¿Donde esta Dios?

jueves, 7 de agosto de 2008




Oración de Invocación al Espíritu Santo

Espíritu Santo, aliento de vida que vuelas desde el comienzo de todo sobre el mundo, sopla hoy en nuestras vidas, ayúdanos a vencer nuestras debilidades, danos vida y vida en abundancia.
Espíritu  maternal  soplo cálido de ternura que acompañas cada acto de amor creador  de Dios, Padre, Madre renueva sobre nosotros tu presencia, límpianos y restáuranos, haznos comprometido con la defensa de lo creado, ayúdanos a dar vida
Espíritu luminoso, esperanza de los caminantes que movilizaste corazones de bien a lo largo de la historia, guía nuestros pasos por camino de paz, de justicia, de solidaridad, de encuentro, de armonía
Dirige nuestros pies hacia la plenitud de  vida que quieres para cada ser humano.
Espíritu visionario anticipo de lo que viene, que fuiste voz de los profetas, canción de los tristes, bandera de los pobres, abre nuestros ojos a realidades nuevas, a otro mundo posible de respeto y de hermandad, comparte con nosotros el sueño de Dios para que sepamos como  debe ser la vida.
Espíritu de  unidad, multiforme y coherente  que te expresas de manera tan diferente y rica en nuestro tiempo danos la capacidad de percibirte y sentirte sin prejuicios, sin temores, sin presunciones, sin creernos dueños de ninguna verdad, soplando  donde quieres, siempre dando vida.
Ven Espíritu Santo, ven Ruja Santa, ven aliento de vida, huésped de nuestra  alma,  alma de nuestra alma, ven con siete dones, ven a infundir tu gracia en nuestros corazones.
Ven Espíritu Santo, a través de la poderosa intersección del corazón inmaculado de Maria.
Maria reina de la paz ruega por nosotros y por el mundo entero.
Amén.

¿En que Dios creemos?
¿Donde esta Dios?
¿Vienen de Dios los males, castiga o no castiga Dios?
¿Que es la oración?
¿Y que le pedimos a Dios en la oración?
¿Y Dios a través de la oración puede suprimir los males?
¿Que es cumplir la voluntad del Padre Dios, resignación?

La pregunta que nos hacemos es:
¿Dónde esta Dios?
Se suele afirmar que Dios es bueno, todopoderoso, que ayuda al ser humano, protege a los pobres, defiende a la justicia, después echamos un vistazo al mundo y vemos tanto mal por el mundo, tanta injusticia, tanto dolor,  que enseguida surge la pregunta:
¿Dónde esta Dios?
¿A que se dedica Dios?
Muchos dudan de la eficacia de la oración, por eso hay muchos bautizados que oran muy poco, por eso  no tienen el oxigeno del alma para respirar, y otros se  burlan de ella, como hacia Elías cuando se reía de los sacerdotes de Baal.
Primera de Reyes 18, 27-28
Griten mas fuerte, Baal es Dios pero estará meditando, o bien ocupado, o lo mejor esta  durmiendo y se despierta.

Algunos  después de haberle estado gritando a Dios sinceramente desesperadamente para que los ayude y escuche; en trance muy grave de la familia y comprobar que no hay respuestas, sacan la conclusión Dios no existe y lo echan en el mismo saco que los reyes magos, papá Noel, y caen en supersticiones baratas, curanderismos, en videncias, adivinos, mano chantas y buscan en el pensamiento mágico que hoy todo lo domina, la solución rápida, el llame ya, ahora, lo quiero aquí y eso existe mucho.
Otros agradecen a Dios por haberles concedido un favor y los que oyen esto y no han sido atendidos en  sus plegarias se preguntan:
¿Por qué a unos si y a otros no?
A estas preguntas se suele responder que en la oración hay que ser más perseverante, constante, fieles y sobre todo con un gran espíritu de gratuidad, de libertad interior,  no como un chico caprichoso que protesta y protesta hasta que no le dan el chocolate.
Que hay que ser buenos para merecer la ayuda de Dios o que los planes de Dios son otros y seria para  nuestro bien aquella desgracia, digamos así que nos ha tocado,  a lo mejor no es una desgracia, sino que es una oportunidad y una gracia para madurar, para  crecer, para dejar atrás un vicio, un apego, un pecado, no sabemos.
Y que Dios sabe mejor lo que mas nos conviene, hasta se nos meten  en la cabeza criterios comerciales. Por ejemplo: te doy esto a cambio de, me corto el pelo, me saco la barba a cambio de, camino a Lujan a cambio de…..
Entonces se recurre hacia ciertas practicas de sacrificios, promesas, limosnas, etc. para lograr a cambio los favores de Dios, como si Dios fuese un Dios cruelmente comerciante y nos falta mucha  libertad y gratuidad interior, de hijos e hijas, no de esclavos.
En realidad Dios quiere salvar a todos sus hijos por igual, los quiere siempre aun si estos no le retribuyen ese afecto,  aun si estos son indiferentes,  apáticos.
La expresión popular, si Dios quiere, cuando manifiesta duda o desconfianza para con Dios, no es una expresión del evangelio.
Dios interviene sin cesar a favor nuestro, pero no en el orden natural de los fenómenos, no produce los acontecimientos, pero si nos inspira para darle un sentido, salida positiva solo un Dios escondido y discreto puede instaurar con los hombres un trato de libertad y no de necesidad. Dios esta allí donde lo dejamos entrar.
Esa gran pregunta que se hace mucha gente:

