18/06/2021 – Esta semana, en “Historias de santidad”, conocimos la vida del joven laico Alfonso Lambe. Nos trajo su semblanza José Luis López, miembro de la Legión de María e integrante del Comité responsable del seguimiento de la causa del Siervo de Dios.
“Alfonso Lambe nació en Irlanda, en un pueblo llamado Tullamore, el 24 junio de 1932 en la fiesta de San Juan Bautista, precursor de nuestro Señor. Fue el octavo hijo de una familia numerosa. Era un niño muy piadoso, rezaba diariamente el rosario con su familia y tenía una marcada devoción a la Madre de Dios. En ese ambiente de religiosidad fue desarrollándose su vida y su llamado”.
“Sintió la vocación a la vida religiosa y a los 15 años ingresa al noviciado de la Congregación de los Hermanos Cristianos Irlandeses. Su vocación, inicialmente, era la vida consagrada desde este carisma pero, luego de un tiempo, por su débil salud se le aconseja dejar la congregación. Esto le produce un gran sufrimiento a Alfonso, una profunda crisis, porque veía frustrados sus anhelos de ser un consagrado en la vida religiosa. Pero los planes de Dios eran otros”.
“Conoce la Legión de María a través de una charla que dio su fundador, Fran Duff y, con el tiempo, ingresa a la Legión. Ahí descubre el camino que se le está presentando y que no había podido concretar. Comprende, con 18 años, que esto era lo que tenía que hacer: trabajar por la salvación de las almas, por la santificación y que la gente conozca a Jesucristo a través del apostolado laico.”
“Era muy alegre, destilaba esperanza y sentía tan fuerte el deseo de extender la Legión de María y llevar a Jesús a través de María, que se da la posibilidad de enviarlo a América como misionero. Llega a Argentina y nuestro país sería el destino final de su misión”.
“Tenía en mente extender la misión hasta Rusia, tenía muchísimos planes, a pesar de su delicada salud. Los que conocían su impulso hablaban de él como de un ‘milagro moderno’. Lograba convencer y movilizar a las almas para que extendieran el Reino de Dios.”
“Su personalidad era movilizante y convincente, porque era sincero. Irradiaba a Jesucristo, tenía la actitud del discípulo amado y contagiaba amor y servicio a Dios a través de este apostolado”.
Sobre el final del programa, nuestro invitado nos compartió palabras de Alfonso Lambe y que son tomadas de un libro que cuenta su historia, llamado “El corderito”:
“En cierta oportunidad, mientras se realizaba la reunión de un Praesidium, le dijo a los legionarios: ‘Si María estuviera viviendo en este vecindario y el párroco hubiera llamado a una reunión para ver la forma de hacer algún trabajo por la Iglesia, estemos seguros que María estaría allí. Eso ha sucedido hoy: María está aquí, María es cada uno de ustedes’.”
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota
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