¿Cómo se aprende a escuchar el querer de Dios?

jueves, 21 de julio de 2022

21/07/2022 – Jesús en su palabra nos invita a la esperanza, y desde esa clave compartimos la Catequesis junto al Padre Javier Soteras.

En aquel tiempo, los discípulos se acercaron y le dijeron: «¿Por qué les hablas por medio de parábolas?» El les respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, pero a ellos no. Porque a quien tiene, se le dará más todavía y tendrá en abundancia, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene. Por eso les hablo por medio de parábolas: porque miran y no ven, oyen y no escuchan ni entienden. Y así se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: Por más que oigan, no comprenderán, por más que vean, no conocerán. Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido, tienen tapados sus oídos y han cerrado sus ojos, para que sus ojos no vean, y sus oídos no oigan, y su corazón no comprenda, y no se conviertan, y yo no los cure. Felices, en cambio, los ojos de ustedes, porque ven; felices sus oídos, porque oyen. Les aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que ustedes ven, y no lo vieron; oír lo que ustedes oyen, y no lo oyeron.»

Mateo 13, 10 – 17

 

El evangelio nos advierte que la capacidad de comprensión de Dios no pasa por cuánto sabemos razonar. Teresa de Jesús dice que se trata de cuánta capacidad hay en nosotros de amar, “se trata de amar mucho”.

Y eso acontece cuando ‘pescamos’ dentro de nosotros el deseo que tenemos de Dios. Para encontrarnos con lo que queremos hallar de Dios, tenemos que sintonizar lo el deseo más profundo, más hondo, que hay en nosotros.

 

¿Cómo se aprende a escuchar el querer de Dios?

Se aprende a escuchar cuando le damos la bienvenida a la Palabra. Entonces, ¿dónde de expresa la Palabra? En la naturaleza, ahí están las huellas del creador que todo lo hizo por la Palabra. La naturaleza es el lugar donde la belleza de lo creado habla de Dios. En la historia también se hace presente la Palabra.

Dios habla sobre todo en el escenario de la fraternidad, y en la solidaridad, como un lugar privilegiado donde Dios se manifiesta.

Además, la Sagrada Escritura es el lugar donde la Palabra de Dios es pronunciada y anunciada como verdad revelada.

 

¿Cómo funciona el oído interior?

Muchas veces no se ‘sintoniza’ bien porque hay interferencias. Es necesario un ajuste interior para sintonizar con el querer de Dios. Es una gracia que hay que pedir, sobre todo cuando sentimos que no logramos conectarnos con el querer de Dios.

Los discípulos de Emaús hacen este ejercicio. La Palabra se ha puesto en camino con ellos y han sentido arder su corazón mientras peregrinan. Así, surge de dentro del corazón ese “quédate con nosotros”. El oído interior es el lugar donde la Palabra se hace receptiva.

 

Jesús nos invita a renovarnos en la escucha

Tal vez una de las dificultades que encontramos en la sociedad para habilitar un diálogo cordial, sea esta imposibilidad que tenemos de escucharnos. Entonces se impone el que grita más, el que violenta más o  el que descalifica más.

¿Quién habilita el oído? En el bautismo hay un gesto, efetá, que significa: ábrete. Esa es la palabra que pronuncia hoy en el Señor sobre tu oído, sobre tu boca, para que puedas comunicarte mejor con el cielo y con tus hermanos.

Efetá. Ábrete. Que Dios te regale esa gracia y puedas encontrar por dónde salir adelante en este tiempo.

*Para escuchar la Catequesis completa activá el audio que acompaña esta nota.