Canción elegida: La carpinteria de José

viernes, 18 de diciembre de 2009
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Tema: Carpintería José

Interprete: Jairo

Cuando José, el carpintero,

supo que iba a ser papá,

levantó a María en brazos

para ponerse a bailar.

Nadie puede imaginar

que el esposo de María

era capaz de cantar.

No necesito decir

lo hermosa que era María

una perla en cada oreja,

hay mucha bibliografía.

Todo iba de maravilla

en el hogar de José,

no se hablaba de otra cosa

que del próximo bebé.

Por la noche conversaban

cómo lo iban a llamar,

a él le gustaba Jesús

a ella le daba igual.

La dicha se interrumpió,

afirman las Escrituras,

al mismo tiempo que Herodes

decretó la mano dura.

Se mandaron a mudar,

vendieron lo que tenían,

ni siquiera se salvaron

las dos perlas de María.

Mirando las estampitas,

nadie puede imaginar

que el esposo de María

era capaz de pelear.

Parecían dibujitos

atravesando el desierto,

los dos a punto de entrar

en el Nuevo Testamento.

Dormían a cielo abierto,

muchas veces no comían,

él le daba calorcito

con la mano en la barriga.

Terminaron en Belén,

un pueblo de cien ovejas,

un pesebre, luna llena

y un montón de casas viejas.

La soledad del lugar,

los dolores de María,

José golpeaba las puertas

pero nadie las abría.

Mirando estampitas

nadie podría decir

que el esposo de María

era capaz de rugir.

Por un lado la fatiga,

por el otro el embarazo,

José se enfrentó al pesebre

y lo abrió de un rodillazo.

Esto es música, señores,

esto es puro sentimiento,

un hombre y una mujer

compartiendo un nacimiento.

Mirando las estampitas

nadie puede imaginar

que el esposo de María

era capaz de llorar.