10/03/2023 – Junto a Fray Eduardo Agosta compartimos un nuevo encuentro en el ciclo que aborda diversas temáticas medioambientales desde la Encíclica Laudato Si‘. El padre Eduardo es fraile carmelita, físico y doctor en ciencias de la Atmósfera y los Océanos. También es miembro del Movimiento Laudato Si y del Dicasterio Pontificio para el Desarrollo Humano Integral.
Luego del abordaje de variadas temáticas en programas anteriores, Fray Agosta se refirió a la ecología integral desde una mirada teologal, en términos de fe y conversión, en la clave de promover transformaciones y acciones en pos del cuidado de la casa común.
La propuesta de ecología integral nos recuerda que, como hijos de Dios, somos parte de la creación. “¿Cuál es nuestra relación con la naturaleza? ¿Cómo nos vinculamos con la creación?”, son algunos de los interrogantes que nos ayuda a responder.
Para comprender la idea de ‘integralidad’, Agosta resaltó la importancia de reconocer el gran entramado de relaciones que se suceden continuamente en la tierra. “En la tierra, todos los fenómenos que ocurren no ocurren para sí, sino que tienen efectos de cascada, de interconexión físicos, muchos de ellos imperceptibles por nosotros”, explicó y agregó que en la encíclica Laudato Si’ una de las expresiones que más se repite es que “todo está relacionado”. Es decir, toda acción humana tiene un efecto sobre el ambiente, sobre los seres vivos y sobre otras personas.
Al respecto, el fraile se refirió al valor de entender dichas relaciones de interconexión que se suceden en el ambiente, también desde el punto de vista moral. Por tanto, saber que todo comportamiento tiene efectos que repercuten en el bien de los demás, en el bien de la tierra y de las otras criaturas.
Espiritualidad de la ecología
En la introducción de la encíclica Laudato Sí’, el Papa Francisco expresa que la ecología integral necesita de categorías nuevas que trasciendan el mero pensamiento científico, el lenguaje de la matemática y de la biología, y que nos conecten con la esencia del ser humano. “La ecología integral católica es también una relación con el creador, una espiritualidad, un modo de ser, de relacionarnos, de vivir la vida, una vida más en equilibrio y armonía con todo lo creado”, explicó fray Agosta.
La mirada desde la ‘espiritualidad de la ecología’ nos ayuda a crecer en las relaciones con el ambiente y con las personas, fundamentada en la relación con Dios, viéndolo como el Padre creador de todos. Esto nos permite cambiar el paradigma dominante que ubica al ser humano como poseedor de todo lo que ofrece la naturaleza, pudiendo hacer un uso indiscriminado de ella.
Al respecto, fray Agosta expresó que para crecer en ese cambio ayuda volver a conectar con la realidad natural, es decir, recuperar el contacto con la naturaleza: “salir de los ambientes demasiados acondicionados por nosotros mismos, reconectar con los bienes que la tierra nos provee en forma gratuita. Las grandes metrópolis nos privan de esa experiencia placentera, de gozo, de contemplación de la creación, de estar inmersos en el espacio”.
Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio que acompaña esta nota.
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