22/01/2019 – Junto al padre Héctor Espósito seguimos profundizando en el tema “Educando en el perdón”. El sacerdote inició con la cita del Evangelio de San Mateo capítulo 12, versículo 33 y continuó desarrollando los “aliados del resentimiento”.
Junto al egocentrismo, sobre el que reflexionamos en el encuentro anterior, hay otros aliados: el sentimentalismo, la imaginación y la inseguridad.
En cuanto al Sentimentalismo, el padre Espósito remarcó que “los sentimientos son una fuerza que pueden mover a hacer el bien, sumándose a la fuerza de la voluntad. Además, cuando a las cosas que debemos hacer le metemos el corazón, como suele decirse, la calidad de nuestras acciones crece porque se humanizan. Pero para que los sentimientos jueguen un papel positivo en la conducta deben estar dirigidos por la inteligencia y la voluntad. Cuando esto no ocurre y las personas no controlan sus emociones, sino que son gobernadas por ellas, entonces se cae en el sentimentalismo”.
Cuando se vive así cualquier ofensa o agresión genera una reacción desproporcionada que fácilmente se convierte en un resentimiento porque la fuerza del sentimiento cierra campo a la conciencia y disminuye la capacidad de modificar voluntariamente la reacción que nos viene.
“Pasándolo al plano de la fe– señaló- ¿recuerdas cuando dices “Voy a Misa cuando lo siento” “Rezo cuando lo siento” “Vivo la fe cuando lo siento”? ¿Crees que tu fe se maneja por sentimientos o por convicción?
Otro de los aliados que colaboran en el resentimiento es la imaginación. “La imaginación también influye de manera determinante en el resentimiento. Cuando la imaginación escapa de nuestro control nos aleja de la realidad, deforma la manera de conocer las cosas, los acontecimientos y mucho más las acciones de los otros, y se convierte en fuente de complicaciones interiores. La imaginación sin control acaba exagerando las cosas. Hay exageraciones por exceso y exageraciones por defecto”
“En estos caso hay que cortar tajantemente lo que fabrica la imaginación antes que nos lleven a conclusiones que no son verdaderas ¡Cortala!”, enfatizó
La inseguridad es otro de los aliados del resentimiento. La inseguridad frecuentemente lleva a la persona a buscar llamar la atención por caminos muy variados. Por ejemplo, cuando éramos niños aprendimos a enfermarnos para llamar la atención.Algunas personas jamás superan esta idea y se las ingenian para estar siempre enfermos de algo. Si esta inseguridad se asocia con el pesimismo la persona puede considerarse víctima y fomentar autocompasión: “no me quieren, no me valoran, me rechazan, no me hacen caso”
Por último el padre Espósito remarcó que los medios para evitar el resentimiento son la gratitud y la generosidad y nos dejó 12 consejos consejos para vivir estas dos virtudes :
• Fíjate en las cosas buenas y en lo bueno de las personas. • Reconoce sinceramente lo bueno que tienes y eres y pon lo que está de tu parte para ser mejor. • No lamentarte por lo que no tienes o no eres. • Mira siempre las necesidades de los demás y ante un sufrimiento piensa que hay gente que sufre más • No exijas otras cosas, sino agradece aquello que se te ofrece. • Di siempre gracias con una sonrisa y valora el sacrificio de quienes buscan hacerte el bien. • Comparte las cosas y de buen modo • De vez en cuando regala algo que sea valioso para ti. • Comparte una sonrisa aunque te sientas mal • Escucha con atención lo que los otros tengan que decirte, aunque tenga otras cosas que hacer o realmente no te interese mucho lo que te digan. • Estar siempre dispuesto a ayudar y hacerlo aunque no te lo pidan • Haz algo cada día por el bien de los demás.
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