El Adviento y la Inmaculada Concepción

miércoles, 9 de diciembre de 2009
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Ven Espíritu Santo, ven en este primer sábado de mes, ven a través del Inmaculado Corazón de María a poner en nuestro corazón el espíritu de este Adviento. Espíritu de austeridad, de esperanza, de alegría, de gozo, ven Espíritu Santo como la palabra de amor que vuela y suprime distancias y soledad, como la palabra de consuelo que acompaña y destruye la tristeza, como la palabra de felicidad que se comparte y hace más profunda la alegría, así tu palabra Señor, viene a nosotros y se encarna a través de la presencia del Espíritu Santo. Queremos oírla de verdad en este Adviento, queremos oír esa palabra que penetra nuestro corazón, que impregna criterios, actitudes y opciones de vida, una palabra que se haga carne, no ya esculpida en piedra sino esculpida por el Espíritu en nuestros corazones. Dejarnos interpelar por esa palabra, ponerla en práctica en estos tiempos de desesperanza y de oscuridad, ser luz con el profeta Isaías para consolar a nuestro pueblo, ser profetas de esperanza con Juan Bautista, ser hombres y mujeres que sepan mirar y dejarse mirar y amar por Dios como María, como José. Ven Espíritu Santo, que tu palabra sea creadora de nuestra vida, que tu palabra sea amor, consuelo y alegría y que en este programa de primer sábado de mes realmente nos regales una luz nueva, un discernimiento nuevo y un aliento nuevo para animarnos a caminar con firmeza ya, este segundo domingo de Adviento, esta segunda semana de Adviento. Vení Espíritu Santo, vení a nosotros, derramate a través de la poderosa intercesión del Corazón Inmaculado de María. Amen

 

Siguiendo con los testimonios en este año sacerdotal, esta vez van a ser dos testimonios que tienen que ver con la ciudad de Santa Fe, la capital de nuestra provincia de Santa Fe, porque el primer testimonio que nos lo envía Silvia habla de fray Alberto Meiak que el 27 de Octubre pasado partió a la casa del Padre Dice Silvia que la parroquia San José de los padres Agustinos lo tuvo como párroco entre los años 1997 al 2000. Fue un hombre de Dios siempre al servicio de los fieles, visitaba a los enfermos, confesaba a las presas en la cárcel de mujeres, fue asesor del grupo de oración san Ezequiel Moreno y otros grupos. La mayor virtud era que siempre estaba dispuesto a ir a bendecir las casas. Cada vez que se lo llamaba iba a visitar los enfermos. Desde los 11 años comenzó a involucrarse en las cosas de Dios ya que estudiaba en el colegio y siguió en el seminario para completar sus estudios. Era oriundo de Quilmes en la provincia de Bs. As. Pero en muchas oportunidades llegó a Santa Fe para servir a los parroquianos ya que la congregación cada cuatro o seis años los va cambiando o transfiriendo, estos padres Agustinos como pasa con todas estas congregaciones

Todos le teníamos gran afecto, hace más de un mes se enfermó, lo internaron, fui a verlo al sanatorio. Dio su última misa un domingo a la mañana. Recuerdo que yo fui a la misa y él estaba confesando y el martes a la madrugada se descompuso, fue irreversible y partió a la casa del Padre. Creo que habrá estado contento porque él quería celebrar la misa y confesar hasta el último momento, me hizo recordar en eso un poco al padre Pio de Pieltrachina. Estoy segura que está gozando en la presencia de Dios y que intercede por nosotros. Gracias entonces Silvia, por este testimonio de un sacerdote en este año sacerdotal. El segundo testimonio es de un sacerdote diocesano de esa arquidiosecis de Santa Fe alguien muy conocido a nivel nacional y muy querido, el padre Osvaldo Catena que nació en 1920 y murió en 1986. Nos envía este testimonio Marta Mengochea. La rica personalidad de este sacerdote pleno que con su accionar evangélico demostró que la Buena Nueva significa restablecer para el ser humano la verdadera dignidad de hijo de Dios que lo hace perdona, que le da derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda, a la educación y a la familia

