De habitantes a ciudadanos

lunes, 31 de mayo de 2010
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No sólo somos habitantes sino que estamos llamados a ser ciudadanos

Habitante: se refiere a aquél que habita, constituye parte de una población

Cuando éramos chicos en el colegio aprendíamos las gestas las hazañas de 1810, la libertad, la independencia, los héroes que por allí quedaban olvidados. Cuando se cumplió el primer centenario de la patria en 1910 se celebró con agrado y pomposidad haciendo grandes monumentos, de forma similar que en la actualidad. Se remodelaron avenidas, edificios públicos teatros, hubo visitas de personalidades del mundo luces brillos de fiesta que querían expresar en ese 1910 el progreso de nuestra nación. A lo largo de la historia los valores cristianos que vos y yo conocemos fueron impregnando la cultura aún antes de la emancipación y se fueron uniendo a la enorme sabiduría de los pueblos originarios y se fueron enriqueciendo también con las sucesivas inmigraciones y así se fue formando nuestra cultura. Esta cultura que hoy también nosotros estamos celebrando y festejando en nuestra patria por eso hoy queremos reflexionar desde una perspectiva humano espiritual este bicentenario para que no quede solo en los fondos del bicentenario o en el año del mundial de Sudáfrica que esta banderita no quede solo para flamearla cuando juegue Argentina . Que podamos honrar esos orígenes para valorar el presente y que podamos construir el futuro. Honrar lo bueno de nuestra propia historia porque hay muchas cosa buenas, reconocer los valores que tenemos, como la solidaridad la familia el no bajar los brazos y luchar, la tierra, estos valores que se han ido forjando a lo largo del tiempo. La búsqueda del respeto a la dignidad del varón y la mujer el espíritu de libertad el interés por los reclamos que se hacen ante la justicia y tantos otros valores que hemos ido descubriendo y revitalizando a lo largo de nuestra historia.


En el transcurso de este día tan especial a través de Radio María ya lo habrás escuchado varias veces, la patria como un don un regalo de Dios que se nos presenta como algo a que podamos realizar cada día no como algo que me dieron enlatado o preparado y finalizado. Esta patria que se da para realizarse cada día y para cada generación que no es algo estático sino que es algo dinámico que ha sido confiado a nuestra libertad como un regalo que tenemos que cuidar y perfeccionar . No sentimos cooperadores del anuncio del reino también aquí en nuestra patria, del anuncio del evangelio cooperadores, operamos también junto a la presencia de Dios que es Señor de nuestra historia.

Hace cien años el objetivo de la celebración fue mostrarse al mundo hoy el objetivo que bueno que lo podamos descubrir, mirar hacia el interior de nuestro país mirar esa deuda interna, esta gran deuda que tenemos los argentinos esta deuda social y por eso es interesante preguntarnos si estamos dispuestos a cambiar y a comprometernos para saldarla porque es muy fácil salir con la escarapela con la banderita ir a ver un hermoso desfile o bien arreglar la fachada de un teatro o arreglar su interior , pero también deberíamos tener en cuenta esta deuda social e interna . En la 80 asamblea plenaria del año 2000 afrontar con grandeza nuestra situación actual los obispos se preguntaban ¿no deberíamos acordar entre todos que esa deuda social que no admite postergación sea la prioridad fundamental de nuestro quehacer?. Que interesante sería tener en cuenta como gran festejo poder saldar de alguna manera esta deuda, por lo menos ponernos en camino hacia este lugar , caminar a saldar esta deuda interna más allá de todos los arreglos externos que podamos hacer en cada una de nuestras localidades.

Monseñor Arancibia arzobispo de Mendoza nos decía el 25 de mayo de año pasado el pueblo argentino recuerda cada año la gesta de mayo de 1810 con amor a la patria y espíritu religioso. Somos herederos de esta tradición, estamos muy agradecidos a Dios y a los que fundaron la nación.


Hoy queremos celebrar con idénticos sentimientos de afecto agradecido y de piedad cristiana. Esta tradición y nuestra auténtica fe nos llevan a tener presente en nuestro diálogo filial con Dios nuestra querida patria que necesita de su presencia, de este Dios providente y de su ayuda para que seamos protagonistas de una nueva aventura que se nos abre desde estos 200 años de historia, que nos haga capaces de ser una nación y capaces de pasar ser habitantes a ciudadanos, constructores del bien común en el lugar en que vos estés, desde allí estamos invitados.

