Dilexit Nos: el Corazón de Jesús, ¿un símbolo o una realidad que te invita a vivir la fe encarnada?

miércoles, 6 de agosto de 2025

06/08/2025 – «La espiritualidad no es angelical; no existe esa espiritualidad.» ¿Alguna vez pensaste en tu fe como algo que va más allá de lo puramente espiritual? En el ciclo «Enseñanzas desde el Magisterio de la Iglesia», el Padre Javier Soteras, director de Radio María Argentina, nos guía con sus reflexiones sobre la encíclica del Papa Francisco, Dilexit Nos. Esta emotiva entrega, que el Padre Soteras considera el broche de oro del pontificado de Francisco, nos invita a redescubrir el misterio del Sagrado Corazón de Jesús y a comprender cómo el amor divino se manifiesta plenamente en nuestra humanidad, lejos de cualquier dualismo.

El Padre Javier comienza abordando la relación entre el amor y el corazón, recordándonos que, si bien en un corazón humano pueden habitar el odio o el egoísmo, su verdadera vocación es el amor. El texto de Francisco se presenta como una «contracorriente» a la sociedad individualista, reafirmando que solo somos verdaderamente nosotros mismos cuando nos abrimos y vivimos para los demás. Esta idea, central en la fe cristiana, se encarna de forma sublime en Jesús. Nos invita a reflexionar sobre cómo el Hijo de Dios, que nos trasciende, eligió amarnos con un corazón humano, haciendo de sus sentimientos un «sacramento de un amor infinito». Esto nos aleja de la idea de que su corazón es solo un símbolo; es una realidad física, una carne humana que sintió y amó, y que nos permite contemplar lo infinito de Dios en lo concreto de su humanidad.

A lo largo de la conversación, el Padre Soteras profundiza en las enseñanzas de los Padres de la Iglesia, quienes defendieron con firmeza la humanidad tangible de Cristo frente a quienes la negaban. Figuras como San Basilio, San Juan Crisóstomo y San Agustín nos recuerdan que Jesús no fue un fantasma, sino que experimentó la tristeza, la debilidad y la tentación para poder redimir y santificar nuestra naturaleza por completo. El mensaje es claro: nuestra espiritualidad debe ser encarnada, abrazando nuestra fragilidad y nuestros límites, sin caer en la tentación de una fe «angelical» que ignora nuestro cuerpo. El Padre Soteras, con gran énfasis, nos recuerda que creemos en la resurrección de la carne, por lo que no podemos separar el alma del cuerpo.

Finalmente, el programa nos lleva a reflexionar sobre la religiosidad popular como un camino de fe. Citando a Francisco, el Padre Javier destaca que el pueblo de Dios, a través de prácticas como los viacrucis, las devociones a las llagas de Jesús o el contacto con sacramentales como el rosario o las imágenes, ha mantenido viva la fe de una manera sensible y afectiva, supliendo los vacíos de una teología que a veces se queda en la teoría. La visita de un grupo de niños a la radio se convierte en una metáfora perfecta, un «hecho revelador» que nos recuerda que para entrar en el misterio de Dios, debemos ser como ellos: sencillos, espontáneos y llenos de frescura. Una invitación a no olvidar que la fe es, ante todo, un encuentro humano y sensible con el amor de un Dios que se hizo carne por nosotros.