03/02/2023 – Junto a hermana Mónica Cordero compartimos un nuevo programa del ciclo “Emociones y pastoral” en el que abordamos, en esta oportunidad, el sentimiento del enojo:
“Cuando a las emociones le ponemos una etiqueta moral cometemos un error”, comenzó diciendo Hermana Mónica. El tema no es el sentir la emoción sino el qué hacemos con ella.
¿Qué hacemos con el enojo? ¿Cuánto espacio le doy a esta emoción? ¿Me instalo en el enojo o dejo que el enojo se instale en mí?.
“Físicamente con el enojo se generan varias cosas: sentimos un calor interno, una agitación, la sensación de que algo saldrá afuera, como un volcán a punto de hacer erupción”.
“A veces reaccionamos con violencia física o verbal, subimos el voltaje en las palabras y hay insultos. Hay que recordar que el enojo, como toda emoción, es pasajero por eso es importante no instalarse en él.”
“Dependerá del voltaje de la emoción lo que generará en mí y en los demás. Por eso es bueno observar mi enojo y ver qué produjo a mi alrededor”
“El primer impulso es tratar de dominar la emoción porque ésta nos bloquea. Cuando estamos enojados no podemos pensar con claridad y serenidad. Por eso, lo que necesitamos es tomarnos un tiempo. Luego, más calmados y serenos, es necesario el diálogo.”
“Es importante y ayuda mucho el hecho de anticiparnos a la emoción y no exponernos a situaciones que sabemos nos enojan (por ejemplo, acordar no hablar de determinados temas en reuniones familiares, etc.)”.
“Lo mejor de nosotros sale cuando estamos serenos”. expresó hermana Mónica.
Hna. Mónica Cordero es consagrada de la Diócesis de Río Gallegos
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota