Acción de Gracias

domingo, 29 de mayo de 2011

El texto que nosotros elegimos en la mañana de la catequesis de hoy para compartir es Segunda de Tesalonicenses 1 del 11 al 12. ¿Qué hace Pablo en esta expresión de acción de gracias? pone su corazón y lo pone en sintonía desde su amor pastoral con su pueblo para alabar, bendecir y dar gracias a Dios por la comunidad tesalónica joven de Grecia que tiene una fe que crece vigorosamente.

A pesar de las dificultades esa fe permanece constante frente a las persecuciones, y luchas que ellos vienen sosteniendo y además porque el amor sigue aumentando entre los miembros de la comunidad. Esto hace que nos mostremos orgullosos de Ustedes en la Iglesia de Dios. En la primera carta a los Tesalonicenses les pedía que siguieran progresando en su vida cristiana, se ve que lo cumplieron y por eso les muestra satisfacción y los alienta a que sigan creciendo. Que sean dignos de la ocasión que han recibido y que se cumplan los buenos deseos y las tareas de fe, porque Hay muchos que esperan todavía lo mucho por hacer, y en esto me quisiera detener, en este trato nuestro de todos los días donde me hago eco del sentir de Pablo y me refiero a nuestra hermosa comunidad radio mariana construyendo todos los días este mundo de valores que nos hace ser familia. Cómo no decir también gracias a Dios, por tanto don y tantas gracias compartidas, tantos regalos que nos hace.

Estos quince años no han sido sino mimos en medio de dificultades, de lucha de penurias, también de habernos equivocado en el camino.

La misericordia, la presencia que el amor y el sostenimiento de Dios en nuestro quehacer cotidiano ha sido siempre un misterio de fidelidad, yo quiero dar gracias particularmente por esto, por el Dios que es fiel, por el Dios que se sostiene firme en su palabra, por él que la da y no la suelta, por él que se la juega toda a pesar de que no siempre nosotros hemos estado a la altura de su propuesta. No tengo mas que decirle gracias por su misericordia, gracias por su amor de fidelidad, gracias por elegirnos, gracias por ponernos en este lugar de servicio, gracias por todos y por cada uno de los que a lo largo de estos años se han ido sumando en su aporte voluntario, en su servicio, en su tarea de todos los días, en su compañía, gracias por la extensión de la Red que es increíble después de haber comenzado todo en el garaje de una casa parroquial, no hay mas que decir GRACIAS.

Creo que como dice Lilly Goodman, no sé si el cielo me va a alcanzar seguramente que sí, mientras tanto quiero aprovechar el tiempo que tenemos, y te invito a que hagas lo mismo mientras esperamos el cielo como lugar definitivo de acción de gracias, quiero adelantarlo ya hoy aquí para comenzar a decirle a Dios gracias por tanto amor.

No nos da la vida para exaltarte, para bendecirte para alabarte Señor y para darte gracias. Inventaste la eternidad y al estar aquí en medio de nosotros el cielo se nos ha acercado y por eso nos animamos a decirte gracias.

Acción de Gracias es el nombre que tiene el sacramento central de la vida cristiana, la eucaristía. La palabra eucaristía recuerda la acción de gracias, las bendiciones judías que proclaman sobre todo durante la comida, la obra de Dios, la creación, la redención y la santificación. Es el banquete del Señor, la cena del Señor, la que celebró con sus discípulos en la víspera de la pasión y de la anticipación del banquete de las bodas del cordero de la Jerusalén del cielo. Allí en el drama de la fracción del pan, en medio de la suerte de Jesús ya echada para terminar de dar la vida bajo el signo de la traición, el abandono, la oscuridad en su alma, le hace decir: Padre si es posible que pase de mí este cáliz, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya. Jesús eleva en ese lugar una gran acción de gracias.

La Eucaristía es el lugar donde ocurre este sitio de alabanza, sacrificio espiritual, sacrificio puro y santo, que viene a completar y a llevar amplitud a todos los sacrificios de la antigua alianza. Santa y divina es la liturgia eucarística que nos permite decirle al Padre gracias, encontrando en la palabra “su hijo”, la expresión pública y acabada de poder hacerlo. No hay otra forma de poder decir gracias sino es en plena comunión con el misterio de la palabra hecha carne hecha ahora eucaristía. Y por eso la concentración de nuestro don de gracias y alabanza a Dios solamente encuentra en la eucaristía el modo de poder realizarlo perfectamente. Entrando en comunión con Cristo y formando parte de su cuerpo, siendo uno con el cuerpo de Cristo en comunión con los hermanos, ese es el cuerpo de Cristo del que todos formamos parte y al que Jesús quiere acrecentarlo. Es por el camino de esas gracias que le damos al Padre de todo corazón y de lo mas profundo de nuestro ser en contacto con la realidad, que nos hacen reaccionar para ponernos en sintonía con este don de inmensa gratuidad con el que Dios nos bendice y nos mueve a decir gracias.

Algunas frases que nos ayudan a entender, a despertar en el corazón el deseo inmenso de dar gracias.

No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar en todo lo que se dice y es más importante aún aprender a decir gracias.
Dar gracias a Dios por lo que se tiene, ahí comienza el arte de vivir.
Demos gracias a los hombres y a las mujeres que no hacen felices, ellos son los encantadores jardineros que hacen florecer nuestro espíritu.
No tengo otra cosa que decir gracias por haberte encontrado en el camino. Haber encontrado compañero en el camino es un motivo para decir, gracias.
Gracias, palabra tan simple, pero con mucho significado y tanto que decir.
Tener libertad para expresarse es una posibilidad inmensa, por la cual hay que agradecer, hoy es posible, por eso hay que dar gracias.
Es bueno decir gracias a Dios por no dármelo todo sino solo aquello que verdaderamente necesito.
Gracias por ser parte de lo que uno mas ama, gracias por entender los enfados, gracias por mostrar que se puede, gracias por la simpleza con la que se pueden ver las cosas, gracias por no reprochar nada, gracias por tomar lo poco que somos capaces de dar, gracias por estar allí compartiendo la vida.

Eleven a Dios nuestras acciones de gracias, él es el centro del lugar donde la vida se nos da y se recrea.

Dios acampa con su pueblo, él ha venido para quedarse y es allí donde te invito a que puedas hacer desde lo más profundo de tu corazón tu acción de gracias.

Ayer compartíamos que si en una asociación normal las personas que ponen sus bienes son los dueños, sin duda en la Radio es la audiencia que con su aporte va haciendo de este lugar el lugar suyo, donde todos queremos habitar y compartir estos valores, no para quedarnos quietos ni refugiados en un lugar tan grato y tan lindo -como si estuviéramos contemplando de nuevo el resurgir de Dios en el Tabor – sino para hacernos cargo a partir de allí de lo que nos toca en la transformación del mundo que compartimos todos los días y es en esos valores donde trabajando, estudiando, sirviendo en la comunidad, vamos haciendo de la realidad algo que se hace carne en el compromiso que asumimos, por eso es que esto de comprometernos en el gozo y la alegría de caminar juntos va mas allá de lo que es el encuentro nuestro de todos los días a través de la radio.

Los espero el lunes para compartir nuestro despertar con María de todos los días, ha sido bellísimo poder compartir con ustedes esta acción de gracias.