02/09/2025 – En «Por la Vida» de esta semana, el Dr. Nicolás Lafferriere dedicó el programa a recordar los 30 años de la Encíclica Evangelium Vitae, publicada en 1995 por el entonces papa Juan Pablo II, hoy San Juan Pablo II. En el espacio se hizo un repaso de su estructura, su contexto, y un análisis de sus distintos capítulos .
«Este documento fue profético en su momento y conserva toda su actualidad para revelarnos cuáles son las enseñanzas de la Iglesia en torno al misterio de la vida humana», señaló y explicó que esta encíclica se vincula con dos conferencias internacionales que tuvieron lugar en aquellos años: la Conferencia de El Cairo y la de Beijing.
En 1994, en El Cairo, se reúne la Conferencia Internacional de Población y Desarrollo. Esta conferencia tenía antecedentes en décadas anteriores, pero por primera vez se plantea abiertamente la promoción del aborto en todo el mundo, de la anticoncepción, la esterilización, como mecanismos para reducir la población.
La idea de salud reproductiva, la idea de que el riesgo poblacional debe ser frenado a través de mecanismos como el aborto, la anticoncepción y la esterilización de las personas, se difunde y es motivo de debates intensos a nivel internacional entre las principales naciones del mundo.
La Santa Sede no es ajena a este debate. Participa activamente con una voz que señala que es legítimo intervenir en los debates poblacionales, pero eso se tiene que hacer conforme a pautas morales. Entre los límites de esas pautas está el respeto a la originalidad de la transmisión de la vida y, sobre todo, el respeto a la vida misma, especialmente ante la difusión del aborto.
La Iglesia realiza en aquellos años una enorme tarea diplomática, participando de las conferencias y haciendo oír su voz con respeto, con argumentos, señalando los caminos posibles para intervenir en las cuestiones poblacionales. A su vez, advierte que esto no podía hacerse a costa de la imposición de visiones ideológicas sobre los más necesitados.
Este intenso debate constituye el contexto de la Evangelium Vitae.
El año siguiente, en 1995, año de publicación de la Evangelium Vitae, va a tener lugar en Beijing, China, una siguiente conferencia internacional que vuelve sobre los temas que había tratado El Cairo , pero ahora presentados desde la perspectiva de los derechos de la mujer. Allí se discute el alcance del derecho de la mujer a decidir sobre sus hijos, y se impulsa muy fuertemente -desde algunos centros de poder- que el aborto, la anticoncepción y la esterilización sean presentados como pretendidos derechos: derechos reproductivos, derechos que se deberían garantizar a toda mujer.
Beijing y El Cairo fueron dos conferencias que suscitaron un debate público, estuvieron presentes en la agenda internacional, presentes en las agendas de los países, y donde la Santa Sede tuvo un rol fundamental haciendo llegar propuestas.
«Ese es el contexto internacional de la encíclica Evangelium Vitae. Por eso cobra importancia que, justo en medio de esos dos acontecimientos, en marzo de 1995, San Juan Pablo II publique un documento de la relevancia de esta encíclica.»
Allí señala con claridad cómo la Iglesia ve los debates que se están dando en torno al inicio y al fin de la vida, porque también toca los temas de la eutanasia y el suicidio. Y lo hace como un aporte que, a su vez, ayuda a encaminar los debates, ayuda a señalar qué es aquello que no se puede aceptar, pero también propone cómo trabajar en favor de la cultura y la vida.
Podés escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota.