¡Duérmete niño!

miércoles, 7 de noviembre de 2012
Verónica La Forgia: cuál es el comportamiento esperable en los primeros meses de vida del sueño-vigilia ¿depende de cada niño o se pueden dar rasgos generales?

Enrique Orchanski: Se podría dar una idea general. Los ritmos han cambiado brutalmente durante los últimos 5 años. Esto va de la mano de ciertas pautas educativas que han llevado a que la jornada escolar sea mucho más larga y también es mas larga la tarea. Entonces tenemos que ubicarnos en que nuestros parámetros son antiguos ya. Hasta hace poco tiempo decíamos en la pediatría clásica que durante el primer año de vida el niño duerme mucho –no todo lo que la madre quisiera-, tiene sus horarios y tiene también la capacidad de ‘cargar baterías’ muy rápido, y el ritmo sueño vigilia depende mucho del ritmo de la comida. El segundo año de vida tendrían que dormir entre 8 y 10 hs. Después, ya en edad escolar, en general entre 8 y 9 hs es suficiente.

Pero por ejemplo, estar frente a una pantalla ¿es sueño o vigilia? Es una vigilia activa pero con una acción ipnótica, mucha concentración, con un cansancio extra, con poca capacidad de producir melatonina , que es lo que induce al sueño natural, con muchos padres que no miran… Hay muchos factores que nos han cambiado los parámetros. La televisión, internet, han sustituido en parte a la radio como música de fondo, como acompañamiento. Para los chicos, hoy la televisión los acompaña aunque no estén frente a la pantalla. Pero la demanda de otro tipo de pantallas que requieren concentración como los video juegos, los celulares con todos los jueguitos que traen incluidos, todas las pantallas actuales, van llenando de impaciencia y de intolerancia a nuestros chicos. Los chicos no toleran espacios libres, momentos de aburrimiento. En realidad, los adultos en muchos casos tampoco toleran espacios libres. Si se sientan a tomar un café, por ejemplo, en lugar de disfrutarlo sin hacer otra cosa, se ponen con el celular a enviar mensajes. En todos los lugares públicos hay pantallas, no hay ‘paisaje humano’. Hay paisaje virtual, y eso, curiosamente, influye en forma directa en el nivel de cansancio psicológico que vamos adquiriendo, y eso a su vez influye en la calidad del sueño

 

Florencia Barzola: si bien nuestros parámetros son viejos respecto al tema de la vigilia y el sueño ¿siguen siendo fundamental el descanso para los niños? ¿qué impactos tienen en la salud?

 

EO: El impacto es directo. Los chicos no descansan. No conocen pausas entre una actividad y otra. No descansan sino que cambian de actividad. Y el fin de semana, además, generalmente tienen más permisos para estar frente a las pantallas, para acostarse más tarde… entonces ¿cuándo inicia la pausa? Creo que la pausa es una construcción familiar que se perdió y hay que volver a encontrar. Hay que rescatar dentro de los valores el aburrimiento. El aburrimiento tiene un motor neuronal que hace pensar, devuelve imaginación, creatividad, protagonismo. Liliana Gonzales dice que “la escuela les pide autoría, ser protagonista de las ideas” ¿cómo puede un niño hacer eso si pasa todo el tiempo siendo un espectador pasivo, sin ser autor? Yo veo en el consultorio chicos completamente agotados, cansados, sin ideas, desesperados por apretar un botón

 

VLF: ¿qué situaciones concretas llegar al consultorio de criaturas que no duermen? ¿qué puede sucederles tanto a la criatura como al contexto, a los papás?

 

EO: De niños en edad escolar, el planteo más frecuente es que el niño está muy chinchudo: se enoja con todos, les pega a los compañeros, llaman a los padres desde el colegio porque no saben qué hacer… El niño esté bien hidratado y descansado tiene un equilibrio que lo hace estar bien. El niño puede descansar mal porque no duerme lo suficiente, porque ronca, porque tiene parásitos, o porque no puede establecer una separación con sus padres. Y esto último es también una construcción familiar que deviene de estar tan seguro del amor que hay entre ellos que de noche se puede separar tranquilo con la seguridad de que al día siguiente los va a volver a encontrar

 

FB: ¿cómo se construye familiarmente esa pausa?

