22/09/2025 – En un nuevo «Reflexiones para la Semana» nos acompañó María Manfredi, virgen consagrada de la Arquidiócesis de Córdoba. En esta ocasión se refirió al valor del acompañamiento en la vida cristiana y humana, sabiendo que no es simplemente estar, sino asumir un compromiso que da sentido a nuestra vocación comunitaria.
Recordó que “Acompañar es el oficio de hacer humanidad”. Desde allí, María explicó que este camino implica presencia real y sostenida, con apertura a lo que el otro necesita. “Significa una presencia y sostén. Es decir, acompañar es estar disponible, estar presente verdaderamente, es el apoyo para el otro, para que se pueda desarrollar sin ser forzado o juzgado”, subrayó.
En sus palabras, este acto no se trata de imponer un modo de ser ni de generar dependencia, sino de reconocer la singularidad del otro y respetar su proceso. “Yo acompaño, el otro no soy yo. La otra persona va haciendo su proceso”, expresó, destacando que cada encuentro es una oportunidad de crecer juntos desde la diferencia.
También señaló que acompañar exige dedicación y compromiso. No se trata de una presencia pasajera ni de una intervención aislada, sino de caminar al lado del otro hasta que logre fortalecerse y continuar por sí mismo. A la vez, invitó a preguntarse: ¿cómo acompañamos? ¿Lo hacemos con un compromiso real, sin esperar nada a cambio, o solo de manera superficial?
Finalmente, remarcó que el acompañamiento es un proceso mutuo, donde quien sostiene también puede necesitar ser sostenido. En ese intercambio se juega la verdadera dimensión humana y espiritual: aprender a caminar juntos, reconociendo siempre que cada persona es distinta, irrepetible y portadora de un don único.
Para escuchar la reflexión completa accedé al video del inicio