«Francisco, doctor del corazón»: una invitación a la conversión y la alegría

martes, 21 de octubre de 2025

21/10/2025 – En un nuevo «Reflexiones para la Semana» nos acompañó el padre Mauricio Calgaro, sacerdote salesiano. Oriundo de Curuzú Cuatiá, en Corrientes, actualmente se encuentra en La Rioja, en la comunidad pastoral Monseñor Enrique Angelelli. Desde allí nos regala distintas reflexiones en torno a los gestos que ha dejado el Papa Francisco en sus doce años de pontificado.

En esta oportunidad, propuso mirar con profundidad el discurso del Papa a la Curia romana en diciembre de 2014, al que tituló “Francisco, doctor del corazón”.

El padre recordó ese momento como un verdadero ejercicio de profecía. “Hay gestos que se vuelven profecía, momentos en que el Evangelio se hace palabra encarnada”, expresó, aludiendo a aquel mensaje donde el Papa invitó a una Iglesia más humana, capaz de mirarse a sí misma con humildad y amor. En ese encuentro, Francisco habló con ternura y firmeza, enumerando las llamadas “enfermedades espirituales”, espejos en los que cada creyente puede reconocerse sin miedo.

Mauricio destacó la vigencia de ese gesto, que “nos invita a volver a Jesús que nos llama a la conversión, sin desánimo ni culpas, porque no hay comunión real sin conversión, ni alegría sin humildad, ni Iglesia sana sin amor”. Así, la palabra del Papa no fue un reproche sino un llamado compasivo a revisar el corazón y a sanar desde el Evangelio.

A diez años de aquel mensaje, el padre Mauricio propone retomar esa enseñanza como una oportunidad para la renovación interior y comunitaria. “Estamos todos en camino”, recordó, subrayando que la fe es un proceso continuo de aprendizaje y transformación.

Finalmente, nos animó a todos a mirar los propios gestos, a reconocer las heridas y a dejarse curar por Cristo. En esa línea, invitó a que cada uno, desde su realidad cotidiana, renueve su esperanza: volver a Jesús, doctor del corazón, es volver a la fuente de la alegría que sana, une y transforma a la Iglesia.

Para escuchar la reflexión completa accedé al video del inicio