Animarse a soñar alto

lunes, 27 de septiembre de 2010

Soñar no es tarea sencilla y menos cuando hay tanto ruido y cazasueños al asecho. Sin embargo todos tenemos sueños aunque no los hayamos descubierto. Animate, está en eso que mejor sabes hacer.
Conversamos con Anabel Thanos


ANIMARSE A SOÑAR ALTO

Mili: y en esta noche que estamos hablando de los sueños, de los anhelos, de las esperanzas, nos sentamos en la mesa junto a una gran soñadora, que también por su experiencia de acompañar a jóvenes. Es toda una alegría poder compartirlo con ella. Anabel Thanos!- Bienvenida.

Anabel: cómo te va Mili, cómo les va, chicos. Cómo te va Leo.

Leo: bien, bien!

Anabel: un saludo para todos los que nos están escuchando del otro lado. Soñadores y no soñadores. Después vamos a ver que los sueños nos habitan a todos. Que se sumen todos, aún aquellos que dicen: no, la verdad que yo no tengo ningún sueño.

Mili: todo es válido entonces.

Anabel: sí, sí. Abrimos la puerta para que entren todos.

Mili: sí, porque pasa esto que decía Barbi: Ah, pero como me voy a poner a soñar si al final siempre queda en un deseo, o en un anhelo.

Anabel: pasa mucho, más de lo que aún nos imaginamos. Y bueno, es que estamos, primeramente, en Argentina,   que es un país difícil de construirlo, donde están ustedes, están los jóvenes que día a día se encuentran con esto que dicen claramente los chicos: busco un trabajo, no lo encuentro; hay desconfianza, miedo. Y para que, dicen, para que vamos a soñar, si ya sabemos que no se va  a cumplir.

Mili: y a su vez que difícil es soñar cuando uno tuvo malas experiencias o sea cuando a uno le ah tocado afrontar situaciones difíciles.

Anabel: el sueño, parece que está ligado al éxito. Y en una sociedad donde el éxito es como el objetivo, donde nuestro Jesús está bastante alejado, no? O con la imagen del fracaso de estar colgado en la cruz. Es muy grande esto, evidentemente está muy alejado de la imagen exitista y  todo el tiempo se nos está diciendo como es el modelo, como tiene que ser el modelo. Entonces, el que no encaja en ese modelo, no va. Entonces queda esta idea: “chicos ni se molesten en soñar porque no vana conseguir nada”.

Entonces sería bueno en esto de abrir puertas, nos animemos  abrir alguna puertita del corazón, esta que verdaderamente abre hacia el interior nuestro. Por que tuvimos, que no se cumplieron, que no se dieron, seguramente, les digo con total seguridad, no tenía que ver con un sueño verdadero.

Leo: ajá! Como?

Anabel: porque los sueños verdaderos, aquellos que están adentro nuestro para ser cumplidos, porque alguien nos ha dado la vida para eso, se cumplen. Pero claro!! Hay que esquivar a los cazadores de sueños, que andan   sueltos por ahí.

Mili: ¿cómo sería un cazador de sueños?

Anabel: y bueno, serían estos que cuando uno dice: “tengo un sueño”, viene y (bang!!) lo tiran abajo.

Leo: los prisioneros de la razón, sería.

Anabl: sí. Y los que están más  cerca nuestro son muchas veces, los primero que apuntan. Entonces uno debe re huir los cazadores de sueños de la familia, los de la Facu, los del trabajo, los cazadores de sueños que uno tiene.

Mili: claro, y esos empiezan a generar dudas. “si tantos me dicen que no, será que no es para mi”. O “nunca no voy a poder lograrlo o no tengo los recursos”

Anabel: y sí. Y es ahí que viene la generación de un sueño que está fabricado por el resto. Que quieren los otros que yo sueñe

Leo: sueños chiquitos

Anabel: sí, puede ser, chiquito o grande, pero no es nuestro. No es mío, y yo lo obedezco como un mandato. Sumo en mi camino, pongo en marcha un sueño, que no es mío y que no estaba ni si quiera en mi deseo. Y cuando es un sueño , encima impuesto o puesto desde la sociedad: “que tenés que tener, que tenes que ser exitoso, que tenes que tener un titulo, una casa, un auto”. Todo eso pesa. Y uno si sueña lo que la sociedad impone, es difícil cumplirlo.

Leo: y cuando cumplís te quedas como diciendo “ y ahora, que si no era mi sueño”

 Anabel: es difícil eso, no?

Mili: claro. Uno nunca termina de vivir esa alegría que te genera la meta realizada, cuando la alcanzas porque realmente es tuyo y no porque alguien me la impuso o me a formó.

Anabel: como diciendo: llegué aquí, y ahora que!? Y los lados por los cuales llegan los cazadores de sueños, son variados. A veces llega por un profesor, o tenes que enfrenarte a una mama y a un papá. O a una hermano /a  que te boicotea el sueño. Y tenes que enfrentarlo. Lo bueno de esto es saber, que si uno sortea los cazadores. El cazador fortifica el sueño, si uno sabe que el sueño está ahí. Pero para eso hay que ir a un conocimiento que yo les diría que no hay muchas posibilidades más bien es pasar tiempo con uno mismo.

Mili: todo un tema eso no?

Anabel: claro, como hacemos para pasar un rato con nosotros mismos, si no nos aguantamos o si no sabemos, tampoco. Pero no hay  no hay otra forma de ir viendo quienes somos.

