“De nada me servirá predicar bien, si no soy santo”, padre Julio César Ortellado

jueves, 16 de octubre de 2025

15/10/2025 – En “Nuestros santos, hoy” conocimos la vida, obra y legado del Siervo de Dios padre Julio César Duarte Ortellado (1906 – 1943), sacerdote paraguayo de un gran espíritu, entregado a su vocación, íntegro, humilde y santo para todo el pueblo paraguayo.

“De nada me servirá ser sabio y predicar bien si no soy santo”, fueron sus palabras, que reflejan una fe viva, no solo proclamada con palabras, sino vivida con obras.

Para conocer más acerca de su vida e interiorizarnos en el avance de su causa de Beatificación, nos acompañaron, desde Paraguay, Nidia Larrea, miembro de la Comisión histórica de la causa del del padre Julio César y el Lic. Santiago Caballero, docente, responsable de Comunicación y Difusión de la causa del Siervo de Dios.

El Padre Julio César Duarte Ortellado nació el 12 de abril de 1906 en Caazapá, Paraguay. Su padre, Simón Duarte Jiménez, era ganadero y comerciante; su madre, Juana Ortellado Espínola, se caracterizaba por una gran caridad.

A los 14 años ingresó al Seminario Conciliar de Asunción en 1921, completó estudios de Humanidades y Filosofía, y luego fue al Pontificio Colegio Pío Latinoamericano en Roma, donde fue ordenado sacerdote el 27 de octubre de 1929 por el Papa San Pío X.

Fue vicario en Caazapá, y luego sirvió en las parroquias de Ybycuí, Mbuyapey y Quyquyhó.

En Ybycuí fundó el Hospital Distrital, el Hogar San José para huérfanos, la casa parroquial y la iglesia en honor a San José, con forma de cruz . También promovió la construcción de caminos, puentes y capillas rurales.

Llevaba una vida sencilla y austera, dormía en el suelo, comía frugalmente, y pasaba largas horas ante el Santísimo. Contrajo tifus al atender a un soldado, y falleció el 4 de julio de 1943, a los 37 años de edad.

El padre Julio César fue declarado Siervo de Dios en abril de 2013, dando inicio al proceso canónico. Desde entonces, se recopilan testimonios de favores logrados por su intercesión .

Este año, el obispo de Carapeguá, Monseñor Celestino Ocampo, entregó al Nuncio Apostólico, Monseñor Vincenzo Turturro, los documentos sobre la fase diocesana de la causa de canonización del Siervo de Dios, cerrando así esa etapa y enviando todo el material al Dicasterio para la Causa de los Santos en el Vaticano.

Para conocer más acerca de su vida, comunicar gracias y contactarse con la comisión que lleva adelante su causa, hacer click aquí.

Nidia Larrea y Santiago Caballero

Te invitamos a ver el programa completo en el video que acompaña esta nota.