Recordarás durante la crisis del 2001, la vida nos puso a la puerta de la fragmentación más dolorosa y de inestabilidad de las instituciones, en ese tiempo la iglesia nos propuso una oración común para poder abogar por una patria de hermanos. Para los cristianos la oración es este dialogo confiado con Dios para poder agradecer pedir adorar y poner toda la vida en las manos bajo su amparo a nuestra patria


La consigna de esta noche es; ¿Qué acciones y gestos concretos podemos tener para pasar de ser habitantes a ciudadanos?

También vamos a profundizar la oración por la patria que tanto se viene rezando con la cual estamos suplicando al Señor su presencia entre nosotros. Vamos a ir descubriendo la riqueza que el Señor nos quiere dejar a través de esta súplica que todo el pueblo argentino le hace al Señor de la historia


Vamos a la primera parte de esta oración y la vamos a ir desmenuzando entorno también a una homilía de Monseñor Arancibia obispo de Mendoza, que nos puede servir de mucha ayuda.


Jesucristo Señor de la historia te necesitamos nos sentimos heridos y agobiados precisamos tu alivio y fortaleza


Así comienza esta oración que venimos rezando hace largo tiempo donde venimos suplicando al Señor y en la que vamos descubriendo gran riqueza. La oración se dirige en primera instancia con humildad a Jesús, el Cristo y el Señor de nuestra historia como nación expresando la fe que en teoría tiene la mayoría en la nación argentina y que está fuertemente arraigada en nuestra cultura. Yo me preguntaba como había sido en mi propia historia Jesús Señor y en tu historia personal. Que interesante es poder ver al Señor en la historia de nuestra patria, como Señor de la historia de nuestra patria, en lo concreto a través de María, en Luján, Catamarca con Nuestra Señora del Valle, Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, en distintos lugares de nuestra patria el Señor se ha manifestado a través de María. Él ha estado presente.

En esta oración decimos que lo necesitamos porque nos sentimos heridos y agobiados, heridos por la pobreza, la exclusión, la indiferencia, por el individualismo, por el rencor, el odio. Heridos por la violencia, la división entre los argentinos y los cristianos, pero también compartimos el gozo de la fe en Jesús el Hijo de Dios hecho hombre muerto y resucitado que vence al pecado y a la muerte y nos aumenta la esperanza. Jesús le ofrece a la humanidad la fuerza de su reino por eso estamos recurriendo a Él , ese reino que no es de este mundo pero que aquí en este mundo va suscitando entusiasmo , actitudes, creatividad , fuerzas y ganas para seguir adelante , para luchar a favor de la justicia , a favor del amor y de la paz . Ese mismo reino que lo percibimos en los valores que recién mencionábamos, que nuestra patria fue teniendo a lo largo de la historia, la fe la amistad el amor por la vida la solidaridad el espíritu de libertad el aprecio por la familia el amor a la tierra la sensibilidad hacia el medio ambiente y también el ingenio popular que no baja los brazos para resolver solidariamente las situaciones duras de nuestra vida cotidiana. Confesamos tener necesidad , le decimos te necesitamos Señor de la historia , este acto de humildad nos pone en el lugar en el cual Dios puede ser Dios , necesitamos de Él por ser concientes de nuestros límites , de nuestros errores en nuestro obrar cotidiano tanto personal como social , por eso decimos que vamos construyendo nuestra patria y hemos tenido errores y aciertos y confesamos la necesidad de Él y ante el Señor de la historia no podemos ocultar lo que sentimos , Él conoce las heridas , Él conoce estos sufrimientos , los sufrimientos de las personas concretas , de los familiares , de los pueblos de las ciudades ante la crueldad humana como también ante la virulencia de los acontecimientos naturales en los distintos lugares del país , es parte de nuestra historia como también en tu familia tendrás distintos acontecimientos que han ocurrido. Esta es nuestra historia común y ante todo esto pedimos alivio, consuelo y al mismo tiempo pedimos fortaleza porque aquel que tiene puesta su mirada en Jesús no huye de los problemas sino que busca y pide el don para ser valiente y luchar para poder cumplir la vocación de poder progresar y servir, por eso le decimos Jesucristo Señor de la historia te necesitamos porque nos sentimos heridos y agobiados y entonces precisamos Tu alivio y Tú fortaleza.


Queremos ser nación una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.

