05/11/2025 – En el primer programa del ciclo «María, camino de esperanza», la hermana María Sol Castro Vazquez nos invitó a mirar a la Virgen no sólo como la Madre de Jesús, sino como un modelo de fe y fortaleza. A través de su vida, podemos encontrar una luz de esperanza que nos acompaña en nuestro propio caminar.
María, lejos de ser una figura distante o inalcanzable, se presenta ante nosotros como una mujer de fe profunda, que, a través de cada prueba, supo mantener su confianza en el amor de Dios.
María: Un Ejemplo de Fe que Fortalece
Una de las grandes virtudes de María fue su fe, una fe que no solo la sostuvo, sino que la fortaleció frente a las pruebas más duras. En su vida, las dificultades no la quebraron; al contrario, fueron oportunidades para crecer en confianza y esperanza. ¿De dónde venía esta fe? La hermana María Sol nos recuerda que la fe de María brotaba de una certeza profunda: la certeza de saberse amada por Dios, y esa certeza la sotuvo durante las pruebas que le tocó vivir.
La hermana María Sol también nos recordó que María no llegó a ser la Madre de Dios de forma repentina. Su historia, su familia y su contexto fueron parte de una preparación divina que la capacitó para cumplir con su misión. Dios la preparó desde el momento de su concepción, y en los próximos programas, profundizaremos en cómo la Inmaculada Concepción y la historia personal de María fueron esenciales en su formación espiritual.
La hermana María Sol Castro Vazquez forma parte de la comunidad del Santuario de Nuevo Schoenstatt de Florencio Varela en Buenos Aires, que ofrece distintas actividades y celebraciones entre ellas, retiros.
Quienes estén interesados en participar del próximo retiro de Adviento -titulado “María, estrella de la mañana, enciende nuestra esperanza”– puede ingresar al sitio web del Santuario haciendo click aquí
Podés ver el programa completo en el video que acompaña esta nota