Foto: Padre Mateo Bautista
18/10/2021- “Se acerca la fecha donde la Iglesia nos invita a conmemorar a nuestros fieles difuntos y es muy importante no improvisar esta celebración”, dijo el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, Licenciado en Teología Moral, licenciado en Teología Espiritual y Doctor en Pastoral de la Salud.
No nos dejemos dominar por el sufrimiento “Cuando se está elaborando el duelo y hay sufrimiento en todas las dimensiones de la persona es muy importante que el sufrimiento no nos domine; hay que tomar protagonismo del cómo queremos conmemorar este día, con quién estar, dónde orar. Hay días muy sensibles: día de la conmemoración de los fieles difuntos, cumpleaños, aniversarios, día de la madre, día del padre, Navidad y Año Nuevo, etc.; a estos días los denominamos fechas claves. Es muy importante que nos cuestionemos cómo nos preparamos y nos disponemos, no se trata de que el sufrimiento haga lo que quiera con nosotros”.
Ni víctimas ni doloristas “En estas fechas es importante no hacernos víctimas ni doloristas en el proceso de duelo; tenemos que afrontar el sufrimiento, aceptar que duele y nos tenemos que confrontar porque sólo se transforma el sufrimiento si se trabaja y se transforma el sufriente”.
No secuestrar a los muertos “En el duelo no hay que caer en la tentación de secuestrar a los muertos que están en Dios. Decir por ejemplo “que vengan conmigo porque yo los necesito”. No podemos sacar a nuestros seres queridos de la Gloria de Dios para decir que nosotros los necesitamos, es una expresión egoísta. El trabajo de duelo es superación de nuestro apego, de nuestro materialismo, de nuestro reduccionismo, de nuestra manera de poseer a los demás; por eso la preparación para estos días es fundamental”.
Decálogo para poder prepararnos para las fechas claves 1- Hay que cuidarse como sufrientes. No hay que descuidar nuestra dimensión corporal. 2- En la dimensión emocional es importante prepararnos para estar serenos. 3- En la dimensión mental es buenos preguntarnos ¿qué la muerte para mí?; ¿qué ha significado la muerte de mi ser querido; ¿cómo sigue mi vida?; ¿cómo es mi relación con los demás?; ¿cómo es mi relación con el ser querido muerto? El amor, la fe y la esperanza son más grandes que el peso de la muerte. 4- En dimensión vincular en importante no encerrarse. Hay que aprovechar la oración comunitaria, la celebración de la Eucaristía en comunidad. Al sufrimiento hay que abrirle ventanas. 5- Hay que afrontar estos días claves con coraje, con dinamismo, con valor y con valores. Sanamos nuestras heridas cuando nos damos en nuestros sufrimientos. 6- En la dimensión espiritual hay tres imágenes que nos ayudarán: Cristo Crucificado, la persona y ejemplo de la Virgen María, y la Eucaristía.
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