 

EO: dejando espacios libres, decir, si quedan espacios libres no ocuparlos con lo que no pude hacer durante toda la semana. Si queda un espacio libre, abrir un libro y leer delante de los niños. Que ellos vean que hay un modelo fuerte que se puede imitar. Conozco y me emociona contar esta historia de un padre analfabeto. A su hijo le regalaron dos libros que él jamás pudo leer, pero lo abría delante de su hijo y hacía como que leía. La constancia en esa actitud del padre hizo que un día el hijo le enseñara a leer a su papá. Construir espacios es dejar tiempos libres de pantallas. Hacer el truco de cortar la luz: la familia atomizada cada uno en su habitación frente a una pantalla, va a tener que reunirse entonces alrededor de una mesa, se verán las caras a la luz de una vela y harán el descubrimiento de lo que se puede hacer en el tiempo libre: y se pondrán jugar a las cartas, a conversar. Hay que hacer que a los chicos les entusiasme mas volver a jugar con sus padres. Esas pausas familiares son el mejor ansiolítico de esta nueva generación

                                                                                DESPIERTA (Alejandro Filio)

Despierta, son las siete y media y hay que empezar otra vez la tradición.
Despierta, yo también fui presa de este mal de luchar contra el reloj.
Este milenio acaba y no es sencillo y no lo ha sido para nadie, entérate.
Sólo despierta que Carlitos espera y la mamá de nuevo no durmió.
Despierta, Preston y la sala no son nada si o estás alrededor.
Despierta, que encontré en mi almohada para empezar de nuevo una razón.
Sé que no soy el indicado para hablarte de soñar,
no hay nada que agregar, sólo despierta.

Cuando dejas tus zapatos pegaditos a los míos, no sé bien,
no entiendo bien si estoy construyéndote un futuro
o curándome un pasado, pero sé que este cuento no acabó.
Cuando dejo mis zapatos pegaditos a los tuyos, no sé bien
no entiendo bien si estoy construyéndome un futuro
o curándote un pasado pero sé que este cuento no acabó.
No terminó…

Despierta, que el volcán no estalla y Salinas no contó lo que ocurrió.
Despierta, cortas son mis alas pero están dispuestas al amor.
Ese colegio es todo un paraíso y en el camino existen bichos y color.
Sólo despierta, o hazme un lugarcito para soñar y olvidemos el reloj.

 

VLF: hay dos corrientes si se quiere extremistas: una conductual, otra psicoanalítica, para hacer dormir al niño. Hay quienes dicen que al bebé no hay que alzarlo para hacerlo dormir si llora; y por otro lado expertos en psicopedagogía aseguran que esto puede llegar a traumatizarlos. ¿existe algo ‘entre medio’?

 

EO: En realidad, entre medio está toda la familia. Todas las teorías tienen dos propiedades principales: primero que pueden ser falsas, segundo, que pueden ser aplicadas en determinados ambientes y en otros no. A mi modo de ver, la teoría muy rígida, muy estricta, muy conductista, es algo que funciona muy bien desde el punto de vista teórico la idea de que hay que manejar a los padres para que tengan la capacidad de separarse de los hijos y no sientan que separándolos los matan, no les destrozan el corazón. La técnica conductista no va al fondo de la cuestión sino que resuelve el día a día y trata de decirle al padre. ‘no acuda al primer grito. Acuda al segundo o al tercero, empiece a poner distancia. No lo levante. Simplemente dígale que usted está’. Yo creo que hay que ir un poquito más atrás, es decir: ¿por qué este niño está reclamando tan fuertemente todas las noches que el padre no se despegue? Seguramente será porque el padre no estuvo durante el día. De noche se reclama todo lo que no hubo de día. Si de día hubo satisfacción, tiempo suficiente, seguridad, confianza, gestos , entonces seguramente que la separación es posible. Lo que pasa es que actualmente hay una epidemia de casas vacías: padres que con la mejor intención, por el bien de los chicos, los dejan solos. La  tercerización de los chicos en guarderías muy precozmente, por más que sean con buena gente, no reemplazan el cariño que los niños reclaman. Ellos se adaptan a eso, pero a la noche quieren estar abrazados a sus papás las horas suficientes conforme a su deseo de estar con ellos.

Una teoría que nació en el psicoanálisis y se fue puliendo con distintas vertientes dice que el niño es una persona hedonista, sufriente, que necesita protección permanente, no sobran los abrazos. No hay padre que resista esta teoría. Los padres se agotan.

Algunos tips prácticos, desde mi punto de vista, sería considerar ¿qué está pasando de día con los chicos que reclaman mucho de noche? Hay momentos claves en la vida de un niño según la psicología evolutiva, donde se establece para el niño la seguridad de que el padre no lo va a abandonar. Porque una de las fantasías poderosas en los chicos es la de que los padres se vayan, desaparezcan, no lo quieran, no lo busquen. Hasta los 6-7 meses de edad hay una confianza absoluta, cuando el niño prácticamente forma parte del mismo organismo de la madre. Entre el séptimo y octavo mes aparece el período de separación psicológica entre la madre y su hijo. Y esa separación conlleva un poco de angustia. Por eso en esa edad atraviesan una etapa donde hay más llantos, más pedidos, se tornan más dependientes. Lloran hasta con familiares cercanos. Solo la madre lo consuela y en brazos. Se empieza a despertar de noche. Cuando la madre se aleja, él siente que es para siempre. Ahí, lo conveniente es no forzar situaciones de separación, asegurarle la vuelta, atenderlo cuando reclame . Hay padres que quedan trabados en esa escena y quedan sin poder separarse. El llanto en el niño está conectado a un lugar muy raro del cuerpo humano que angustia mucho a los padres también. Si uno queda congelado en esa escena, a partir de ahí comienza una historia de dependencia que tiene que ver con lo que llamamos co-habitación: el niño vuelve al dormitorio de los padres. Se debe tomar esta etapa como normal, y pasará entre 40 y 50 días. El niño atravesó esa etapa de maduración, vuelve a sonreír con todos. Hay padres que están muy cansados, que prefieren dormir 4 o 5 horas sin interrupción, y ceden. Entiendo el cansancio, pero habrá que construir en cada caso en particular la forma de sobrellevar este período, teniendo en cuenta que todo estado de angustia nos lleva a una etapa de mayor madurez e independencia. Tener entonces en cuenta que el sacarlos de la habitación de los padres tiene que ser antes de los 7 meses o después de los 9.

 

VL:F: una oyente pregunta: tenemos una hija de 2 años (es la tercera) que no la podemos sacar del dormitorio nuestro ¿cómo hacemos?

EO: La pregunta es otra: ¿la quieren sacar? Hay que ver qué proyecto familiar tiene cada uno. Si esa hija es la última que tienen planificado tener, es muy duro para los padres despedirse de la infancia de los hijos. Inconscientemente, muchas actitudes que uno tiene con los más chiquitos hacen que ese bebé sea siempre bebé (incluso en eso suelen colaborar los hermanos mayores). De esa forma congelamos un poco el tiempo: no envejecemos. Y luego son niños que no dejaron de ser bebés porque no lograron la independencia, y hablan mal, y tienen trastornos alimentarios porque si no le dan de comer en la boca no comen. El niño queda ‘en pausa’, porque da mucha satisfacción tener un bebé chiquito. La historia dice que la grandeza de una familia consiste en abrir puertas y ventanas, dejar que los hijos emplumen, muevan las alitas y en algún momento vuelen. Crecer duele. Y si uno como familia no entiende que parte del crecimiento causa dolor pero se convierte en alegría, congelará el crecimiento del chico y luego reclamará por esos gestos: no duerme, no come solo, no aprende, hace berrinches para quedarse en el colegio…

         Por falta de lugar duermo en casa en la misma cama con mi hijo de 5 años. No tengo otra posibilidad ¿qué hago?

EO: es muy difícil argumentar contra la imposibilidad física. Pero esta señora tiene que tener claro que aunque no haya papá, siempre tiene que haber una figura paterna aunque sea en el imaginario. Generalmente es el padre el que duerme con la madre, y ese lugar no puede ser ocupado por otra persona. Para la salud mental de ese chico, aunque nunca vea al padre, sería conveniente ver la posibilidad de dos camas de una plaza separadas en lugar de una matrimonial.

 

FB: Cuando tomamos la decisión de despegarnos ¿cómo vamos haciendo? ¿Qué importancia tiene acompañarlos, contarles un cuento, charlar? ¿qué importancia tiene el darles las buenas noches?

