15/06/2022 – Compartimos una nueva edición del programa “Por la vida”, donde un equipo multidisciplinar de especialistas abordan temáticas relacionadas con la bioética, la vida y la familia.
El tema de hoy estuvo centrado en el procedimiento denominado ‘Crispr’ -sigla referida a una técnica de modificación del genoma humano- y a las controversias legales y éticas que conlleva.
Antes de eso, y como es habitual, se pasó revista a las principales novedades de la semana. Entre ellas, se destacaron las palabras que el Papa Francisco dirigió en el marco de una audiencia concedida a los miembros de la Federación de Asociaciones Familiares Católicas de Europa.
En su mensaje, el Papa aseguró que la práctica de los ‘vientres de alquiler’ amenaza la dignidad humana porque explota a las mujeres y trata a los niños “como mercancía”, al tiempo que lamentó “la plaga de la pornografía” que debe ser denunciada como una “amenaza contra la salud pública” porque es “un ataque permanente a la dignidad del hombre y de la mujer”.
Otra de las novedades que se destacó en el programa fue el proyecto de ley que busca asegurar los cuidados paliativos, la formación de profesionales e investigación, como así también el acceso de los pacientes a las prestaciones en el ámbito público, privado y el acompañamiento a las familias.
El dr. Nicolás Lafferriere explicó en detalle el procedimiento denominado CRISPR, una sigla en inglés que refiere a una técnica que permite la edición del ADN, por la que se obtiene un segmento del mismo para reemplazarlo por otro.
“El ADN es un conjunto de bases químicas que generan ‘instrucciones’ para la vida y que, en el caso del ser humano, tienen un secuencia concreta y están ubicadas en un orden determinado”.
“A través de un estudio se descubrió la posibilidad de intervenir directamente sobre un segmento o sector de estas bases químicas humanas para cortarlo y reemplazarlo por otro. Es decir, dirigir un segmento o un sector específico del ADN de una célula objetivo y allí se realiza esta técnica de edición para reemplazarlo por otro con las características buscadas”.
El dr. Lafferriere aclaró que “esta transformación puede hacer mucho bien, como curar enfermedades, pero esto cambia cuando se aplica a embriones, por ejemplo. Estamos en un momento en que esta técnica, descubierta en 2012, tiene aplicaciones terapéuticas limitadas en personas adultas y se realiza con muchas precauciones”.
“Lo que genera preocupación es que esta técnica se utilice para modificar genéticamente embriones humanos o células germinales en búsqueda de ‘mejorar’ la especie humana a través de la manipulación genética, lo que ya tendría otras implicaciones éticas”, advirtió.
Te invitamos a escuchar el programa completo con el desarrollo y análisis de este tema en el audio que acompaña esta nota