Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica

jueves, 12 de junio de 2025

11/06/2025 – En «Palabras jóvenes de grandes hombres», el padre Alejandro Nicola nos invitó a seguir profundizando en las verdades fundamentales del Credo. En esta ocasión, junto a la enseñanza de los Padres de la Iglesia, nos detuvimos en la expresión: «Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica».

Desde los primeros siglos, la Iglesia ha sido comprendida como una realidad profundamente unificada, aunque extendida a todos los pueblos. Como expresaba San Cipriano de Cartago:

“Muchos son los rayos del sol, pero una sola es la luz; muchas son las ramas del árbol, pero uno solo es el tronco… Si cortas la rama del árbol, no podrá germinar la rama cortada; si atajas el arroyo aislándolo de la fuente, se secará.”

En esta metáfora, la Iglesia aparece como madre fecunda, fuente de vida y unidad. Separarse de ella no es simplemente tomar otro camino: es alejarse de la fuente de gracia.

La Iglesia antigua: comunión, sinodalidad y Tradición

El padre Alejandro hizo un recorrido por la experiencia de la sinodalidad en los primeros siglos: sínodos, concilios, cartas de comunión entre las Iglesias locales. La unidad no era uniformidad, sino comunión viva que se mantenía a través del Espíritu y la fidelidad a la Tradición apostólica.

Citando a San Ireneo de Lyon destacó esta dimensión unificadora de la Tradición:

“La Iglesia conserva una misma fe, como si tuviese una sola alma y un solo corazón… la predica y transmite con una sola voz… Así como el sol es uno en todo el mundo, también lo es la luz de la predicación de la verdad.