 

EO: Esas buenas noches también son rituales que se quebraron por el cansancio, pero los chicos tienen que saber que hay una despedida del día. Y ese día no se termina si ellos intentan dormirse frente a un televisor. Saben que al otro día se levantan y a las 6 de la mañana está el mismo dibujito que vieron a las 12 de la noche. Eso es perjudicial . Si hay televisión 24 horas, no hay separación entre un día y el otro. No hay separación de ritmos. Uno tendría que de nuevo construir ese ritmo: existe el día y la noche. De noche no se trabaja: se habla, se lee algo y nos despedimos (incluso conviene exagerar los ritos de despedida). Cada familia tiene un ritual: hay familias que rezan, otras que leen, otras que juegan, otras que simplemente se tocan o se miran. Hay que instalar rituales. Y la despedida tiene que ser “hasta mañana”, un hasta mañana que le de al niño la certeza de que mañana los papás van a estar.

 

FB: el tema de dormir con los hermanos ¿ayuda?

 

EO: Sí. Hay familias que se ordenan en la jerarquía de padres a hijos. La familia no es democrática. Es una estructura jerárquica, de autoridad cálida, blanda, suave, respetuosa. Pero no es una democracia donde todos votan. Los padres no deberían ser amigos de sus hijos, porque de esa manera los dejan huérfanos. Los padres bien plantados como padres, marcan territorios: este dormitorio es de los padres, este el de los hijos. Los hijos comparten territorios para jugar. Cuando esta idea está clara, los chicos lo entienden y hasta lo agradecen. Hay familias que se instalan como democráticas, y los chicos no solo son socios, sino que a veces son la solución a una pareja que no puede establecer un vínculo directo. Son los chicos ‘tabique’: duermen en medio de los padres para solucionar el problema que ellos no pueden resolver como pareja. Estas palabras no intentan generar culpa en nadie, sino volver a mirar cuál es la imagen que estamos transmitiendo: ¿estoy brindando a los hijos la imagen de padre? ¿quiero a mi pareja? ¿lo muestro? ¿no estoy dejando espacio para que los chicos ocupen un lugar que no les corresponde?

                Por otro lado, es bueno que el dormitorio sea sobrio, de colores suaves, de mucha simpleza. Hay chicos que duermen en dormitorios que se parecen a un parque de diversiones, a un festival de peluches, a un montón de imágenes, música. Si el lugar es entretenido, el niño no quiere dormir

El relojito cucu sonaba, papá besó mi frente,
me dijo buenas noches hijito, y me apagó la luz.
Oye cucu papá se fué, prende la luz que tengo miedo.
Oye cucu papá se fué, prende la luz y apaga el tiempo.
Esta canción de amor, va para mi papá,
se escapó al viento, nos dejó solitos.
Esta canción de amor, va para mi mamá,
que aguantó todito, le dolió hasta el hueso.
Es por eso que mamá, lloraba en silencio, lloraba en las noches
y como aguantó por las mañanas.
Esta canción de amor, va pa´ mis hermanos,
que crecimos juntos, lo extrañamos años.
Este grito de amor, se lo doy al cielo,
le pregunto tanto, tanto, tanto, no contesta nada.
Oye cucu papá se fue, prende la luz que tengo miedo.

VLF: nos decías que las pantallas son muy perjudiciales. Imaginemos un ambiente donde no hay pantallas, pero hay un ambiente de gritos, de ruidos de los hermanos que no se pueden callar, violencia verbal muchas veces entre los papás, situaciones de angustia a la hora de dormir. ¿de qué manera esto influye en el sueño del chico?

EO: la angustia siempre va a surgir de noche. Es todo lo que se llama “parasomnias” y van desde un chico que no puede conciliar el sueño, chicos que se duermen pero tiene insomnio posterior, se despierta a la madrugada, chicos que tienen pesadillas, terrores nocturnos. Todos estos trastornos tienen una angustia que se genera durante el día. Los terrores absolutos de la infancia son el abandono y la desaparición de los padres. Cualquier discusión en el tono que sea, los remite al miedo básico que tiene el hijo de quedar solo, abandonado. No hace falta extrema violencia para que el chico se conecte con la angustia. Y el trabajo cotidiano de los padres es confirmar que la estructura donde él se está formando va a ser sólida. A veces es cierto, a veces no, pero la tarea de los padres es confirmar que siempre va a estar, conviva con su pareja o no. Si uno asegura eso, combate parasomnias. Si no, los terrores nocturnos son feroces. La noche es un territorio muy oscuro, donde los pensamientos son más graves, más gravosos que durante el día. Todo el mundo ha experimentado la sensación de que lo más difícil de resolver, a la mañana cuando sale el sol ya parece que tiene solución. No es tan grave. Los chicos creen que es el fin del mundo. Los chicos en edad escolar están construyendo su estructura básica. Entonces hay que tener en cuenta todo esto: cualquier discusión, violencia física o verbal, acto de sumisión de una pareja con su cónyuge los remite con el miedo básico a quedar solos