Su gracia fue la música y aprovechó ese don para proclamar su amor a Jesús y hacer que los demás sintieran lo mismo. Fue el pastor que supo reconocer su rebaño y sacar lo mejor de cada uno de ellos. Desde su humildad compartió el dolor y las necesidades de los más pobres y fueron ellos los que recibieron su misericordia y su piedad en cada gesto amoroso. Dejó a su paso la marca de su trabajo levantando capillas, casas vivió la verdadera común unión con los desposeídos. Por su sed de justicia fue perseguido sin imaginar los que lo hacían que solo lo empujaban a dar más amor y a llevar de su mano a cientos de fieles a conocer el reino de Dios. Profeta incansable su voz y su recuerdo perduran en el grupo “Pueblo de Dios” en “La misa criolla” y en cientos de canciones de nuestra liturgia, su santidad se percibía en la entrega total a Dios que tuvo en su vida donándola a los hermanos necesitados, en su fidelidad a su sacerdocio y dejando a su paso el signo de ser hermano de todos.

Y yo agrego a este testimonio que nos envía Marta ciertamente el padre Osvaldo Catena ha sido un grande para nuestra iglesia argentina, no solamente porque musicalizo mucho de los salmos, colaboró con la misa criolla y con tantos otros temas de la liturgia que se cantan en las parroquias y capillas del país. No solo porque formó ese grupo “Pueblo de Dios” que sigue trabajando con la música y la liturgia sino porque por ser fiel y coherente con el evangelio tuvo que dejar su diócesis y termino en la provincia de Bs. As. En otra diócesis que lo recibió y allí fue que murió. Padre Osvaldo, dichosos los que te conocieron, los que pudieron percibir tu gracia y tu santidad y los que se dieron cuenta que un santo pasó por sus vidas. Hoy sus restos se encuentran en la iglesia Ntra. Sra del Carmen de la ciudad de Benito Juárez en la provincia de Bs. As. El padre Osvaldo Catena, santafecino nacido en 1920 y fallecido allí, en Benito Juárez en 1986 otro testimonio sacerdotal para que lo conozcamos, para que lo compartamos, para que lo difundamos

 

El sábado pasado, ustedes que son muy atentos a lo que compartimos, habíamos dicho una frase muy bonita que dice “la esperanza es esa virtud que nos enseña a descubrir que sigue existiendo el paisaje cuando atravesamos el túnel” y se acuerdan, yo les había dado unos puntitos para que descubramos una cultura de esperanza en nuestra vida y seamos portadores de esa cultura de esperanza y también portadores de vida, canales de esa gracia que Dios nos da. Los podrán revisar en la catequesis anterior estos 6 puntos. Hablábamos de los signos de Dios que tienen una fuerza especial para avivar la esperanza. Estos signos que tenemos que descubrir sobre todo en este tiempo de Adviento. Recordemos lo que dice Jesús en el evangelio de San Juan 10-38 “aunque no me crean a mí, crean al menos por las obras que yo hago” Por eso digo que hay un texto, ya que estamos con el profeta Isaías en todo este tiempo de Adviento, Isaías 40-30-31 que dice “los jóvenes se cansan, se fatigan, los valientes tropiezan y vacilan pero los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, suben con alas como de águila, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse”

Que lindo, porque esto nos habla de la esperanza que es la presencia del Espíritu que mana desde lo más profundo de nuestro ser y San Pablo lo dirá de una manera muy bella “nosotros anunciamos lo que nadie vio ni oyó y ni siquiera pudo pensar, aquello que Dios preparó para los que lo aman” para vos, para mí 1º Corintios 2-9  Y justamente hablando de esto, yo quiero hoy enfocar el tema de la esperanza como virtud teologal, que ya dijimos el otro día está en terapia intensiva y la están cuidando la fe y la caridad, de las tres virtudes teologales fe, esperanza y caridad, dijimos que la esperanza es la más debilucha, la más enfermita, esta en terapia intensiva en estros tiempos pero que la fe y la caridad la están cuidando día y noche entonces no va a morir.  Hablando de esta esperanza como actitud del Adviento como actitud profundamente cristiana, como actitud de fe, de confianza, entrega, abandono esta esperanza que nos lleva a actuar en solidaridad y que nos lleva a cambiar la mirada interior y a dejarnos mirar por Dios, a dejarnos amar por Dios. Justamente hoy yo quería hablar de eso, de los ojos que hacen bonita la realidad con esos ojos, los de la fe

