Celebramos el nacimiento de nuestra Madre, María

viernes, 8 de septiembre de 2023
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08/09/2023 – A los nueve meses de celebrar la Inmaculada Concepción de María, hoy celebramos su nacimiento. Su santidad total no es sólo por ser la Madre de Jesús, sino por su perfecta fidelidad a Dios y su unión de amor con él. Ella “escucha la Palabra de Dios, y la practica” como nadie.

La fiesta que celebramos hoy es la de la Natividad de María Santísima, el nacimiento de la Virgencita querida por todos nosotros.

Este fue el origen de Jesucristo:María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.»Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: «Dios con nosotros».

Mateo 1,1-16.18-23.


Oración
(San Juan Pablo II)

Bendita…
porque creíste en la Palabra del Señor,
porque esperaste en sus promesas,
porque fuiste perfecta en el amor.
Bendita por tu caridad premurosa con Isabel,
por tu bondad materna en Belén,
por tu fortaleza en la persecución,
por tu perseverancia en la búsqueda de Jesús en el templo,
por tu vida sencilla en Nazaret,
por tu intercesión en Cana,
por tu presencia maternal junto a la cruz,
por tu fidelidad en la espera de la resurrección,
por tu oración asidua en Pentecostés.
Bendita eres por la gloria de tu Asunción a los cielos,
por tu maternal protección sobre la Iglesia,
por tu constante intercesión por toda la humanidad.

Ciertamente el evangelio nos dice nada sobre esto y la liturgia nos regala el texto del anuncio en sueños del Ángel a San José, quien decididamente recibe a María como esposa. Y todo en el marco de la profecía de Isaías del AT: la doncella está encinta y concebirá un hijo que nos librará de todos nuestros pecados.

¿De dónde surge, cuál es el origen de esta fiesta mariana?


Los libros apócrifos aparecen como describiendo, entre leyendas y fábulas, espacios que no han sido dichos en el texto sagrado de los Evangelios. Entre otros evangelios apócrifos, está el protoevangelio de Santiago, que introdujo una gran cantidad de datos bastante pintorescos en torno al nacimiento e infancia de María (por ej., que Joaquín y Ana eran sus padres). Él cuenta el nacimiento maravilloso de María, cuando los padres de ella eran ancianos y su madre era estéril; también la presentación de María en el templo, su niñez consagrada, el matrimonio con José, la gruta como lugar de nacimiento de Jesús. Este evangelio apócrifo se divulgó por muchos lugares de Oriente y estos datos fueron tomados por la piedad del pueblo (por ejemplo que los padres de María fueron Joaquín y Ana, lo cual no aparece en los textos bíblicos).

En muchas Iglesias se instituyó esta fiesta de la Natividad de María y así se generó una tradición y una costumbre. El Papa Galacio I en el año 495 rechazó y ordenó retirar los evangelios apócrifos de la literatura cristiana, entre otros, el de Santiago. Sin embargo, las fiestas originadas en este evangelio persistieron en el calendario litúrgico y muchas de ellas se mantuvieron hasta hoy; entre otras, la de la Natividad de María.

Al igual que como sucedió con la fiesta de la Asunción, la fiesta de la Natividad de María se fue extendiendo a todo el imperio por orden del Emperador Mauricio en el año 582 y por el Papa Sergio I, que le dio una gran solemnidad en Roma.

María es donde Dios va a venir a reposar en medio nuestro. Y por eso, el acontecimiento de su nacimiento tiene un valor singular.

Cuánto bien nos hace encontrar espacios para celebrar. Es la presencia alegre de María, la que canta la grandeza del Señor, la que nos convoca a su corazón jubiloso para con ella cantar las maravillas del Señor. Ella es la mujer de la esperanza y de la fortaleza, de la alegría y del gozo. Ella también nos invita a su cumpleaños para participar de su alegría.

Hoy es un día para tener especialmente presente a María en nuestras vidas, amarla, verla con los ojos de Jesús, porque claro a veces algunas personas se preguntan qué lugar ocupa María en su camino de fe, en su camino cristiano, personas que dicen bueno yo soy más de Jesús, con María no tanto, pero bueno la realidad es que tenemos que seguirlo a Jesús en todo y es cierto, por eso que ocupe el lugar que le da a su Hijo, que le da a Jesús en nuestra vida, y vas a ver cómo enseguida la Madre encuentra su lugar.

