26/02/2020 – Es muy probable que el próximo viernes, el Senado de la Nación trate, en una sesión extraordinaria, la designación de la abogada Marisa Graham como “defensora” de Niños, Niñas y Adolescentes, un cargo que está vacante desde hace varios años en Argentina, y que está relacionado con la adhesión de nuestro país a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño.
El problema es que Graham es una activa militante proaborto, y hace por lo menos un poco de ruido que se designe para defender los derechos de los niños a una persona que milita por la abolición del primer derecho humano de los niños por nacer, que es el derecho a la vida.
Uno de los que sostienen este argumento es el abogado Ricardo Bach de Chazal, especialista en materia de derecho a la vida en la legislación argentina.
En diálogo con Radio María Argentina Bach sostuvo: “Esa función resulta del todo incompatible con su pública posición en favor de la despenalización y legalización del aborto voluntario, práctica que siempre involucra la muerte directamente provocada de un niño por nacer.”
En este punto, el letrado se preguntó “¿cómo es posible entender que, una persona que desatiende ese derecho, un derecho esencial que es el derecho a la vida, haya tomado la defensa de estos derechos? , la verdad es que esto es una contradicción”.
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