18/05/23- Hay chicos que se sienten fuera de lugar o no integrados; pueden sentirse aislados, solos y con poca o sin conexión con sus compañeros o el ambiente escolar. Este sentimiento de no pertenecer puede tener un impacto significativo en el desempeño académico y el bienestar emocional de los estudiantes. Laura Lewin, especialista en educación y crianza, nos regaló ciertas claves a tener en cuenta a la hora de ayudar a los niños, para que nadie se quede afuera.
Uno de los problemas más comunes es la exclusión social, que puede manifestarse de varias maneras, como dejar a algunos compañeros fuera de los juegos, grupos de estudio, fiestas y otros eventos sociales. La exclusión social puede tener efectos muy negativos en la autoestima, el bienestar emocional y el desempeño académico de los chicos afectados.
Los chicos pueden ser muy sensibles a la forma en que son percibidos por sus compañeros. Cuando son excluidos, ignorados o invisibilizados, pueden sentir que no son valorados o que no tienen nada que ofrecer al grupo. Esto puede llevar a una baja autoestima, sentimientos de soledad y aislamiento social.
Además, los chicos que no se sienten parte del grupo podrían desarrollar actitudes negativas hacia la escuela, lo que puede llevar a una disminución del interés por los estudios y un menor rendimiento académico.
Es importante que tanto la escuela como la familia trabajen juntos para prevenir estas situaciones. Los docentes deben fomentar un aula inclusiva al establecer reglas claras y justas que promuevan la participación y el respeto mutuo.
Los padres también pueden enseñarles a sus hijos sobre la importancia de la amistad y la inclusión social y supervisar las actividades sociales de sus hijos para asegurarse de que no estén excluyendo a otros chicos. No se trata de ser amigos de todos, sino de ser un poco más empáticos. En última instancia, todos tenemos la responsabilidad de crear un ambiente escolar seguro, inclusivo y respetuoso para todos los chicos.
La exclusión social es un problema real, grave, y muchas veces silencioso, que afecta a muchos chicos.Sin seguridad emocional no hay aprendizaje. Nadie que tenga miedo o se sienta dejado de lado puede desplegar todo su potencial creativo. Aprender requiere de un entorno sano que permita abrirse a lo nuevo.
Debemos activar cognitiva y emocionalmente a nuestros hijos proporcionándoles la seguridad emocional que necesitan. Cuando el aula o el hogar no es un lugar sano, se rompe el compromiso de los chicos con el proceso de aprendizaje.
No te pierdas de escuchar la entrevista completa en la barra de audio debajo del título.
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