Dios cumple sus promesas

En la palabra que compartimos en este día, capítulo 1 del Evangelio de San Mateo, al comienzo se presenta la genealogía de Jesús, de dónde viene Jesús, ¿no? Jesucristo, Hijo de Abraham, Hijo de David, vemos estos títulos mesiánicos de Jesús, porque lo que le interesa al autor del Evangelio de Mateo es mostrar el plan de Dios, que en Jesús se cumplen todas las promesas de Dios. Cuando llegó el momento oportuno, el Salvador se encarnó por obra del Espíritu Santo en María Santísima, es decir, no hay que apurarse, no hay que desesperarse cuando las cosas no llegan, todo le llega al que sabe esperar, los tiempos de Dios no son los nuestros, pero lo que hay que tener en cuenta es que Dios nunca abandona.
Ponete a pensar entonces en todas las personas y en todos los acontecimientos, las promesas que Dios ya ha cumplido en tu vida, y llénate de esa esperanza porque siempre lo mejor está por venir, y no es una esperanza pasiva, es una esperanza activa, una espera eficaz de las promesas de Dios. ¿Por qué? Porque la fe es lo que nos sostiene. Cuando vienen los temores recurría María. Es lindo que esta genealogía vaya de padres a hijos, porque ser padre es darse, ser madre también es darse por completo. Esto es lo que hizo María. Por eso es bueno aprender a valorar el esfuerzo de los padres, es bueno poder revivir y tomar dimensión de lo que verdaderamente significa ser padre, ser madre, y enamorarnos cada vez más de nuestra Madre del Cielo. Al final el ángel le dice a José, no temas en recibir a María por esposa. Creo que esta es la gran enseñanza que nos deja el Evangelio, no temas recibir a María, no tengas miedo. Cuando la dejas entrar a María en tu vida todo miedo se va, porque ella es la madre que consuela. Por eso cada vez que estés triste, cada vez que estés asustado, amargado, que no encuentres el camino, anda María, prepara tu corazón y recibí la María, encontrate con ella, porque cuando haces presente a María en tu vida aparece Jesús, a Jesús por María, porque ella te trae al Emanuel, al Dios con nosotros. ¿La estás teniendo presente a María en tu corazón? Es bueno poder pensarlo, poder rezarlo y pedir esta gracia al Señor.

Todas las promesas de Dios se han cumplido en Cristo y no esperamos otra revelación pública antes de la manifestación gloriosa del Señor.

Tené una vida de consagrado

La fiesta de la Natividad de la Virgen María, cada 8 de septiembre, congrega a la Iglesia en Argentina para celebrar la Vida Consagrada. Es un día donde somos invitados a la gratitud y a la oración por todos aquellos cristianos que han sido llamados a una vida de especial consagración.

Le pedimos a Nuestra Madre, regale de parte de Dios, a todos nuestros hermanos y hermanas, el don de la fidelidad y la alegría de la perseverancia. Consagrar significa separar lo mejor para Dios. Linda esta imagen porque nos ayuda a comprender que todos tenemos también una vocación de consagrados, de vocación de separar lo mejor para Dios. Por eso pregúntate si de verdad estás consagrando tu vida a Dios, tu vida, todo lo que tiene, tus hijos, tu familia, tu hogar, tu trabajo, tus estudios.
“Podemos mirar a la Virgen, pequeñita, santa, sin pecado, pura, elegida para ser la madre de Dios, y también mirar la historia que está detrás, tan larga, de siglos. María, la madre que cuidó a Jesús, también cuida con afecto y dolor materno este mundo herido”.

¿Qué le estás consagrando a Dios? No solamente desde la vida consagrada, quizás el Señor te esté llamando a eso y bueno tendrás que discernir y hacer un camino, pero sí desde tu día a día, desde lo cotidiano, consagrar nuestra vida a Dios. Pidamos al Señor entonces por todos los consagrados de la iglesia para que el Señor por intercesión de la Madre del Cielo, de la Virgen María, nos regale el don de la santa perseverancia y a vos que estás en camino tanto como nosotros.

Todo don, bendición, comunicación de gracia que Dios nos quiere hacer en la persona de Cristo, la tiene a Ella como la puerta a través de la cual nos llega. Es el camino que Dios eligió, en Jesús y desde Jesús. De allí que, al final de su vida, cuando Jesús nos quiere dejar la puerta abierta para el don de la redención que se ofrece plenamente en el misterio Pascual, nos entrega al pie de la cruz a su Madre: Ahí tienes a tu Madre. Que es como decir: Aquí está la puerta. Mujer, éstos son tus hijos, te los confío; dales la bienvenida, Vos que estás en la puerta que pone en contacto a la humanidad con la gracia nueva de vida que yo te regalo en Alianza de Amor con Vos.