Y terminar hablando de María que se dejó mirar por Dios con ojos de fe, que miró la realidad con ojos de fe, que nos mira con ojos de fe, a esa María que vamos a celebrar especialmente el próximo martes 8 en la solemnidad de la Inmaculada Concepción. En estros días recibí una carta de Clara que es catequista en Libertad, allá en el gran Bs. As. Clara tiene algunas ideas muy claras hablando de este camino hacia la Navidad dice “me parece que hay varias Navidades distintas, por lo menos dos, la Navidad consumista que consiste en seguir al pie de la letra toda propaganda que tiene este tiempo y comprarse todo lo que uno puede y pasarla con mucho brindis y mucha comida, esa Navidad viene acompañada por muchos arbolitos y pocos pesebre. Creo que la presencia de Jesús es poca por más que el origen de la Navidad viene de la celebración por el nacimiento de Jesús”. Y dice Clara “la otra Navidad es aquella de los que no pueden entregarse al consumismo porque perdieron el trabajo, porque andan empobrecidos, porque no alcanza la plata, porque son viejitos solos, porque son pibes de la calle o porque sufren muchas de las maldiciones de esta época

Violencia, intolerancia, adicción a la droga, al juego, el juego que desastre el juego en Argentina. En la semana esta que pasó hubo un informe tremendo ¿no?  Son los que quedaron fuera del consumismo, diría el cardenal Bergoglio los que están fuera del sistema. La queja no es que no puedan enloquecerse con el consumismo porque el consumo no es la perfección, la queja es que para llevar una vida digna hay que tener algo y tenemos cada vez menos. Pero también es cierto que el consumo no es la mejor Navidad por lo menos para nosotros. No hay que olvidarse que Jesús no encontró ni un lugar donde nacer como pasa con muchos pibes de ahora. La madre siente que llegó el día y entra a pedir a los vecinos que alguien la lleve al hospital o si no pasa un patrullero que la lleve, o el vecino pone el autito viejo y dan vuelta por un montón de lados porque hay hospitales donde no hay lugar, hay hospitales que tienen dos mujeres en una sola cama. Jesús se pareció a ellos y digan que los animales le hicieron un lugar. Si la Sagrada Familia estaba fuera de los beneficios, digamos ahí cerca había otros que estaban igual, que dormían en el campo, al sereno y el anuncio fue primero para ellos

Y creo que esa es la Navidad que nos toca. Entonces, ya que la pobreza está, no la miseria eh, mas vale que no nos falten Jesús y María porque puede haber pobreza con Jesús y María, pero sin Jesús y María hay miseria y de la miseria más terrible, no solamente de la material sino moral y espiritual. El tiempo no es rueda, es hilo tendido, no es que Jesús nazca de nuevo todos los años lo que pasa es que en Navidad nos manda todas las mismas gracias que recibieron todos los que rodearon su nacimiento. Desde hace 2.000 años más o menos la iglesia celebra la navidad y como es una fiesta de los grandes entonces también la prepara con 4 semanas anteriores que se llaman Adviento. Me gusta lo que dice Clara después dice uno toma la Biblia en el evangelio y ve las lecturas de los cuatro domingos anteriores a Navidad encuentra mensajes importantes y figuras que no estarán en el pesebre pero que son de primera y así habla por ejemplo, de Juan Bautista, de Isaías y de muchos otros. Juan Bautista es medio parecido a un ingeniero de vialidad que anda recomendando preparar los caminos que viene el Señor y a sanar desigualdades porque hay algunos que están en el pozo y otros que se han encaramado a las montañas del oro

