Cómo actuar ante reacciones violentas de los jóvenes y cómo prevenirlas

miércoles, 22 de enero de 2020
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22/01/2020 – El crimen de Fernando Báez Sosa, en Villa Gesell, por parte de un grupo de jóvenes jugadores de rugby, y las imágenes de peleas entre jóvenes en Mar del Plata, Córdoba, y en otros puntos del país, nos llevaron a poner la mirada en la violencia que expresan estos hechos, y en la violencia con la que se expresan muchos jóvenes cuando están en grupo, una violencia que parece que se hiciera costumbre a la hora de la supuesta diversión.

Más allá de las responsabilidades penales puntuales que les cabrán a los involucrados en este hecho, hay, también, una responsabilidad social que debería hacerse cargo de la violencia que genera en sus propios integrantes, sobre todo en los jóvenes.

Por eso vamos a buscar respuestas a las preguntas que nos hacemos cada vez que vemos una agresión o una pelea como la que terminó con la vida de este chico en Villa Gesell: ¿De dónde surge la violencia en las personas?, ¿Qué la genera?, ¿Qué lleva a un chico a buscar o generar una pelea o a agredir salvajemente a otro, incluso cuando no puede defenderse, hasta matarlo?

Tratando de dar respuesta a alguno de estos interrogantes, en Radio María Argentina dialogamos con María Pía del Castillo, miembro de la Fundación Proyecto Padres quien al respecto sostuvo: “La manifestación de la violencia en los jóvenes tiene que ver con la imposibilidad de los padres de poner límites, de decir que “no”. Eso les enseña a tolerar la frustración, les hace ver que hay un otro”.

Del Castillo advirtió que “cuando advertimos que nuestros hijos tienen conductas violentas tenemos que estar presentes y pedir ayuda. Además, podemos charlar y acordar con otros padres sobre la forma en que se divierten los chicos porque así no se están divirtiendo, se están muriendo”.

Por su parte, la Licenciada Adriana Guraieb, Psicólogo, integrante de la Asociación Psicoanalítica Argentina y miembro de la Asociación Psicoanalítica Internacional recomendó que “si percibimos que los chicos están más nerviosos, más callados, que ven a los padres como enemigos, que tienen actitudes irascibles, o demandan libertad extraordinaria pueden estar expresando síntomas preocupantes de violencia”. Por ello, es parte de la responsabilidad de los padres estar atentos a esta situación y poder tomar medidas preventivas para evitar tragedias futuras.