¿Vienen de Dios los males?

La teología muy primitiva atribuía a Dios las lluvias, los terremotos, las pestes, las guerras, etc., como se ve en algunas partes del antiguo testamento, sin embargo hoy sabemos que las lluvias y  los terremotos tienen causa naturales, que las enfermedades obedecen a virus, bacterias o disfunciones orgánicas y que las guerras nacen del egoísmo humano.
El Concilio Vaticano II nos ha enseñado que  la naturaleza, la sociedad, la psicología y la misma moral obedecen a leyes autónomas propias y específicas que funcionan por si mismas, y en ellas hay que  buscar las respuestas a esta  pregunta:

¿Esas mismas leyes son obra divina?

Por supuesto, pero actúan en forma autónoma.

Cuando le pedimos a Dios  todos los domingos que tenga piedad y que nos escuche repetimos siempre las mismas suplicas, muchos pensaran que Dios podría preocuparse y no se preocupa, podría conceder lo que se le pide y no lo concede.
Lo que pasa que el mal no esta en el mundo porque Dios lo quiere o lo permite, sino porque es parte de la limitación y de la relatividad.
Eliminar el mal del mundo supondría un continuo milagro, un continuo  estado de excepción para sus leyes, significaría cercenar la libertad humana, porque Dios nos ha creado libre a vos y a mí, y en nuestra libertad bien o mal usada podemos optar en elegir por el bien o por el mal.
De parte de Dios seria un falta de seriedad, de coherencia o respeto su misma obra si nos tratara como títeres o marionetas, aun otro mundo siendo necesariamente finito, quiere decir no infinito, frágil, limitado, también jamás seria perfecto.

¿Donde esta Dios cuando uno sufre?

En el momento de la enfermedad, Dios esta con el enfermo, contra su enfermedad, compadeciéndole, dándole animo, potenciando sus mejores capacidades, esta alrededor suyo en los que promueven su  atención en médicos, enfermeras, donde hay amor allí esta Dios, a todos nos esta permitido llorar y gritar, claro que si.

Padre líbrame de esta hora

La queja y la protesta son también un modo de orar, como se ve en el libro de Job, Dios no condena a Job por sus blasfemias, pero si condena a sus amigos que lo presentan a él como un castigador, Dios esta allí en ese dolor, pero no para castigar, se dan cuenta y allí es lo que estamos viendo.

Definitivamente Dios no castiga.

