05/11/19-El habla no es inocente y las palabras a veces, consciente o inconscientemente, están cargadas de dolor y agresión. No podemos volver la espalda a esta realidad. Hay muchos estereotipos y prejuicios de la vida cotidiana y aquellos términos que repetimos sin conciencia y terminan generando violencia concreta. Sin embargo, existe la posibilidad de ir resignificando las palabras que utilizamos.
Corina Lang es doctora en psicología por la UBA, emprendedora social y especialista en diversidad e integración de población vulnerable.
¿Cuál es el lugar del lenguaje en el ser humano?
“Somo seres humanos porque, entre otras cosas, vivimos en el mundo del lenguaje. No sólo hablamos del lenguaje verbal, sino que hay varios niveles de comunicación: palabras, gestos y tono de acuerdo a cada situación. ”
La palabra crea
“ El Antiguo Testamento nos señala que Dios creó el mundo a través de la Palabra. La palabra crea, esto es fundamental: crea vida, pero también puede crear destrucción. La palabra también cura, si la pronuncio o escucho con fe. Es un lenguaje que tiene su poder. Tengamos conciencia para qué transmito lo que transmito, la palabra deja huella cuando hay una intención.”
El lenguaje del descarte
Desde nuestras conversaciones creamos realidades. En nuestra sociedad muchas veces es difícil que cada uno se pueda expresar pacíficamente sin ser insultado o condenado, o agredido, o descartado. “Somos responsables del lenguaje que utilizamos, con la palabra podemos generar toxicidad. Cuando nos han descalificado con ciertas palabras desde niños, la invitación es a reencontrarnos con quien de verdad somos. Somos hijos de Dios; debemos amar y amarnos tal como hemos sido creados.”
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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