Doctrina Social de la Iglesia: la dimensión social de nuestra fe

miércoles, 19 de marzo de 2025

19/03/2025 – Junto a Nicolás Mondino, profesor en Ciencias Sagradas y Magister en Relaciones Internacionales, iniciamos un espacio para conocer y profundizar en la Doctrina Social de la Iglesia. En el primer encuentro nos detuvimos en el aspecto social del ser humano y en la invitación a ser comunidad, a la comunión, que nos interpela desde el Evangelio. Son temas que constituyen una puerta de entrada para comprender el pensamiento y reflexión sobre la realidad social que hace nuestra Iglesia desde hace muchos años.

Desde el inicio, Nicolás invitó a pensar en la dimensión social de la fe, un aspecto que puede pasar desapercibido, pero que está presente en cada una de nuestras acciones. “Nuestro actuar se da en un contexto, en un mundo concreto. Hoy queremos preguntarnos cómo influye la fe en nuestro entorno”, expresó.

Y para comprender la Doctrina Social de la Iglesia la presentó diciendo que es, en parte, una reflexión constante anclada en el Evangelio, que nos ayuda a comprender nuestra responsabilidad social como creyentes. Sin embargo, reconoce que no siempre es un tema familiar: “Creo que muchas veces el aspecto social de nuestra fe pasa desapercibido. Es importante romper con esa mirada intimista y recordar que el Evangelio nos llama a salir, a ser comunidad”.

Uno de los pilares fundamentales de esta Doctrina es el principio de la dignidad humana, que nos recuerda que cada persona es imagen y semejanza de Dios, más allá de diferencias culturales, ideológicas o nacionales. “El otro, incluso aquel con quien no coincidimos, lleva en sí esa chispa de lo divino. Esta es una verdad innegociable del Evangelio y de la Doctrina Social de la Iglesia”, expresó.

Pero la Doctrina no es solo teoría: invita a la acción. Se hace tangible en iniciativas como voluntariados, movimientos sociales y el servicio a los más vulnerables. Nicolás nos recuerda el llamado del Evangelio en Mateo 25: “Estaba hambriento y me diste de comer, sediento y me diste de beber”.

Este primer acercamiento a la Doctrina Social de la Iglesia nos deja nuevos interrogantes para seguir aprendiendo y una certeza: vivir la fe en comunidad es una invitación para todos, y nos desafía a construir un mundo más justo.

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