01/07/2019 – A raíz del último gran apagón de luz en Argentina y países limítrofes, en el programa “Por la vida” se abordó el tema de las personas electrodependientes.
Luis María Caballero, abogado y miembro de la Asociación de Electrodependientes (AdEdC) de la ciudad de Córdoba, conversó acerca de esta situación. Caballero contó que conoció a la Asociación por los medios de comunicación cuando empezó la lucha por la sanción de la la ley de electrodependencia en la provincia de Córdoba. “Me interesé particularmente por mi situación familiar y personal”, dijo. Su hija, María del Rosario, “Rochi”, era electrodependiente y dependía de una máquina de diálisis para continuar con su vida.
Ante la pregunta, ¿qué es ser electrodependiente? Luis María explicó quesi bien la situación de electrodependencia existe desde hace mucho tiempo, cobró mayor visibilidad y presencia en los medios y en el interés político: “La persona electrodependiente es aquella que necesita la asistencia de una máquina a su vez asistida por energía eléctrica para continuar con su vida. Por eso necesita de manera estable y permanente la provisión de energía eléctrica.”
Luis María, relató además que la familia de una persona electrodependiente ve modificada de manera radical sus rutinas y muchas veces sufre con mayor fuerza un hecho cotidiano que hay en Córdoba que son los cortes de luz.
Sin embargo, expresó que pese a toda esta situación, su hija de cuatro años es un foco permanente de sonrisas y alegrías en su familia. “Nos ha ayudado a unirnos cada vez más con mi mujer, Candelaria y con mis otros cuatro hijos”.
El 20 de diciembre de 2017 se sancionó la ley 10511 que regula en la provincia de Córdoba la situación de las personas electrodependientes pero, Luis María explicó que esta ley tardó casi un año en reglamentarse y justamente la reglamentación permite que una ley que ya ha sido aprobada, entre efectivamente en vigor. No obstante, Caballero dijo que de a poco se va logrando cumplir los objetivos de esta ley, es decir, garantizar la estabilidad y permanencia a través de la provisión de un método alternativo de suministro de energía eléctrica, en este caso, generadores.
A su vez, el abogado comentó que hay un registro de personas electrodependientes a nivel nacional y a nivel provincial que registra altas y bajas. En su caso, su hija recibió un transplante de riñón, lo que les permitió salir del listado.
La inscripción implica una garantía del Estado a que tenga un suministro eléctrico permanente, es decir, estando en el registro, la ley establece que esta persona debe recibir para la eventualidad de los cortes no tan frecuentes, una alternativa de contingencia.
¿Qué falta para que esta ley se regule correctamente? Luis María respondió: “como gran parte de los problemas políticos que tiene nuestro país, esto se resuelve con transparencia y con voluntad política. Pero uno a veces se pregunta, por qué hay tanta plata destinada a cuestiones que no parecen urgentes o necesarias y se muestran tan reticentes a efectuar un gasto tan concreto, urgente y necesario como la compra de generadores”.
El testimonio del papá de Rochi nos deja este mensaje para todos: “Una familia de electrodependientes necesita la ayuda y del acompañamiento del Estado, necesita asistencia médica de profesionales idóneos y capaces pero lo importante es que, nos hemos sentido apoyados por las oraciones de la familia y de los amigos, eso nos ayudó a seguir ya que la mano de Dios la percibimos y la sentimos siempre en nosotros”.
Por su parte, Pedro Crespi en su columna radial, resaltó una cualidad que tenía San Pedro: su brillante capacidad para anunciar con su vida y con la palabra la verdad de Cristo y dar testimonio.
Relacionado esa cualidad con la realidad que atraviesan las personas que tienen electrodependencia ya que el suministro es la garantía de sus vidas, si se apaga la luz, no hay vida. Crespi aclaró: “es importante hablar bien y con propiedad cuando nos referimos a este colectivo de personas, porque si se habla mal o etiquetando no se respeta la dignidad. Por eso, es necesario poner el foco en las personas y luego en la situación que atraviesan. Hablar de electrodependientes solamente sin la palabra personas, es fomentar de manera innecesaria un nosotros y un ellos, cuando para incluir requerimos reconocernos como hermanos y parte de un todo”. “Hablar bien como hacían San Pedro y otros tantos santos, permite que los anuncios lleguen mejor y con respeto a todos los semejantes”, finalizó.
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