El 25 de mayo de 1810 el cabildo abierto de Buenos Aires expresó el primer grito de libertad para nuestra patria, el 9 de julio de 1816 los representantes de las provincias unidas en Sudamérica se reunieron en la ciudad de San Miguel de Tucumán y declararon la independencia nacional , estamos agradecidos por nuestro país y por las personas que lo forjaron y recordamos la presencia de la iglesia en aquellos momento fundamentales. Queremos ser nación, estamos agradecidos de esa nación pero ¿qué evoca la palabra nación?, podemos pensar en bienes, estructuras, instituciones que son de todos y para todos. Podemos pensar en la palabra nación como territorio de un país, tan bien el conjunto de habitantes de un país regidos por un mismo gobierno. Todo esto no siempre nos despierta aprecio, respeto y más aún no siempre nos despierta responsabilidad. Sin embargo la nación es fundamentalmente esta comunidad de hombres que están congregados sobre todo por el vínculo de una misma cultura. Los hombres son un pueblo de una nación porque están vinculados, estamos vinculados por una misma concepción del ser humano y del mundo, por una misma escala de valores que se traduce en actividades y costumbre y también en instituciones comunes. Entonces una nación es mucho más que un territorio, que una historia y unos bienes compartidos o una estructura de estado, es una comunidad de hombres vinculados en una misma cultura y en un mismo sentir.


Desde la fe religiosa para nosotros la nación o la patria es un don de Dios confiados a nuestra libertad un regalo de amor que debemos cuidar y por supuesto mejorar y perfeccionar, esto exige a todos a hacernos cargo de su marcha para que podamos buscar un crecimiento integral un crecimiento tuyo, mío y de aquel que está excluido hoy y podamos encontrar soluciones a las necesidades tuyas y mías a nuestros conflictos. Esta es la patria, esta es la nación.

Hoy en Tedeum que se realizaba en Luján uno de los testimonios de una pastora evangélica ella hacía referencia a una parte de Padrenuestro ‘danos hoy el pan de cada día’ ella decía ‘el pan de cada día es nuestra patria , el pan de cada día es aquel que está trabajando cotidianamente , el que es honesto , es el regalo que Dios nos da’ . Que bueno que en este bicentenario podamos valorar lo que el Señor nos ha regalado y así ve lo bueno que tenemos para saber con lo que contamos y quien sabe con lo que cuenta sabe hacia donde puede dirigirse y llevar a cabo los sueños que tiene, también sabe hacia donde soñar y apuntar, va viendo y percibiendo el horizonte teniendo en cuenta lo bueno que tiene para poder construir desde ahí desde este lugar.


Argentina tiene mucho bueno, a veces nos quedamos simplemente con datos como una sociedad empobrecida, un estado ineficaz y corrupto, servicios públicos deteriorados, una democracia donde se ha profundizado el modelo neoliberal . Podemos quedarnos en todos estos elementos negativos que en cierta forma son reales pero los recursos naturales y humanos que tenemos nos permiten sentar las bases para una nueva nación y la ayuda que Dios nos da concretamente y que se manifiesta en estos valores es evidente y concreta para poder lograr una nación nueva que no se hace en un solo día. El proyecto de una nación no se puede lograr en un solo día , no podemos creer si somos realistas que el proyecto puede ser realizado en un año o en dos, esto lleva tiempo , inclusive el proyecto no puede quedar estable sino que siempre va ir requiriendo modificaciones posteriores porque las necesidades son cambiantes, se va a necesitar adaptaciones para que se pueda mantener este proyecto más allá de los partidos y de las personas que busquemos la participación y el compromiso de todos , queremos ser nación .


La oración dice queremos ser nación una nación una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.


¿Que es la identidad La identidad son los rasgos propios de una colectividad de un grupo de personas que la caracterizan frente a los demás. ¿Cómo sería que un argentino es apasionado por la verdad? ¿qué significaría que un argentino sea apasionado por la verdad ? La pasión es esta inclinación o preferencia muy viva y constante. Apasionado por el compromiso por el bien común. Una pasión que no está hecha de deseos y lamentos sino de un auténtico compromiso. Compromiso nos lleva a la palabra que utilizan los jóvenes ‘jugate’, que se juegue por verdad completa que se juegue por el bien completo, que no acepta mentiras ni engaños, tampoco falsas promesas. La verdad es transparente y sabia por eso queremos ser nación cuya identidad sea la pasión pro verdad. Un impulso pasional para trabajar por el bien común por toda nuestra vida. Preguntémonos: en el camino de nuestra patria que tiene 200 años, ¿qué gestos y actitudes concretas tenemos que tener para pasar de ser habitantes a ser ciudadanos?.


