15/10/2025 – Concluimos el ciclo junto al padre Mario Sanchez, miembro del Secretariado Nacional de Liturgia.
El padre Mario recordó que la liturgia no es solo una serie de ritos que repetimos por tradición. Es, ante todo, un espacio eclesial de comunión, donde la comunidad cristiana se forma, crece y celebra unida. Tal como lo enseñó el Concilio Vaticano II, estamos llamados a una participación activa, consciente, fructuosa y plena en la liturgia.
Cada celebración es una oportunidad para vivir la fe con todo nuestro ser: el cuerpo, el alma, la voz y el corazón se integran en un acto comunitario que nos une a Dios y entre nosotros:
«La liturgia no es solo una serie de ritos que repetimos por tradición. Es, ante todo, un espacio eclesial de comunión, donde la comunidad cristiana se forma, crece y celebra unida. Tal como lo enseñó el Concilio Vaticano II, estamos llamados a una participación activa, consciente, fructuosa y plena en la liturgia. Cada celebración es una oportunidad para vivir la fe con todo nuestro ser: el cuerpo, el alma, la voz y el corazón se integran en un acto comunitario que nos une a Dios y entre nosotros».
En cada celebración litúrgica, hacemos presente el Misterio de Cristo: su encarnación, pasión, muerte y resurrección. No se trata solo de un recuerdo simbólico, sino de una actualización viva del acontecimiento central de nuestra fe.
«Celebramos que Cristo destruyó la muerte y restauró la vida, y que, por medio de Él, volvemos a tener acceso al corazón misericordioso de Dios. La liturgia no es algo que «hacemos» nosotros solos: es la acción de Cristo en su Iglesia, y nosotros participamos como instrumentos de su obra salvadora».
Podés ver el video con el programa completo en esta nota.