14/08/2025 – Acompañados de una especialista en nutrición, revisamos cómo son las distintas comidas de nuestro día y conocemos opciones para alimentarnos mejor: en el desayuno, en el almuerzo, las meriendas y cenas. En un nuevo encuentro junto a la licenciada en Nutrición María Laura Rossetti (@launutricocina) dialogamos sobre la cena: ¿qué tener en cuenta para que sea saludable?
Como en otras ocasiones, explicó que no solo se trata de qué comer, sino también de cuándo y cómo hacerlo. Así, uno de los puntos centrales es el horario. “Lo ideal sería cenar unas dos o tres horas antes de acostarnos”, indicó Laura, destacando que así el cuerpo tiene tiempo de iniciar su proceso de descanso sin la carga de una digestión pesada. Además, sugirió evitar el uso de pantallas al menos una hora antes de dormir, ya que este hábito, sumado a una comida ligera, favorece un sueño más reparador.
En cuanto a la composición del plato, recomendó opciones fáciles de digerir, como sopas de verduras —que pueden incluir condimentos antiinflamatorios como jengibre o cúrcuma— o carnes magras acompañadas de ensaladas frescas. En cambio, aconseja moderar alimentos ricos en grasas poco saludables y frituras, que si bien pueden disfrutarse de forma ocasional, no deberían formar parte de la rutina diaria.
La cantidad también importa. En ese sentido, recordó un antiguo refrán: “Desayunar como un rey, almorzar como un príncipe, merendar como un plebeyo y cenar como un mendigo”. Esta pauta, explicó, ayuda a distribuir mejor la energía a lo largo del día y evita la sensación de pesadez nocturna.
Por último, sugirió que, si no es posible cenar temprano, se opte por una merienda más completa que cumpla el rol de última comida, reduciendo así el riesgo de reflujo o malestar gástrico.
Con estas recomendaciones, Laura nos invita a repensar la cena no como un cierre apurado del día, sino como un momento de cuidado para el cuerpo y la salud, garantizando descanso y bienestar.
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