Cómo crecer en sabiduría y fortaleza

viernes, 31 de julio de 2009
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Yo los envío como a ovejas en medio de lobos:  sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.  Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas.  A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos.  Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes.  El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquél que persevere hasta el fin se salvará. Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra, y si los persiguen en esta, huyan a una tercera. Les aseguro que no acabarán de recorrer las ciudades de Israel, antes de que llegue el Hijo del hombre”.

Mateo 10,16-23

Un mandato para el que hay que prepararse

Jesús envía a los discípulos a la misión advirtiéndoles que para el anuncio de la Buena Noticia hay que prepararse con la gracia de la sabiduría: Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas”.

Hay que prepararse con la gracia de la fortaleza: “porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos”.

Y hay que prepararse con la gracia de la libertad interior: “no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablar&aa