Atahualpa, un pan noble para todos

martes, 23 de mayo de 2017
image_pdfimage_print

Kolla-con-su-padre-atahualpa-yupanqui

23/05/2017 – Atahualpa Yupanqui cruzó las fronteras del paisaje, de los signos y de las generaciones. Su poesía y su música pertenecen al mundo entero. A 25 años de su muerte, dialogamos con su hijo Roberto Chavero, el “Kolla”.

En el programa Hoy puede ser, el “Kolla” habló sobre la obra de su padre, relató momentos íntimos de su vida familiar y se conmovió.“Escucho las canciones de mi padre. Me ayudan a elevarme sobre mis limitaciones y miserias. Siempre descubro cosas nuevas; una palabra, una inflexión, un silencio. Me emociona, no mi padre; sino el artista. Gracias a Dios mi madre me hizo comprender la dimensión de su obra”.

Roberto comentó que creció en el Cerro Colorado y ya, en edad escolar, añoraba volver todos los veranos. A los 13 años cayó en la cuenta de quien era su padre, lo acompañaba a conciertos y hasta lo corregía cuando Don Ata se equivocaba en alguna nota. “Cuando tenía 16 años el director de mi colegio invitó a mi padre a dar una charla. Yo tenía ciertos recelos pero lo aplaudieron de pie. Él supo comunicarles con caridad su mundo y mis compañeros lo valoraron muchísimo”, contó.

Luego llegaron premios y reconocimientos de todo el mundo, pero al “Kolla” sólo le interesaba escucharlo: “Empecé necesitar su poesía, necesitaba escucharlo…como cuando uno viaja y ve muchos paisajes pero añora el suyo porque es el mas bello”.

Para finalizar y respecto a la obra de Don Ata, su hijo dijo: “Siento que tengo la obligación de manejar la obra de mi padre para que otros la conozcan. Siempre insistí en que se difunda su legado, su obra es un territorio en el que podemos encontrarnos todos”.