Danos la valentía de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie privilegiando a los pobres y perdonándonos a los que nos ofenden, aborreciendo el odio y construyendo la paz


Como oración en esta parte le rogamos a Dios que nos haga fuerte y valientes. Valientes con esfuerzo y vigor, allí en ese lugar en el ser hijos de Dios y todo lo que ello implica humildad prudencia y por sobre todas las cosas como hijos de Dios que se precia de tal se siente amado y está invitado a amar por lo tanto la valentía de los hijos de Dios es poner el amor en práctica. Esa es la valentía de los hijos de Dios, más allá de salir a querer luchar por defender todos los principios y valores cristianos lo primero está en el gesto más característico de un hijo de Dios en aquello que lo hace más valiente que es la caridad y el amor. Dentro de la caridad y el amor está presente la libertad de las torcidas intenciones y de los intereses meramente individualistas, esto nos ayuda a caminar y nos permite tener esta verdadera identidad de hijos de Dios que tienen pasión por la verdad.

En esta parte de la oración en donde pedimos valentía de los hijos de Dios para amar a todos sin excluir a nadie queremos hacerlo porque el amor que habita en el corazón de un hijo de Dios nos ayuda a cultivar con decisión los verdaderos valores humanos y cristianos y estos en beneficio de la nación, es decir con un corazón grande magnánimo generoso capaz de comprender y amar a todos evitando ir en contra del bien común que busque la verdad y la justicia , aprendiendo que la verdad y la justicia no se logran sin perdonar y sin descartar el odio y el rencor. Por eso a todas las posturas de ni olvido ni perdón no construye la sociedad. Este no es el camino y un hijo de Dios lo sabe. La intolerancia no es el camino y no es lo que le estamos pidiendo a Jesús.


La oración dice también ‘privilegiando a los pobres‘ es decir asumiendo la atención preferencial por los pobres sin la cual no pueden acceder a la educación y a la salud , al trabajo digno , a la inclusión social , es decir colaborar o promover la posibilidad que haya políticas públicas que favorezcan a quienes están excluidos y más necesitados. Entendiendo excluidos y más necesitados en un amplio sentido de la palabra. ¿Quiénes son los excluidos y necesitados hoy en nuestra sociedad más allá de lo que no tienen dinero o viven en situaciones infrahumanas? ¿Quiénes eran los excluidos en la sociedad de Jesús? Hoy ¿quiénes son ellos? ¿donde están? Están alrededor nuestro por determinadas situaciones muy ajenas a nosotros pero ellos están aquí en la misma nación y es más, también son hermanos nuestros. Estamos invitados a colaborar con nuestra sociedad con otros organismos formando estructuras más justas que puedan ayudar a una verdadera convivencia humana, generando trabajo no entregando dádivas, logrando una cultura de la laboriosidad luchando para poder erradicar el clientelismo el vivir de arriba de lo fácil de huir del trabajo y buscar el desarrollo integral. Todo esto conlleva el acompañar e incluir a los más pobres, esto también ayuda a que puedan redescubrir la propia dignidad que la tienen y nosotros los amamos con esa dignidad , pero debemos colaborar desde este lugar.


Pedimos la paz como don de Dios pero aceptando el compromiso de ser constructores de la paz, en lo simple como ser no gritar tanto en casa, encontrando elementos alternativos, no gritar tanto a mis hijos encontrando otros canales de comunicación que no sean y el grito el reclamo que sean alternativas diferentes a la discordia algo que estoy acostumbrado a hacer y que obviamente cuesta mucho poder hacer un cambio.

Este tiempo de bicentenario también es una interrogación para ver por donde vamos y que cosas serían la que tendríamos que modificar si realmente queremos la paz si realmente queremos ser constructores de la paz en todas las relaciones o vínculos que tenemos nosotros en todos los tipos de trato que tenemos con los que nos rodean en los distintos ámbitos. La paz también implica la convivencia pacífica la amistad social tan dificultosa porque estamos heridos y agobiados también dan vuelta por este lado. Reflexionemos con esta oración y con cada uno de estos elementos.


Cuando buscaba la palabra ciudadano habla de sujeto de derecho pero que también interviene con algunas obligaciones y deberes, estamos acostumbrados a ser sujetos de derecho pero nos olvidamos de nuestras obligaciones de nuestros deberes que asumimos porque queremos estar en esta nación , queremos vivir en esta nación y desde este lugar estamos invitados a hacer nuestro aporte.


Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.

Somos parte de un mundo admirablemente comunicado o por lo menos interconectado, sistema de redes sociales, mensajes de texto, correo electrónico, teléfono, voz sobre Ip , en las computadoras que permiten hablar por teléfono de manera gratuita pero no porque estemos comunicados va a ser amistoso y fraterno . La comunicación no necesariamente produce comunión, la comunicación es un instrumento que permite la comunión pero no siempre produce comunión. El diálogo es necesario en toda relación humana, en la amistad en el matrimonio en la familia en las relaciones laborales en la actividad política pero no un diálogo que es impuesto por nosotros o por un grupo, sino por un dialogo que esté abierto a recibir distintos aportes respetando y escuchando distintas ideas y discerniendo que es lo que más ayuda al bien común. El diálogo no solamente es decir y escuchar lo que yo quiero sino que en el diálogo aparecen aquellas ideas distintas y que por ser distintas muchas veces me siento herido o me siento atacado, estar abiertos a recibir distintos aportes, esto no es fácil

En la oración nosotros le pedimos a Dios la sabiduría del diálogo, sabiduría como humildad de corazón como apertura para cambiar como ganar de aprender para crecer. Lo que el hermano me trae sea de la facción política opuesta, sea de la mirada distinta que yo tengo, esta es una oportunidad de rever lo propio para poder encontrar riqueza, hay semillas de verdad en el hermano para poder encontrar una nueva experiencia de vida sana. Es impensable que nuestra sociedad pueda llegar a la felicidad y el progreso si es sólo de un sector o de un partido político o si es sólo de una mirada. Tenemos que llegar juntos, en la comunión se va dando el camino.

Pedimos la sabiduría porque el diálogo solo así muchas veces no nos basta tenemos que aprender y entrar en la sabiduría que Dios tiene del diálogo. Dios es un gran dialogador, Dios es el Señor del diálogo, tanto diálogo que ha entregado a su Hijo el Verbo para que podamos nosotros encontrar otro camino nuevo y responderle a Él de acuerdo a lo que estamos llamados a ser.

El diálogo nos invita a que no nos aislemos , cuando uno se siente atacado nos aislamos y nos encerramos. Te aseguro que cuando vamos con el corazón abierto a lo que Dios quiere mostrarme en ese lugar el mundo cambia. Nos encontramos con algo que no lo pensábamos ni remotamente y Dios nos sorprende y nos transforma y en esa transformación nos hace más feliz mucho más de lo que esperábamos conseguir con nuestros propios pensamientos y propuestas. Es claro sabio y eficaz no impacientarnos y seguir construyendo y creyendo en el diálogo, por eso busquemos crear mínimos consensos. No es fácil, por eso pedimos la sabiduría para así ir aprendiendo a dialogar. Es bueno que reconozcamos que no sabemos dialogar y que el diálogo es una llave una clave que nos permite caminar directamente al bien común.

En la última parte de la oración, estamos necesitados de esperanza porque con esta realidad y con esta sociedad, con lo negativo que percibimos todo el tiempo sólo nos queda confiar en la esperanza y en la venida de la alegría y la tranquilidad que Dios nos va dar pero no que va a venir del cielo como un regalo, sino que nos invita a que podamos trabajar. Por eso le pedimos al Señor esta esperanza que nos invita a no bajar los brazos y que Él nos acompaña siempre, Él nos llama y no nos deja solos ya que nos da su Gracia que hace posible que podamos recorrer este camino.


Tú nos convocas. Aquí estamos, Señor, cercanos a María, que desde Luján nos dice:

¡Argentina! ¡Canta y camina!

Convocar es llamar , la vida de cada persona y de cada nación es una vocación , estamos llamados. Esta es la visión de quien acepta que Dios existe como origen y fin de nuestra existencia. Reconocer esto y plantarnos delante del Señor es reconfortante y consolador, nadie como Él nos quiere y nos perdona. En la historia los santos y la Virgen María fueron siempre para nuestra Argentina un auxilio amigable, han estado siempre para comprendernos, acompañarnos, para vivir nuestra vocación humana y cristiana. Nosotros nos movemos y pasamos de ser habitantes a ser ciudadanos porque el Señor nos convoca y nos invita a que nuestra fe sea puesta en práctica y sea coherente allí desde ese lugar , más allá de estar elevando banderas entorno a principios que hay que cumplir , hay que vivir el amor desde ese lugar y ahí vamos a encontrar la armonía de todo el camino.

En esta oración la mención de María con palabras puestas en sus labios Argentina canta y camina están tomadas de Agustín que en la Pascua enseñaba a los cristianos como vivir su fe.

Aquí estamos Señor, ojalá hoy pueda resonar en tu casa en tu trabajo , aquí estamos Señor cercanos a María dispuestos a pasar de ser habitantes a ciudadanos comprometiéndonos, formándonos, aportando nuestro granito de arena, poniendo el papelito en la basura encontrando nuevos modos de vincularnos con los demás para que esto sea la vida de nuestra nación y sea una verdadera fiesta y un camino que nos permita construir desde ya nuestra Patria Celestial.