12/11/2025 – Los ministros de Asuntos Exteriores de las siete economías avanzadas (G7) se han congregado en Niágara, Canadá, para su segunda reunión del año. El encuentro está fuertemente enfocado en el conflicto en Ucrania, buscando consolidar una postura unificada de apoyo ante la intensificación de los ataques rusos, particularmente dirigidos contra la infraestructura crítica ucraniana. La cita se produce en un momento en que las vías diplomáticas para la paz permanecen estancadas.
El analista internacional, Prof. Bruno Tondini, señaló al inicio del diálogo: “vamos a arrancar un poquito a hablar de lo que se habla en el escritorio de los más importantes países del planeta en relación fundamentalmente en inicio sobre las cuestiones que tienen que ver con Ucrania”. Tondini enfatizó que, frente a la situación que “se intensifica”, hay una “presión diplomática muy claramente” para lograr una disminución de las hostilidades por parte de Rusia.
Un punto central de la agenda es la búsqueda de recursos para el sostenimiento de Ucrania. Los cancilleres están debatiendo el uso de activos rusos congelados, una iniciativa que busca ser una fuente estable de financiamiento. El Profesor Tondini destacó que el objetivo de esta estrategia es “empezar a manotear la caja rusa”, lo que representa un punto de presión económica que ya se había propuesto anteriormente.
Además del enfoque bélico, la ayuda humanitaria y la reconstrucción son temas prioritarios. El Prof. Tondini mencionó que, tras más de tres años de conflicto y ante la destrucción de infraestructura por parte de Rusia, “ahora ya no es solamente la ayuda en armas”. Como ejemplo, citó la aprobación de un préstamo por parte de Reino Unido para reparar centrales hidroeléctricas, buscando que el esfuerzo “no sea solamente bélico, sino que pueda permitir un poco estar mejor a la poca población civil” antes de la llegada del invierno.
La reunión del G7 también intenta ampliar su diálogo al incluir a representantes de Sudáfrica, Australia, Brasil, India, México, Corea del Sur y Arabia Saudita. Esta apertura responde a una agenda global más amplia, que incluye la seguridad económica. El analista explicó que se discute la dependencia occidental de China en el suministro de “tierras raras”, minerales esenciales para la tecnología actual. Tondini recordó que “todo tiene que ver con la economía, con la tecnología”, resaltando el papel de países como Sudáfrica por su riqueza en minerales estratégicos.
Finalmente, el encuentro aborda otros focos de conflicto y tensión internacional, como la situación en Gaza, Jordania, Haití y Sudán. La intención es buscar una política exterior más coordinada, como lo indica Tondini: “ver también una política un poquito más homogénea sobre lo que está pasando allí”. Concluyó que en estos foros, la resolución de problemas no siempre es militar: “no solamente a los tiros resuelven las cosas en el planeta y bueno, y hay que ver y evaluar esas cosas”.
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