27/05/2025 – El padre Fernando Cervera, sacerdote jesuita con amplia experiencia en prevención y asistencia de las adicciones, centró su alocución en cómo acompañar a quienes padecen una adicción. “A veces quien es adicto no pide ayuda y esto genera angustia porque comenzamos a tomar conciencia de la realidad. En el caso de la persona que consume se dan las mismas etapas que tienen sus familiares. El padecimiento debe ser discernido y es importante que la persona que quiere salir tenga la voluntad de hacerlo. Tiene que haber ganas de vivir, porque la sensación es ya no vale la pena, ya no puedo. La pérdida es espiritual también, la persona no tiene horizonte, ha perdido el sentido, La trascendencia nos saca del círculo cerrado de las adicciones. Lo primero que hay que discernir es el sufrimiento que nos paraliza y que otras veces nos vuelve impulsivos. En otras ocasiones actuamos por lástima, haciendo cosas que debería hacer la persona afectada. Hay que tener en claro que no somos mesías ni salvadores, ni obrar por lástima. Otra reacción posible es la bronca, la agresión y la violencia”, dijo el especialista.
“Es importante tomar distancia emocional del adicto y su adicción y lo que nosotros podamos acercarle a esa persona para que tome conciencia o pueda comenzar a recuperarse. Y allí es importante comprender el rol que ocupo en relación al adicto. Todos podemos acercar información o contactar al adicto con la ayuda. Quien está en una adicción tiene que encontrarse con los límites, con la consecuencia de lo que está haciendo. Sino, no va a ver lo que le está pasando porque actúan los mecanismos de negación y de minimización. Si económicamente o socialmente la persona adicta está mejor, más dificil que pueda salir. Pero si hay mayor experiencia de vulnerabilidad y carencia, mayor es la posibilidad de que pida ayuda. Siempre alguien que está en una carrera adictiva va a tener un montón de estrategias para continuar con su problema, mintiendo, disfrazando las cosas. Hay que lograr que la persona adicta vea las dificultades y barreras que pone para negar el hecho. Si he descubierto que la otra persona consume, yo tengo que planteare qué paso dar sabiendo que del otro lado no quieren saber nada para cambiar”, manifestó el padre Cervera.