Le doy en ejemplo, que cuenta un muchacho, cuando murió mi padre con tan solo veintidós años, me dijeron que Dios lo necesitaba a su lado.
¿Mas que yo?
Para que  lo necesitaba Dios, que todo lo tiene a un obrero de veintidós años, yo si que lo necesitaba a mi lado, yo y mi madre.
Tenemos que reconocer que esta idea de un Dios triste ha marcado la catequesis, la educación familiar, se habla más del miedo que de la bondad de Dios, se busca  acumular meritos para ir equilibrando los posibles castigos y la preocupación es:
Se puede o no se puede hacer esto, es pecado o no es pecado.
Con esta mentalidad de un Dios patrón, patrón de estancia, un Dios calculador, no hay otra salida que cumplir,  el cumplimiento, es decir cumplo y miento y estar preparado para el juicio del premio castigo y vamos a ser claro y sincero, esto se ve en buena parte de los bautizados católicos, pero esta no es la imagen de Dios que presenta Jesús, el audiovisual, el icono del Padre Dios.
Como se desprende del evangelio Dios no se entretiene mandando enfermedades o castigos, ni si quiera para probar a las personas, la misma muerte no es un castigo de Dios, sino un paso, pascua, obligado para toda criatura de este mundo, por eso se dice con razón  que la muerte es lo mas justo que hay porque les toca a todos.
Una cosa es el respeto a Dios, el asombro por su grandeza, por su amor sin medida,  su misterio, y otra  cosa es el miedo hacia él, el evangelio de Jesús ha querido desterrar el concepto del miedo. Desde Maria, José, Zacarías, los pastores, se los invita a no temer, no tengan miedo, quien le puede tener miedo a un niño.
Jesús rebelo definitivamente el verdadero rostro de Dios, el Abba, Papá, Padre, con su vida y conducta, contraponiendo el espíritu lleno de misericordia de su enseñanza, al yugo de la ley judía marcada por el cumplimiento, cumplo y miento.
Jesús, propone  una relación confiada de hijos para con un padre bueno, que solo sabe amar, sin calculo ni reservas, en forma gratuita y liberadora y frente al pecador siempre  sale al encuentro y lo recibe con amor y ternura.

¿Qué  podemos, entonces pedirle a Dios en la oración?

Jesús dice que no perdamos tiempo en palabras para informarle a Dios lo que nos pasa,

El Padre ya sabe lo que necesitan antes que se lo pidan.

Mateo 6, 8

No es cuestión de informarlo o convencerlo, la oración no es para cambiarlo a Dios, sino que es para Dios nos cambia a nosotros, somos nosotros los que necesitamos enterarnos de lo que el desea, es  seguramente bueno  y necesario expresarle a Dios nuestras alegrías y angustias, como se hace con un amigo, pero mas que pedirle cosas a Dios la oración es pensar las cosas con Dios, mas que delegarle la solución de los problemas es pediré le fuerza y luz para encontrarle nosotros la solución.
Un buen padre no es el que le hace las cosas a su hijo, sino él que les da confianza para que la hagan por si mismo, para que no se desanimen, para que se sientan acompañados.
La oración de Jesús es la plegaria de quien se acerca a Dios para ponerlo todo en sus manos, para buscar lo que a él le agrada, para apoyarse en el amor del Padre en  la hora de la  prueba.

Él nunca nos niega el Espíritu que es igual a fuerza,  luz, coraje a los que se lo piden

Lucas 11, 13

En el Getsemani, Jesús no obtuvo lo que pedía pero logro la claridad y fortaleza para enfrentar la situación y asumirla con entereza.
Pedir a Dios que nos libere de nuestros males, esta bien es una confesión de nuestra precariedad y debilidad, y necesita de él, ciertamente, pero hay que tener en cuenta que Dios es el primero en luchar contra esos males y es él quien en realidad nos pide que colaboremos en esa lucha.
La primera parte del Padre nuestro, no es de petición , es de alabanza, de apertura, de disponibilidad, de hacerlo a Dios centro y eje, absoluto de nuestra vida, esta actitud crea una confianza y  abandono total en las manos  del papá Dios, dándole otro sentido a nuestra oración al momento de pedir.

Cuando se pide el pan de cada día no hay que inquietarse entonces pensando que van a comer.
Mateo 6, 25

Cuando se refiere al pedido de perdón, lo mas importante es reconocer el perdón de Dios, habría que traducir  quizás mas correctamente ayúdanos a perdonar las ofensas de nuestros hermanos, así como tu perdonas siempre nuestras ofensas, porque en realidad cuando perdonamos es el Señor que perdona a través nuestro, somos canal  de su gracia, de su perdón, de su amor

Le pedimos a Dios el pan nuestro de cada día, y Dios en su providencia  no lo hará faltar a sus hijos, siempre que ese pan lo sepamos compartir entre todos. Por eso se habla de pan nuestro y siempre que se trate de lo necesario para vivir cada, sin estar acumulando y acumulando, pero Dios no resolverá el problema del hambre del mundo  con la varita mágica, no frenara un terremoto, ni arreglara el resultado de la quiniela a nuestro favor.
Al crear un mundo finito, es decir frágil, limitado, imperfecto, vulnerable,  Dios le dio a la  naturaleza una leyes, que él mismo respeta  primero, Dios  respeta y alienta  la libertad e inteligencia  el ser humano para que sepa enfrentar y superar el mal físico y moral, por eso nos dio capacidad, inteligencia, voluntad y puso a nuestro servicio la ciencia, la tecnología, si Dios actuara por su  cuenta y prescindiendo del ser humano,  aplastaría de esa manera  la dignidad y la libertad del ser humano, que es un don precioso que él nos ha dado, somos personas, no somos ni títeres, ni marionetas, Dios quiere lo mejor para nosotros, nos ayuda a través de la inspiraciones, de las personas que nos rodean, de los acontecimientos, de los signos de los tiempos que podemos leer a la luz de la palabra de Dios, meditada diariamente personalmente y en familia, porque también Dios se rebela a través de su palabra.
Que importante es todo esto para seguir meditándolo, saboreándolo.