Leo: muchas veces son postergaciones de esa pregunta: quienes somos? que quiero?, quien soy? Y en este mudo, como lo dijo el Parde Javier, un mundo donde todo pasa por un momento, ese aturdimiento nos impide poder conectarnos, con estas preguntas tan esenciales para uno.

Anabel: caro, todo es sensación, todos es ya! Entonces si no se cumplió ya, el sueño, y bueno, entonces para que vamos a intentarlo otra vez. Y  a veces los intentos son miles y miles y miles. Desde lo profesional, desde la vida de la búsqueda vocacional, la vida de pareja. A veces esas búsquedas son miles de veces. Y todas están puestas por algo y todas son escalones y todas nos llevan a un lugar, que si esto se une  a un plan, porque Dios tiene un plan para todos y cada uno de nosotros. Dios, El Señor, nos creó para ser felices. Más allá de que creas o no en Dios. El Creador nuestro nos ha creado para esto, para una felicidad plena, para la vid, esta vida que debe ser vivida alo grande, no a lo pequeño. Pues somos hijos del Rey, entonces muchas veces el comportamiento de nadar como mendigo, es porque hay cazadores de sueños que te andan diciendo: “no te la creas”. Ahora a mí, en lo personal, me hay ayudado mucho, en estas búsquedas que otro de afuera me pueda decir también, cuando uno cuenta con esas personas de confianza, y no precisamente tiene que ser un amigo: ¿Quién soy yo?. Haber contame vos un poquito, que virtudes ves en mí, que defectos ves en mí. Como ir ayudándonos en grupo  de amigos, como se dice, en una charla “a corazón abierto” y preguntarle al otro ¿Qué ves de positivo en mi?. Porque a veces a uno mismo le cuesta identificar esto que es nuestra virtud, esto que sólo sabemos hacerlo nosotros, y nadie más lo hace como nosotros. Pero esto es verdad, no hay nadie más que haga esto que el Señor ha puesto en nosotros como talento.

 Mili: a mi en relación a esto recuerdo siempre  esta frase de Santa Teresita, que decía: Dios no puede haber puesto en mi corazón un anhelo tan grande en mi corazón que después no vaya a ser cumplido. O sea no hay forma que algo se te ponga adentro y que sea en vedad se movilizador en tu vida, que lo desees y que lo anheles y que simplemente quede como una buena idea.

Anabel: claro. Ahora el sueño puede ser el sueño de nuestra vida y que sea muy grande, y pareciera que uno no lo va a abarcar, a cubrir por completo porque no tenemos las posibilidades. Pero hay que remarcar que esto tiene muchos escalones y está bueno vivirlos, y está bueno fracasar y volver a encontrarnos y volver a darnos la oportunidad de caer. En cada caída siempre uno va cosechando

Mili: y que bárbaro no? Como uno, incluso habiendo herrado en el camino,  uno mira hacia  atrás y todo vuelve  a tomar sentido porque todo construyo para que hoy  llegara a esa situación

Anabel: sí!! Me recibí de locutora un 3 de diciembre, día del médico.

 Mili. Leo: ja j aja ¡!!!

Anabel: y mi primer programa aquí en la radio fue:“Grandes temas de la Medicina” (jaja!!!) Bueno… el Señor tiene este hilo de oro en nuestra vid, que sinceramente hay que animársele. A si que a identificar los cazadores, como primera medida, porque en el camino va a haber gente que te va a decir: “que no se puede, que ese deseo que tenes adentro tuyo ni siquiera se puede alimentarlo” Te va a decir que tu sueño es de locos. Y sí!!. El Evangelio mismo es  un sueño de locos, por lo tanto hay que animarsele!!!

Pero no estamos solos en esto y hay amigos y hay gete que se va sumando. Cuando uno empieza a alejar los cazadores viene los otros que vienen en defensa y en apoyo.

Mili: que bueno, también poder identificarlos y poder compartir el camino con ellos, porque en cierto modo te van entusiasmando y a su vez vos que lo queres bien al otro, también lo vas entusiasmando en sus propios sueños. Lo mejor es cuando podemos encontrar sueños compartidos, que a lo mejor cada uno desde lugar  en como a porta a la construcción de un mundo diferente, por ejemplo. Pero en el fondo descubrir que , en cierta medida somos muchos los que soñamos con lo mismo.

Anabel: después se hace como un motorcito común.

Leo: esos que se acompañan como Sancho  Panza y Don Quijote, no?

Anable: pero más vale!!! Vamos para allá no mas… Sí es así, uno se va encontrando con muchos. Porque creo que los cazadores siguen y siempre aparece uno nuevo que quiere tirarnos

Mili: se van renovando.

Anabel: porque cuando se va uniendo nuestro plan al plan de Dios, es ahí cuando, sinceramente va tomando forma esto y donde nadie lo puede para. Nadie, nadie.

Entonces, a soñar a lo grande!!! No a lo chiquito, porque el Señor tiene ese sueño con nosotros: que seamos felices.

Yo le pido a los chicos que busquemos como en un gran baúl que tenemos y recordar para que éramos bueno, cuando éramos chico: por ejemplo: para la educación física, para las matemáticas. O sea hay talento y es único e irrepetible. Hay que buscar. Si te bajas de esto, nos dejas a todos, en la trama de la existencia sin ese talento tuyo.

Mili: y que bueno esto que podamos animarnos a soñar a lo grande y a descubrir esto que nos decías: que los sueños son nuestros, son propios y válidos, por más que el resto te diga lo que quiera.

Anable: la clave esta en pasar largo rato en una charla con el Señor, ahí se despierta el deseo de soñar.