¿Cómo perseverar en el perdón?, por el padre Héctor Espósito

miércoles, 27 de febrero de 2019
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26/02/2019 – El padre Héctor Espósito, reflexionó sobre la importancia de perseverar en el perdón y la del sacramento de la confesión. Tomó como punto de partida la Carta del apóstol San Pablo a los Colosenses, capítulo 3, versículos del 5 en adelante, donde Pablo nos invita a renovarnos según la imagen del Creador, a revestirnos de sentimientos de profunda compasión y a practicar la benevolencia, y el perdón mutuo siempre.

¿Por qué confesarse ante un sacerdote?

En este tema, el padre Héctor explicó la importancia de confesar nuestros pecados a un sacerdote diciendo que “Confesarse con un sacerdote es muy diferente a hacerlo en lo profundo del corazón, porque la seguridad de que alguien igual que yo, puede decirme en nombre de Dios: <Yo te absuelvo, yo te perdono>, confirma en mí la gracia de Dios, una gracia de Dios que es más que el sentimentalismo, es la convicción de que Dios me ha perdonado y pasó por una mediación, un hombre y un hermano como yo”, indicó el sacerdote.

“Todos necesitamos de la mediación, por eso es tan sagrado el secreto confidencial y el sacramento de la confesión”.

En este sentido, dijo que “Cuando el hijo de Dios, la segunda persona de la Trinidad se hace carne, se hace hombre y vino ha tocarnos con su carne, ese tocar de Dios Hijo, en la persona divina de Jesús, nos da el perdón en su nombre, nos da la certeza de que hemos sidos perdonados”. “Porque Cristo al que le ha sido confiado el perdón de los pecados nos regaló a los hombres, otro de los dones más preciados, a ellos les regaló el poder mismo para perdonar”.

¿Cómo confesarnos?

El padre Héctor presentó los cinco momentos establecidos en el Catecismo, que nos ayudan a celebrar bien el sacramento de la confesión:

Examen de conciencia: “En primer lugar es necesario ponerme en oración -indicó el padre Héctor- con un crucifijo adelante, o en el sagrario, signos exteriores que nos ayuden a entrar en el silencio”.

Y agregó que “Hay que hacer el examen de conciencia con un papel y un lápiz, porque el examen de conciencia, es un regalo que me hago a mí mismo, un camino de madurez espiritual, es un requisito fundamental para que pueda vivir el sacramento. Puedo hacerlo mirando desde los diez mandamientos, los pecados capitales, desde mis actitudes, de mi relación con Dios, conmigo mismo, con los demás, con la creación, esto nos ayuda a discernir el espíritu del bien y del mal.

El arrepentimiento por nuestros pecados: “Esto constituye el requisito fundamental para recibir válidamente la absolución. Este arrepentimiento si es sincero comporta una ruptura con el pecado, una aversión del mal y comprende el deseo de cambiar de vida. Muchas veces el arrepentimiento se puede expresar con lágrimas”, completó.

Propósito de enmienda o cambio de vida: “Hay que pedirle a Dios de tomar la decisión de decir basta, y poder cambiar de vida”.

La confesión: “Es importante confesar al sacerdote los pecados, no agregar nada más, no hay que contarle la vida, para ello, es necesario pedir otro momento para tener una dirección espiritual”, clarificó el sacerdote. “En la confesión hay que enumerar los pecados y recibir la absolución”.

Acción de gracias, reparación: “El sacerdote invita a tener actitudes penitenciales, de acción de gracias y deseos de reparación”.

Finalmente, el padre Héctor compartió los siete pasos de una oración de sanación y recordó lo que Pablo nos deja sobre el amor: <El amor es paciente, no tiene en cuenta el mal recibido, el amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo soporta, el amor no pasará jamás>”, concluyó el sacerdote vicentino, Héctor Espósito.