¿En que Dios creemos?

Mas que negar a Dios, los que se dicen ateos, o anti teos, niegan una determinada imagen de Dios, una imagen falsa de Dios, elaborada por los mismos cristianos en determinado ambientes y  época de la historia, que todavía   hoy heredamos en muchos aspectos,.
El famoso escritor León Tolstoi escribió: cuando un salvaje deja de creer en un Dios de madera no significa que no hay Dios, sino que el verdadero Dios no es de madera.
O sea que aquí hay mucha tela o madera para seguir orando durante toda la semana.

Oración Final

Tu voz, Padre Mío, Padre nuestro, tu voz nos llega en la brisa, sobre los lomos de miles de olas marinas que mueren mansamente en  playas eternas e infinitas.
Tu voz anunciando reiteradamente, una vez tras otra la llegada de tu reino, este reino de paz y justicia que hoy tampoco podrá ser, porque la sed de muerte y de venganza enloquece a los seres más poderosos de esta pobre tierra cansada y dolorida.
Yo también quiero Padre que tu voluntad se funda una vez mas con la mía y con la de cada oyente y con la de millones de seres que solo saben de hambre, de muerte y de guerra.
Hágase tu voluntad, mi voluntad en el viento, nuestra voluntad en el rudo clamor de garganta, gritando, exigiendo justicia para que pueda construirse la paz, luchando por la dicha, por la vida y por el pan, ese pan que siempre se convierte en arma, ese pan que nunca llega, porque de sus migajas hacen pingues beneficios los desalmados tiburones de los grandes centros  financieros.
Padre nuestro dame fuerza para perdonar al que me ofende, al que me condena, al que me oprime y me humilla, al que causa mi hambre y mi sed, pero no permitas nunca que olvide  al que persigue y mata a mi hermano, al que es causa de su llanto y dolor, al que destruye pueblos enteros para ganar petrodólares y  elecciones, al dictador que somete a los humildes a muerte y tortura para mantener los intereses del país mas poderoso, al que se ceba con las que exhaustas ya no tienen lagrimas para llorar.
Hoy traigo ante vos Padre mi pobre voz, para que vos la fortalezcas y permitas que este siempre al servicio de los que no tienen voz, de los pobres que solo miran  tristemente y ya no piden, de las madres que ya solo esperan  sin saber el que, tras largos años de luchas y preguntas, en busca del hijo muerto, al que esperan.
Mi voz  y mi fuerza, la fuerza que nació con voz en Belén, en Getsemani, en el Gólgota, en el aposento alto, solo mi voz para clamar constantemente contra   la injusticia, la explotación , el odio y contra los que construyen un mundo globalizado para engrosar sus cuentas corrientes hasta el infinito, comerciando la muerte y la miseria de mis hermanos, solo con tu fuerza Padre Nuestro no permitas que caiga en la tentación de ceder en esta lucha sin igual, no permitas que caiga en la  tentación de abandonar a mi prójimo, del olvidar el oprobio y de compartir el pan  y la palabra hasta que llegue tu reino, y sea el reino de todos que todavía seguimos luchando para construir con la voz, la paz y la justicia este reino para que sea tu reino Señor entre nosotros, para que no nos desanimemos, para que no nos cansemos, danos una nueva unción de Espíritu Santo, de testigos valerosos que nos haga hijos e hijas, alabando y bendiciendo tu nombre Padre Dios, Abba, nombre que esta sobre todo nombre, nombre  poderoso y bendito  en el nombre de Jesús y por su  poder, por su pasión, muerte y resurrección, y por su sangre derramada en la cruz sed ahora bendecido y bendecid especialmente los que están débiles, tentados, frágiles, tristes, vulnerables, depresivos, enfermos, agraviados, con el corazón de piedra, sin fe, apáticos, escépticos, bendecidos a través del corazón inmaculado de Maria, en nombre del Padre, del Hijo y del Espiritu  Santo. Amén

                            Rubén Francisco Bellante