30/08/2022 – Finalizamos esta semana el ciclo “Vivir para servir: la espiritualidad del voluntariado”, junto a María Cecilia Jaurrieta, de la Orden Franciscana Seglar.
El tema de hoy fue la comunicación para la comunión y la participación y, como es habitual, María Cecilia comenzó el espacio con una oración, en este caso inspirada en la Plegaria de reconciliación:
“En verdad es justo y necesario darte gracias y alabarte, Dios, Padre todopoderoso, por todo lo que haces en este mundo, por Jesucristo, Señor nuestro. Pues en una humanidad dividida por las enemistades y las discordias, sabemos que tú diriges los ánimos para que se dispongan a la reconciliación. Por tu Espíritu mueves los corazones de los hombres para que los enemigos vuelvan a la amistad, los adversarios se den la mano, y los pueblos busquen la concordia. Con tu acción eficaz puedes conseguir, Señor, que el amor venza al odio, la venganza deje paso a la indulgencia, y la discordia se convierta en amor mutuo. Haz de nosotros instrumentos de paz, justicia, verdad, libertad y fraternidad para que en nuestras comunidades seamos un signo visible de tu presencia entre los hombres hasta que vuelvas. Amen”.
“El éxito de cualquier grupo se sostiene por la comunicación entre sus miembros. Cualquier apropiación de la información entorpece la vida del grupo e impide que el grupo trabaje como una unidad”.
“La comunicación entre los seres humanos se debe inspirar en la biología: los seres vivos se comunican automáticamente. Los seres humanos tienen libertad y, a veces, son la causa del mal funcionamiento de los grupos. Así como la comunicación crea la comunión y favorece la participación cuando no hay comunicación se genera discordia y apatía”.
Además de compartir acerca de la importancia de la comunicación en el ámbito del voluntariado, Cecilia nos trajo algunas iniciativas interesantes para compartir:
-Pastoral de la escucha de los camilos:
-“San Camilo escucha”: En todas las redes sociales (facebook, instagram) www.religiososcamilos.com.ar/centro de escucha-san camilo
-Taller de escucha virtual: 11 de setiembre a las 16 hs y de manejo del enojo presencial en la Medalla Milagrosa a partir del 15 de setiembre (contacto: 541150420374)
Finalmente María Cecilia nos compartió algunos “Consejos para chismosos”:
-No permitas que tus palabras arruinen la vida de los otros, su carrera profesional, sus relacione. Si eres de los que hablan por detrás de los demás, tus palabras hablaran más de ti que de ellos. -Los chismes, habituales en familias, clubes, iglesias, escuelas, deben considerarse como actividades de alto riesgo por el daño que provocan aun si fueran verdad. -El chisme no necesita ser falso para ser dañino-hay muchas verdades que no deben difundirse -No difamarás a tus compatriotas, ni pondrás en peligro la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor. (Levítico, 19,16) -Aplica el triple filtro de Sócrates: Di algo si es verdad, si es bueno y si es útil. Si no es ni verdadero, ni bueno ni útil…. No lo digas. -Los chismes pueden parecer inofensivos pero son peligrosos y destructivos de las relaciones comunitarias. -El apóstol Pablo dice: No profieran palabras inconvenientes; al contrario, que sus palabras sean siempre buenas, para que resulten edificantes cuando sea necesario y hagan bien a aquellos que las escuchan (Efesios 4,29) -Las relaciones se dañan irreversiblemente. Piense como se sentiría Usted si algún amigo suyo revelara información confidencial sobre Usted. -Si eres un chismoso muchos se alejarán de ti o tendrán contigo conversaciones muy superficiales. -Es muy probable que el chisme también te hiera a ti emocionalmente ya que sentirás culpa, remordimiento, intranquilidad, ansiedad -Busca un camino para no participar de las conversaciones del chismoso. Muéstrate enojado, mira para otro lado y no cuentes ni divulgues lo que se contó. -Piensa que el que murmura tiene una información incompleta o desviada de los hechos. Muchas veces transmite sus propias percepciones que pueden completamente erróneas y llevarte a errores de análisis. A menudo catastróficos. -Si vas a compartir alguna información o hablar de otra persona, reduce el número de tus confidentes y refiérete al hecho con las mismas expresiones y sentimientos que querrías que tuvieran contigo en idénticas circunstancias. -Cuando el otro comete errores puedes hablar de sus acciones y condenar los hechos pero siempre utiliza la imaginación de la caridad para excusar sus intenciones. Solo a Dios le corresponde la condena. Tú limítate a utilizar la mala conducta de los demás para no proceder de la misma forma.
María Cecilia Jaurrieta
Podés escuchar el programa en el audio que acompaña esta nota y acceder al ciclo completo de María Cecilia haciendo click aquí