23/06/2017 – Hoy celebramos la fiesta del Sagrado Corazón, devoción antiquísima y a la vez muy cercana a los jesuitas por el amor que Ignacio de Loyola tenía por el corazón del Maestro, a quien quería parecerse.
La cordobesa Catalina María Rodríguez, más conocida como la “Madre Catalina” se consideraba “nieta de San Ignacio” y es la fundadora de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. En sus colegios se vive con mucho fervor y alegría la fiesta del Sagrado Corazón. En el año en que seguramente será beatificada, celebran con un chocolate caliente, como acostumbraba Catalina. De su cuenta de Instagram tomamos este testimonio:
Desde jardín hasta el secundario fui a un colegio llamado Sagrado Corazón (de las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús). Cada año, cuando llegaba su día en el mes de junio, una de las cosas que esperábamos todos era la “chocolatada” con facturas después de la misa. Muchos decían que la Madre Catalina (fundadoras de estas hermanas) tenía la costumbre de repartir chocolate, sobre todo a los más pobres. Con los años fui sintiendo que esa costumbre no era sólo una cuestión de festejo. Remontaba a otra cosa. Nos conectaba con la calidez, la hospitalidad y el encuentro. Me conectaba con un corazón de Jesús que no era de yeso, sino de carne. No era un corazón frío sino que sabía vivir la calidez y la cercanía en medio de condiciones bajo cero. No era un corazón con bisagras oxidadas, sino abierto de par en par al otro que busca un lugar. Hoy, día del Corazón de Jesús, se nos presenta el desafío de hacerle frente a los corazones “modo freezer”. Hay muchos corazones fríos que en vez de achicar distancias, las aumentan; en vez de ser hospitalarios, ahuyentan; en vez de buscar la paz y la justicia, fomentan la violencia. Muchos corazones viven bajo cero pensando que es lo mejor, lo que da el éxito, lo que te hace más fuerte y te ahorra problemas. Pero la lógica es otra, es la lógica de un corazón que entra en “modo chocolate caliente”. Algo que abriga, que reúne. Es un corazón que romper hielos y provoca los encuentros. ¿En qué modo está tu corazón últimamente? Pensá en la relación con tus amigos, familiares y compañeros. Que el Corazón de Jesús nos regale la posibilidad de acertar en el modo que más se parece a él. Que conozcamos más y mejor cómo funciona el corazón “modo chocolate caliente” y dejemos de lado el corazón “modo freezer”. Los demás, sobre todo los más pobres, te esperan para que contagies calidez y ternura, hospitalidad y encuentro. ¡Corazón de Jesús en vos confiamos!
Desde jardín hasta el secundario fui a un colegio llamado Sagrado Corazón (de las hermanas Esclavas del Corazón de Jesús). Cada año, cuando llegaba su día en el mes de junio, una de las cosas que esperábamos todos era la “chocolatada” con facturas después de la misa.
Muchos decían que la Madre Catalina (fundadoras de estas hermanas) tenía la costumbre de repartir chocolate, sobre todo a los más pobres. Con los años fui sintiendo que esa costumbre no era sólo una cuestión de festejo. Remontaba a otra cosa. Nos conectaba con la calidez, la hospitalidad y el encuentro. Me conectaba con un corazón de Jesús que no era de yeso, sino de carne. No era un corazón frío sino que sabía vivir la calidez y la cercanía en medio de condiciones bajo cero. No era un corazón con bisagras oxidadas, sino abierto de par en par al otro que busca un lugar.
Hoy, día del Corazón de Jesús, se nos presenta el desafío de hacerle frente a los corazones “modo freezer”. Hay muchos corazones fríos que en vez de achicar distancias, las aumentan; en vez de ser hospitalarios, ahuyentan; en vez de buscar la paz y la justicia, fomentan la violencia. Muchos corazones viven bajo cero pensando que es lo mejor, lo que da el éxito, lo que te hace más fuerte y te ahorra problemas.
Pero la lógica es otra, es la lógica de un corazón que entra en “modo chocolate caliente”. Algo que abriga, que reúne. Es un corazón que romper hielos y provoca los encuentros. ¿En qué modo está tu corazón últimamente? Pensá en la relación con tus amigos, familiares y compañeros. Que el Corazón de Jesús nos regale la posibilidad de acertar en el modo que más se parece a él. Que conozcamos más y mejor cómo funciona el corazón “modo chocolate caliente” y dejemos de lado el corazón “modo freezer”. Los demás, sobre todo los más pobres, te esperan para que contagies calidez y ternura, hospitalidad y encuentro.
¡Corazón de Jesús en vos confiamos!