08/08/2025 – «¿Sentís que las pantallas te consumen o te enriquecen? El Padre Humberto González nos invita a una profunda y amena reflexión para ayudarnos a encontrar una respuesta. En el ciclo «Reflexiones para el finde», el Padre Humberto González, cariñosamente conocido como «Humbi», nos invita a una profunda y amena reflexión, conectando la figura de Santa Clara de Asís (que celebramos cada 11 de agosto) , patrona de la televisión, con la importancia de una actitud consciente y crítica ante los medios de comunicación.
La nota comienza con una anécdota fascinante: Santa Clara, imposibilitada por enfermedad para asistir a misa de Navidad, tuvo una experiencia mística en la que pudo ver y participar de la celebración a distancia. El Padre Humbi nos cuenta que este hecho, que en su momento pareció increíble, fue el motivo por el cual el Papa Pío XII la nombró patrona de la televisión y las telecomunicaciones. Esta historia es la excusa perfecta para desafiar la antigua postura de la Iglesia, que por mucho tiempo tendió a condenar los medios de comunicación. Citando al Papa Juan XXIII, el Padre Humberto resalta que la condena no siempre es el mejor camino, y que la Iglesia, desde sus inicios con la radio, ha demostrado que es posible bendecir y utilizar las nuevas tecnologías para evangelizar.
A partir de esta idea, el Padre Humbi nos propone pasar de una «ética del emisor» a una «ética del receptor». Esto significa que no solo debemos esperar que los medios de comunicación transmitan un buen mensaje, sino que nosotros, como espectadores, tenemos la responsabilidad de ser protagonistas activos de lo que consumimos. El Padre Humbi compartió un decálogo práctico con consejos, producto de un diálogo con la inteligencia artificial, para ejercer esta actitud crítica y responsable. Entre ellos, destaca la importancia de la selección consciente (elegir contenidos que nos aporten valor), establecer límites de tiempo, mantener una actitud crítica (no aceptar todo lo que vemos como verdad absoluta), buscar la diversidad de opiniones y fomentar la empatía a través de programas que nos permitan conocer otras realidades.
En definitiva, la figura de Santa Clara y la anécdota de su visión se convierten en una invitación a ser peregrinos de la verdad en el mundo digital, a discernir qué mensajes nos acercan a Dios y cuáles nos alejan, y a ser conscientes de que el tiempo que dedicamos a los medios es un regalo que debemos aprovechar. El Padre Humberto nos recuerda que la fe no debe ser «angelical» ni desencarnada; por el contrario, la espiritualidad debe ser vivida en la carne, en las cosas cotidianas, y los medios de comunicación son, sin duda, parte de esa realidad. Así, nos invita a que, con un espíritu claretiano (claretiano, porque le ha pedido a las monjas clarisas que recen por él), aprendamos a disfrutar de este gran invento de la humanidad de forma responsable y con un corazón abierto.