30/08/21- “Todo duelo tiene que ser desahogado con Dios; nunca sin Dios, a pesar de Dios o contra Dios”, dijo el Padre Mateo Bautista, sacerdote camilo, quien cada lunes nos acompaña en el programa “Hoy puede ser”.
“El proceso de duelo es como la construcción de un edificio: primero hay que poner la obra bruta: los cimientos, lo muros, las cañerías. Y después lo que lleva más tiempo y más delicadeza. Así, en la elaboración de los duelos tiene que haber una obra bruta y fina; pues si nos quedamos con la obra bruta no finalizaríamos el proceso de duelo”.
“La bronca, el enojo, el nerviosismo y el resentimiento también tienen que ser duelados; porque si no sufrimos más y hacemos sufrir a los demás. Si no hay un cambio de ideas no habrá un buen desahogo. El tema del desahogo es multidimensional y hay que desahogarse como Dios manda; no sólo debemos cicatrizar la herida, sino crecer, madurar, clarificar; porque todo lo que sucede en el trabajo de duelo tiene una función terapéutica. El desahogo es un desafío y una necesidad.”
1- En el desahogo, siempre desahogarse. No caer en la tentación de decir que es sólo un sufrimiento mío. 2- Que el desahogo tenga calidad y calidez. Que tenga obra bruta y obra fina. 3- Todo desahogo tiene que ser multidimensional. 4- El desahogo tiene que ser en relación con uno mismo, en relación a los demás y en relación con Dios. Un desahogo holístico. 5- El desahogo tiene que ser con Dios, en Dios, por Dios. Nunca sin Dios, a pesar de Dios ni contra Dios. El desahogo con Dios Padre siempre tiene que ser como hijas e hijos. 6- El fruto del desahogo es el consuelo en el Espíritu Santo. 7- Debemos tener un rostro materno de desahogo: tomarle la mano a María. 8- Hay que desahogarse con la palabra, con el silencio, con la escucha interior y con la lectura. 9- Tener como compañera de desahogo la Palabra de Dios, especialmente los Salmos. 10- Todo desahogo tiene que tener un final.
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