Pablo, es cuando el Espíritu desciende sobre paganos en la casa de Cornelio. ¿Qué nos dicen estos tres Pentecostés? Dos verdades fundamentales: que el Espíritu viene siempre y viene sobre todos . No tiene límites ni fronteras, y si hoy tenemos fe, es porque el Espíritu sigue actuando.

Por eso, el Espíritu está íntimamente ligado a la Esperanza y la Espiritualidad . El Espíritu nos empuja hacia adelante, nos mueve a creer en Jesús. Sin Él, nuestra esperanza sería un mero voluntarismo, un esfuerzo humano sin la gracia de Dios. Y es aquí donde la Espiritualidad juega un papel crucial. Con el don del Espíritu en nuestro corazón, nuestra esperanza y vida cristiana se juegan en la vida cotidiana, en el «tiempo durante el año». El Padre Pablo nos advierte sobre la búsqueda cultural de espiritualidad en lugares extraños, sin darnos cuenta de que la fe cristiana posee una espiritualidad hermosa y profunda.

La espiritualidad cristiana es siempre encarnada , porque creemos en un Dios que se hizo hombre. Ser espiritual no es evadirse del mundo o pensar en cosas fuera de él. Al contrario, es vivir las cosas de este mundo con profundidad, con los pies en la tierra. Implica comprometerse con la familia, el trabajo, el estudio, la sociedad. Si nuestra espiritualidad no está en relación con los demás y fuera de este mundo, no es cristiana.

Finalmente, el Padre Pablo nos invita a pedir los dones del Espíritu Santo, y él particularmente pide el don de la paciencia , para esperar los procesos de Dios sin acelerarnos. También aclara el don del Temor de Dios : no es miedo a Dios (porque en el amor no hay temor), sino reconocer nuestro lugar como criaturas, no querer ocupar el lugar que le corresponde a Dios (juzgar, decidir los tiempos, etc.). Es humildad y conciencia de la distancia ya la vez cercanía con nuestro Creador.

El Padre Pablo nos recuerda que después de Pentecostés vienen tres fiestas centrales: la Santísima Trinidad, que nos revela a un Dios que es comunidad y nos enseña que el otro es constitutivo para nuestra propia identidad; el Sagrado Corazón, que nos muestra un Dios que ama con corazón humano y nos invita a amar como Él; y Corpus Christi, donde la Eucaristía es el encuentro semanal con el Señor, el alimento vital sin el cual la Iglesia no puede vivir.

Esta charla es una invitación a vivir la fe con valentía, conscientes de la presencia del Espíritu Santo en cada instante y en cada relación. ¡No te pierdas la nota para profundizar en estas tres «E» que te van a ayudar a ser un verdadero «peregrino de esperanza»!