FB: El objeto transicional (un osito, alguna toallita, algo de la mamá) ¿ayuda al chico?

EO: muchísimo. Son la representación de la madre: si no puedo tenerla abrazada, abrazo a un oso, algo que sea de ella, algo suavecito… y estos objetos no tienen límite de edad. De hecho, los adultos tenemos muchos objetos de transición que forman parte de nuestro ir a dormir: unos fuman, otros prenden la tele, otros se abrazan a su almohada, otros tienen rituales, otros tienen obsesiones. Todos tenemos objetos de transición, porque la noche es amenazante para todos. Los adultos en general ¿tienen la capacidad y la fuerza de separarse del mundo para dormir? Entre los 3 medicamentos más vendidos en el mundo están las pastillas que ayudan a dormir. Habría que revisar esa necesidad del medicamento, porque…¿no será que los chicos no duermen porque son el somnífero que ayuda a los padres a pasar la mala noche que no pueden resolver? Esto es para repensarlo. Hay mucha gente que duerme muy bien. Son envidiables. Hay otros que no pueden dormir. La presión a la que es sometida mucha gente cotidianamente en su trabajo, en su rendimiento, en su ser buena madre, buena cocinera, buena compañera, etc…desvela. El sueño es uno de los rincones más difíciles de acceder

                Probablemente durante la adolescencia es la transición donde las angustias básicas se han resuelto y no hay responsabilidades familiares. Ellos se despatarran en la cama y duermen profuuuundo… Pero lamentablemente ya estamos teniendo casos de insomnio a esa edad. Están terminando el secundario y ya se les exige un proyecto: trabajar, estudiar…algo tienen que hacer. Como trabajar está difícil y estudiar es complicado… ¿cón qué se apasionan los chicos? La falta de proyectos los está llevando a tres epidemias interesantes: la epidemia de embarazos adolescentes (cuando no hay proyecto, un embarazo es un buen proyecto: es una entidad distinta). Me decía una paciente de 14 años embarazada: “antes yo era una más en el curso, ahora que estoy embarazada soy la reina: me cuidan, me dan lugar, no me empujan…” El mejor anticonceptivo es tener un proyecto de vida, que no es fácil de conseguir, pero se puede.

                La segunda epidemia son las adicciones: al alcohol, al cigarrillo, a las tecnologías. Todo eso significa menos descanso y peor sueño

                Y la tercer epidemia son enfermedades secundarias a las epidemias anteriores: la obesidad con todos sus trastornos metabólicos en los que por estar frente a las pantallas no se mueven y no gastan energía; problemas hepáticos, renales, incluso neurológicos. Y la epidemia de déficit de atención, claramente asociada a la falta de proyectos.

                Todo esto suena muy negro, pero mi intención es poner en palabras lo que mucha gente siente y repensar desde que están en la panza cómo uno puede armar un hogar distinto a lo que la corriente lleva. La corriente lleva a ser una familia más, amiga de sus hijos, sin límites, criando tiranos que conducen a la familia, que deciden horarios… Volver a asumir la sencilla y aburrida tarea de ser padres. Digo ‘aburrida’como una cosa positiva: crear espacios de libertad, de creatividad, tener la autoridad de apagar la televisión delante de ellos y decirles “porque yo lo digo”, decirles “esta es la comida que hay y esto es lo que se come”. Lamentablemente estamos hoy en una situación donde los chicos desde chiquititos eligen que comer o no, a qué hora dormir, que ponerse… Constantemente recibo pacientes con sus madres que me dicen “dígale usted, porque a mi no me escucha, no me hace caso”

         Soy una madre muy controladora. Mis hijos ya tienen 18, 14 y 11 años ¿cómo puedo hacer para dejar más ‘ventanas abiertas’?

EO: no está mal mirar mucho a los chicos. Uno se siente mal y controlador. Pero los chicos nos van a criticar siempre. Es parte de la madurez de ellos. Así como a los 7-8 meses hacen su crisis, también en la adolescencia tienen que hacer su necesaria, valiosa y saludable crisis de separación: ellos tienen que ser diferentes a sus padres. Por lo tanto tienen actitudes de enfrentamiento y de rechazo. Conviene ser más controlador que menos controlador. Los hijos nos van a criticar, pero nos van a agradecer mucho por haberlos mirado. Por mas que nos pidan que no los esperemos en la puerta de la escuela o del boliche porque los demás compañeros dirán que son dependientes, hay que tener en cuenta que la mirada materna hace vivir a los chicos. La ausencia de mirada materna hace desaparecer a los hijos, por lo cual un exceso de cuidado no está mal. Lo que sí, en algún momento tenemos que entender que ellos tienen que crecer, tener su propia ‘caparazón’, su propia personalidad, ya dejar de parecerse a los padres, porque si no los condenamos a repetir historias trans-generacionales que conllevan problemas. Hay una vertiente muy interesante del psicoanálisis trans-generacional, donde los hijos y los nietos se encargan de enfermarse de lo mismo que sus ancestros y a la misma edad. Desembarazarse de eso se logra con cierto espacio. Los chicos no son delincuentes. Los chicos no son adictos. Los adultos son adictos y son delincuentes. Quiero decir con esto que los chicos pueden salir, divertirse, y no van a convertirse en malas personas por eso. No son malas personas por contestar mal y enfrentar a los padres. Simplemente están probando hasta dónde los padres lo siguen queriendo igual a pesar de que él se baña una vez por semana, habla de esa manera, con palabras que ya son distintas. Estas ‘alitas’ que les empiezan a crecer ( a las chicas a los 11-12 años, a los varones a los 13-14 años) es el comienzo del proyecto, que se concreta al final del secundario con el proyecto propio.

                A esta señora le digo: permita que sus hijos tengan una pasión, un proyecto. Es la mejor forma de cuidarlos. No se va a arrepentir de eso.

-¿cómo puedo hacer para que mi bebé de 3 meses duerma toda la noche?

EO: el bebé que se alimenta solo de pecho, hasta los 6 meses, tiene un ritmo de 4 horas promedio en el mejor de los casos. Y a esa edad, el hambre no es ‘ganas de comer’. Es ‘dolor’, con lo cual se despierta y come. Muchas familias alteran ese ritmo sobre – obligando a los chicos. Los padres con la mejor de las intenciones, lo visten , los abrigan demasiado. Naturalmente, el bebé tiene calor, le duele la cabeza, se le tapa la nariz, se enoja, y como a esa edad lo único que toman es leche –rechazan el agua- quieren comer más seguido simplemente porque tienen sed. Si uno evita sobre-abrigarlos, muchas veces tenemos la solución a extender los períodos entre comidas y por ende, las horas de sueño.

 

         Mi hijo no quiere estar con otra persona que no sea yo ¿qué puedo hacer?

EO: tendrá que hacer lugar para que entre otra persona en la vida de ese niño. No se si en este caso puntual existe pareja, pero necesariamente la construcción familiar se hace con dos figuras

         ¿hasta qué edad tiene que ser el “hasta mañana” algo muy marcado?

EO: siempre. El dormir es un hecho íntimo. Lo hemos hecho un hecho cultural . El dormir es parte de la vida. El descanso es una parte indispensable que hace que juntemos la suficiente tranquilidad y alegría para poder decir “hasta mañana. Tengo muchas ganas de encontrarte mañana de nuevo”. El chico a cualquier edad puede entender eso.

Remito a un tema central ¿cuándo elegimos tener un hijo? Cada día. Si nosotros cada día elegimos tener ese hijo y se lo decimos alimentándolo, protegiéndolo, diciéndole que nos gusta que sea nuestro hijo, diciéndole que nos emociona que sea así, y no solo apreciándolo porque trajo buenas notas en el colegio. Si nosotros los elegimos cada día, ellos también nos elegirán y será verdad que queremos encontrarnos mañana. Y si tenemos ganas de reencontrarnos mañana ¡a dormir!

 

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