24/10/22- “Hay que recordar que somos sanadores heridos, cuando sufrimos tenemos que mirar nuestras heridas. Un buen trabajo de duelo nos enseña a ser respetuosos con la realidad, no negarla. También es importante hacerme un diagnóstico de la propia herida. La gran tentación es quedarnos embarrados en el sufrimiento. Hay que recordar también es que no avanzamos sino salimos de nuestro ensimismamiento, porque el sufrimiento me quiere encerrar. Tenemos que contar con los recursos internos, comunitarios y de la Gracia de Dios”, dijo el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, en el programa “Acortando Distancias”.
“Es porque Jesús tenía un “botiquín” de recursos, un trabajo interior, toda una experiencia de vida en todas las dimensiones”, dijo el sacerdote. “Por eso ,cuando nos viene un gran sufrimiento, lo primero que tenemos que preguntarnos es : “¿cómo esta mi “botiquín”, mis recursos?; ¿cómo reaccionaría Jesús ante ésta tentación de rencor?”.
¿Cómo controló Jesús la negación de Pedro? “El evangelista Lucas dice que ese momento Jesús mira a Pedro, y allí Pedro lloró. Fue una mirada, no hubo palabras”, dijo el Padre Mateo.
Los relatos de Resurrección, son relatos de un proceso de duelo. Los discípulos estaban heridos, temerosos. La presencia de Jesús en medio de ellos fue un acto de reconciliación. Junto al lago de Galilea, Jesús lo confronta a Pedro con tres preguntas:¿Pedro, me amas?. Lo hace para ayudarlo, porque Pedro estaba herido consigo mismo por lo que hizo. Pedro necesitaba ser ayudado. Si Jesús no lo confrontaba, Pedro no hubiese salido airoso de su herida. Pedro se hubiese muerto con su herida.
Judas entrega a Jesús, con dinero por medio. Ante el beso de Judas, Jesús responde con una pregunta “¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” Jesús ya venía trabajando la herida de Judas. Jesús le daba oportunidades para que reaccione, que se arrepienta.
Pedro termina reconciliado con Jesús, a través de un proceso. Pedro aceptó su debilidad y luego se arrepiente. En cambio Judas no aceptó su propia realidad; no aceptó la misericordia de Dios.
Pedro hace comunidad, Judas se aparta de todo vínculo. Pedro reconoce el amor de Dios, Judas rechaza ese Amor infinito.
“El proceso de Judas es bien diferente. La negación fue igual tanto en Pedro como en Judas, pero el final fue bien diferente. Judas se creyó mas grande, creyó que su pecado era mas grande que la misericordia de Dios. Judas trata de resolver su dolor desde sí mismo. A Judas le faltó hacer un proceso de sanación desde sí mismo, desde la comunidad y desde la Gracias de Dios.”
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