17/08/2022 – En el ciclo semanal “Vivir para servir: la espiritualidad del voluntariado” María Cecilia Jaurrieta abordó el tema del aprendizaje que se da en lo que consideramos ‘fracasos’ en el servicio.
Uno de los textos con los que Cecilia iluminó el tema fue “Si”, de Rudyar Kipling, y que compartimos a continuación:
“Si puedes mantener la cabeza cuando todo a tu alrededor pierde la suya y te culpan por ello; Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti, pero admites también sus dudas; Si puedes esperar sin cansarte en la espera, o, siendo engañado, no pagar con mentiras, o, siendo odiado, no dar lugar al odio, y sin embargo no parecer demasiado bueno, ni hablar demasiado sabiamente; Si puedes soñar-y no hacer de los sueños tu maestro; Si puedes pensar-y no hacer de los pensamientos tu objetivo; Si puedes encontrarte con el triunfo y el desastre y tratar a esos dos impostores exactamente igual, Si puedes soportar oír la verdad que has dicho retorcida por malvados para hacer una trampa para tontos, O ver rotas las cosas que has puesto en tu vida y agacharte y reconstruirlas con herramientas desgastadas; Si puedes hacer un montón con todas tus ganancias y arriesgarlo a un golpe de azar, y perder, y empezar de nuevo desde el principio y no decir nunca una palabra acerca de tu pérdida; Si puedes forzar tu corazón y nervios y tendones para jugar tu turno mucho tiempo después de que se hayan gastado y así mantenerte cuando no queda nada dentro de ti excepto la Voluntad que les dice: “¡Resistid!” Si puedes hablar con multitudes y mantener tu virtud o pasear con reyes y no perder el sentido común; Si ni los enemigos ni los queridos amigos pueden herirte; Si todos cuentan contigo, pero ninguno demasiado; Si puedes llenar el minuto inolvidable con un recorrido de sesenta valiosos segundos…tuya es la Tierra y todo lo que contiene, y —lo que es más— ¡serás un Hombre, hijo mío!”
María Cecilia nos trajo, como siempre, testimonios que enriquecieron el espacio, a la vez que nos compartió la necesidad de “Premediar” (mejor prevenir que mediar), a través de algunos puntos importantes a tener en cuenta:
-Practique el reconocimiento de sus semejantes como una contribución a la inclusión: Sonría, salude, mire a los ojos, emociónese, diga ‘gracias’, pida perdón.
-Separe a las personas del problema, pero reconozca a aquellas que son el problema.
-No confiera certezas absolutas a sus percepciones, más bien, póngalas a prueba: suspenda el juicio
-Aclare siempre que no haya entendido algo, y aún si cree haber entendido. Evitará malentendidos. No dé nada por sobreentendido
-No se deje influenciar por los relatos de los otros. Anímese a relacionarse en estado de neutralidad emocional y saque sus propias conclusiones.
-No influencie los relatos de los demás: Cada vínculo posee una identidad particular
-Ante un posible conflicto de intereses utilice la imaginación para generar opciones de mutuo beneficio
-Dirija sus mejores energías para que cada uno pueda ponerse en el lugar del otro
-La comunicación es verbal en un 10 % y gestual en un 90%. No es el contenido sino la forma lo que arruina las relaciones y genera conflictos. Si lo va a decir enojado mejor no lo diga
-Cuando se administra dinero de otros la transparencia es la mejor elección: Siempre las cuentas claras conservan amistades.
-Ante un conflicto propio o ajeno tenga en cuenta este consejo: “Cuando hay voluntad, existe un camino”
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota