“Dios escucha a los humildes de corazón”

martes, 16 de marzo de 2021
image_pdfimage_print

16/03/2021 – Esta semana, junto al padre Héctor Espósito, abordamos el tema de la “experiencia, doctrina y pedagogía de la oración”.

“La oración es es un don muy especial- recordó el sacerdote- es una gracia de Dios. No soy yo el que reza, es el Espíritu Santo quien reza en mí y me enseña a rezar. El Espíritu me hace experimentar y me ayuda a compartir con otros lo que me da a mi”.

Como hacemos siempre, comenzamos con la Palabra de Dios, la oración por excelencia:

“Jesús dijo esta parábola por algunos que estaban convencidos de ser justos y despreciaban a los demás. «Dos hombres subieron al Templo a orar. Uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo, puesto de pie, oraba en su interior de esta manera: «Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos, adúlteros, o como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y doy la décima parte de todas mis entradas.» Mientras tanto el publicano se quedaba atrás y no se atrevía a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho diciendo: «Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador.» Yo les digo que este último estaba en gracia de Dios cuando volvió a su casa, pero el fariseo no. Porque el que se hace grande será humillado, y el que se humilla será enaltecido.» Le traían también niños pequeñitos para que los tocara, pero los discípulos empezaron a reprender a esas personas. Jesús pidió que se los trajeran, diciendo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo que el que no reciba el Reino de Dios como niño no entrará en él.» (Lc 18, 9 -14)

“El piso donde uno se sustenta, la base de la oración es la humildad. Es la gran virtud que sustenta todas las virtudes. Está escondida, es como la sal: es lo que da gusto, pero no se la ve. Esa sal es la humildad”.

“La oración que se hace con humildad, es perfecta. El Señor ya tiene la humildad de escucharnos siempre y siempre atendernos. Dios siempre está y siempre escucha.Dios escucha a los humildes de corazón.”

Jesús maestro de oración

“La experiencia de Jesús en la oración nos enseña a nosotros a vivir. Ya en las Bienaventuranzas Jesús insiste en la conversión del corazón, que es esencial en este tiempo de Cuaresma. Necesitas la oración del publicano y reconocer que mi corazón cambia y se convierte y queremos ser distintos”. 

“Una vez decidido el corazón a convertirse, aprende a orar en la fe. La fe es una adhesión filial de hijo a Dios.”

“La oración nos cambia, nos transforma, nos convierte el corazón y nos hace hijos y nos da audacia filial. Tal es su fuerza que todo es posible para quien cree, con una fe que no duda”.

Te invitamos a escuchar el programa completo en el audio al inicio de esta nota