Abigail y la resolución de conflictos

viernes, 16 de agosto de 2024

14/08/2024 – La hermana Mariana Zossi centró su reflexión en la historia de David, Nabal y Abigaíl, tomada del texto bíblico del primer libro de Samuel capítulo 25, versículos del 2 al 38. La religiosa dominica y titular de la Asociación Bíblica Argentina dijo: “Cuando lees algunas historias bíblicas te preguntas qué pueden enseñarte hoy pues en una primera lectura resultan i nsalvables. Parecen más bien relatos de tiempos en los que la violencia desmedida y el patriarcalismo dominaban las relaciones sociales y con las que se diría que lo más sensato es eliminarlas. La prudencia de la sabiduría bíblica invita, sin embargo, a darles una nueva oportunidad, a releerlas siendo conscientes de que han sido significativas para muchos pueblos y personas a lo largo de la historia y confiando en que también hoy puedan decir algo. Toda historia, especialmente aquella que más rechazo nos genera es una invitación para ahondar en ella y dejar que poco a poco se desvele. La vida cotidiana nos ofrece diversas situaciones de conflicto que exigen prácticas de resolución en clave de no violencia y solidaridad. La negociación establece la posibilidad de una práctica de resolución de conflictos en clave solidaria y no violenta dentro de un horizonte de búsqueda de la justicia”.

“En el primer libro de Samuel, dentro de la historia de David, antes de que este se convierta en rey, aparece la historia de Nabal y Abigail. La situación inicial ubica a los personajes de una familia de campesinos del desierto de Maón dedicados a la cría de ganado en el monte Carmelo por donde se desplazaba David como jefe de una banda en su campaña por conquistar el trono de Israel. El jefe de la casa patriarcal es Nabal, campesino rico que está en tiempos de esquileo, caracterizado como duro y de mala conducta (v.3). Su esposa Abigail, caracterizada como prudente y bella. El esquileo de las ovejas era ocasión de hacer fiesta y de ofrecer un banquete como signo de generosidad, continuó diciendo la consagrada tucumana.