04/10/2021 – En el “Diálogo de Hermanos”, el padre Javier Soteras y el rabino Marcelo Polakoff desandaron caminos que sorprenden y compartieron sus propias historias vocacionales. El diálogo partió del texto del libro de Isaías en el capítulo 55, versículos 8 y 9: “Sus proyectos no son los míos, y mis caminos no son los mismos de ustedes, dice Yavé. Así, como el cielo está muy alto por encima de la tierra, así también mis caminos se elevan por encima de sus caminos y mis proyectos son muy superiores a los de ustedes”. Y dijo Soteras: “La lógica de Dios ocurre de una forma distinta a la nosotros tenemos. El papa Francisco suele decir que Dios no deja de sorprendernos. A un anciano, Abraham, lo llama para ser padre de una multitud cuando su mujer es estéril. Elige a un prófugo de la justicia para liberar a su pueblo, que es Moisés. Y elige por rey a un pastor que es un adolescente, como David”.
Polakoff sostuvo que “en los versículos previos, Isaías dice que Dios pide que el malvado abandone sus caminos y el pecador sus pensamientos o proyectos. El profeta agrega que quien lo haga, Dios lo perdonará y lo recibirá. A todos nos pide que volvamos al Señor, dado que en Él no hay maldad en sus pensamientos. Es una clara invitación a una conversión”. El padre Javier indicó que “la conversión no siempre es moral, de lo malo a lo bueno, sino a veces puede ser de lo bueno a lo más bueno. Es una invitación a recorrer nuevos caminos. Muchas veces moralizamos el vínculo con Dios, pensamos en qué se puede y que no se puede, y no es así”.
“Mañana, en el shabat del pueblo judío volveremos a leer el libro del Génesis. Dios nos dirá varias cosas usando distintos verbos: uno es crear y otro hacer. Y significa que hay una diferencia entre lo que se crea y lo que se hace. Cuando Dios hace, ya no hay nada más por hacer. Pero al momento de llegar al ser humano se dice “lo creó”, entonces allí la historia está abierta. Es decir, seguimos siendo socios del Creador”, agregó Marcelo. “Es muy saludable recorrer caminos nuevos para la humanidad, a veces parece que hoy no hay lugar para cosas distintas. El pensamiento moderno es un poco determinista y no deja que haya cambios. Pero Dios se encarga de desarmar este pensamiento. Y además, cuando el Señor hace este cambio de rumbo es casi un golpe de knockout para muchos que no entienden. A mi pasó hace 39 años, cuando tenía 17, en un día como hoy me decidí a ingresar al seminario de Córdoba para ser sacerdote, por eso esta jornada es especial. Estaba haciendo un retiro vocacional y allí me decidí. También se acercó una religiosa y me pidió hablar conmigo y me dijo que Dios me estaba llamando al sacerdocio. Yo tenía otros caminos, pero el Señor me salió al cruce. Ya a los 7 años este tema me había hecho esta pregunta y se la trasladé a un obispo cordobés. Y cuando fui creciendo, la figura bíblica de Jeremías me fue interpelando”, expresó el sacerdote que dirige Radio María Argentina.
Y también Polakoff compartió su historia: “Iba a una escuela estatal, jugaba al tenis y no tenía mucho vínculo con la religión judía. A los 13 o 14 años, un compañero me invitó a una sinagoga y la primera inquietud es porque allí podía conocer a chicas de mi edad. Pero eso se convirtió en una inquietud más profunda por conocer la Torá y estudiar cada vez más. De esa forma, de a poco me fui metiendo en el rabinazgo, aun cuando yo por dentro decía que no quería ser rabino”.
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