18/11/2019 – La Organización Mundial de la Salud decidió que todos los 15 de noviembre se celebre el “Día Mundial sin Alcohol” para fomentar la responsabilidad de las personas -sobre todo de los jóvenes- para bajar el consumo de bebidas alcohólicas, de manera que se puedan reducir los daños que provoca el alcohol en la vida de las personas.
Una de las formas en que se expresan estas pérdidas humanas son los accidentes de tránsito, provocados, muchas veces, porque los conductores han ingerido bebidas alcohólicas. Es así que, según las cifras de la OMS, anualmente se producen 3,3 millones de muertes en el mundo debido al consumo nocivo de alcohol.
En este marco, la Conferencia Episcopal Argentina adhirió al “Día Mundial de las Víctimas de Accidentes de Tránsito”, que se conmemora cada 17 de noviembre, con un llamado a la sociedad a comprometerse en acciones concretas para salvar vidas.
La Comisión Episcopal de la Pastoral de Migrantes e Itinerantes invita, junto con la asociación civil Luchemos por la Vida, celebraron misas para rezar por esta intención y alentar a un cambio de conducta en calles y rutas.
En diálogo con Radio María Argentina, el Doctor Alberto Silveira, titular de la Asociación Civil Luchemos por la Vida aseguró que “aproximadamente el 50 % de las muertes en el tránsito tiene relación con la ingesta de alcohol o droga y esto es realmente gravísimo. Los accidentes más emblemáticos, que salen publicados en todos los medios del país, en general involucran un altísimo consumo de alcohol. Además, todo esto tiene relación con la falta de control que exista en las calles y rutas del país”.
Dentro de este contexto surge la siguiente pregunta “¿qué podemos hacer para contrarrestar el consumo de alcohol y sus males? También en las parroquias se pueden hacer cosas.
El padre Munir Bracco, miembro de la Pastoral Social de la Arquidiócesis de Córdoba, y párroco de la parroquia nuestra Señora de Luján, de Colonia Tirolesa, hace años lleva adelante una iniciativa importante al respecto.
Sobre esta propuesta, el padre Munir relató a nuestra emisora: “En la parroquia en la que estoy, tiene varias comunidades rurales y todas ellas tienen su fiesta patronal. Yo comparto, desde mi experiencia pastoral lo que estuve aprendiendo y viendo (…) Vi situaciones referidas a las celebraciones patronales (…) (en este marco), muchos creen que es imposible que haya una fiesta, que haya diversión, que haya encuentro sin consumo de bebidas alcohólicas o sin excederse, porque esto es como parte del encuentro y esto no es así”.
El padre Bracco subrayó: “Nosotros, desde una perspectiva de fe y pastoral, lo que intentamos es que, cuando se celebre la fiesta patronal es entender que se celebra al Santo Patrono de una comunidad entonces es rezar, encontrarnos. Y lo festivo es una prolongación de lo celebrativo. Si se realiza un evento posterior este tiene que tener esta mirada. Procurar de no caer en una disociación entre la fe y la diversión”.
Podcast: Reproducir en una nueva ventana | Descargar | Incrustar
Suscríbete: RSS