Conviértanse, dice Juan, y cuando viene la gente a preguntarle que quiere decir eso el da consejos de justicia y solidaridad. El que tenga de comer que le de al que no tiene, el que tenga de vestir que le de al harapiento, no cobren impuestos de más, no prepoteen, no roben, no corrompan los tribunales ¿les suena?  El evangelio de San Lucas en el cap. 3 pueden leerse estas cosas, parece bastante claro que Juan Bautista ve las cosas que esta mujer Clara, que nos escribe, ha visto en su barrio. Otras de las lecturas para preparar Navidad que también está en el evangelio de Lucas es la de María que en vez de ponerse delicadita con su embarazo, calza alpargatas y sale a un viaje largo para llevar ayuda a su prima Santa Isabel, solidaridad, servicio. María estará en nuestros pesebres pero Isabel, el Bautista, Zacarías por ejemplo, no. Pero estos ausentes de los pesebres son importantes en la hora de prepararse para la Navidad porque gracias a ellos queda marcada la solidaridad que es necesaria para vivir este tiempo con talante cristiano, con talante de evangelio

Y muchas veces, dice Clara, nos quejamos (pensando en San Juan Bautista) de que la Navidad ya no tiene sentido de fe, que ya no se piensa tanto en el nacimiento de Jesús sino en la canasta de los turrones y la sidra. Pero esto de los brindis está muy bien porque la gente en los barrios va sobreviviendo a base de fiestas, de juntarse, de desenterrar la alegría, como sea, de jugar algún partido de foot ball, de hacer alguna kermés y juntar plata para la operación de fulana, los medicamentos de zutano, levantar la capilla, el dispensario. Lo que estaría feo, dice Clara porque empobrece la Navidad, es sentir que Navidad es buena si puedo comprar y es mala si no tengo plata, como dice mucha gente en estos días, que fiestas, que Navidad si no cobré, si no tengo plata como si fuera todo eso. Navidad es buena si puedo tener para festejar y si de paso me uno en torno a la fe, en torno al pesebre. Para festejar no hace falta mucho, hace falta primero que descubra que hay uno que nació, que le da sentido a mi vida, que es el Dios hecho hombre que viene a mí, que sale a mi encuentro.

Navidad es buena si conseguimos hacer actos solidarios como los de María sin olvidarme de Jesús que es el que inspira todo esto con su presencia. Pero, dice Clara, pienso que estamos tan distraídos que nos olvidamos de todo esto. Yo ahora lo veo a Juan Bautista en los que preparan el pesebre viviente, los del grupo juvenil, las señoras que han comenzado a realizar también las fiestas, los grupitos de los chicos de catequesis o de la IAM que han comenzado a visitar los geriátricos, a los hospitales, que se meten en los barrios, allí lo veo. A algunos la Navidad los toma de sopetón pero otros tratamos de ir pensándola de a poco para que aparezcan realmente las señales de esperanza. Ojalá se baje Juan Bautista acá, en esta esquina, se baje del colectivo medio dolorido por las sacudidas de la calle despareja, de los pozos. Quiero decir, dice Clara, si nosotros queremos puede haber alguien que anuncie la Navidad, depende de nosotros. Me gustó mucho esto que nos mandó Clara, gracias a vos por esto porque lo uní a muchos gestos que recuerdo haber vivido en mi vida, en las diferentes comunidades, parroquias, en hospitales cuando fui capellán, en hogares de ancianos

Donde había gente que me decía, mire padre, la Navidad es dar este paso, desinstalarme, salir de mí mismo, entonces vamos a la cárcel, vamos al hospital, vamos al geriátrico, hagamos una misión en este barrio, visitemos a estos enfermos, contengamos a esta gente que perdió un hijo en un accidente. Esto es la Navidad, también preparemos el pesebre viviente pero no con un guión dulzón, repetitivo, monótono, aburrido sino con un guión que sea la Navidad hoy, aquí, que les diga algo también a los que están alejados, a los que piensan que lo religioso es escapismo, alienación. Llevemos ese pesebre a cada barrio, a cada rincón, hagámoslo con altoparlantes, con bocinas para que lo escuchen todos. Llevemos también mensajes a las radios, a la televisión de cable de cada pueblo, de cada ciudad, hagamos carteles para cada vidriera con anuncios que sean profundos, donde se diga Navidad es Jesús y no hay navidad sin Jesús. Nos han vaciado de contenidos la fiesta y no hay fiesta porque no está Jesús, es puro alboroto, puro ruido. Después si hay un pollo al horno o no, si hay un asadito o no, si hay una tallarinada o no, unas empanaditas caseras o no eso es lo de menos

Porque en todo caso es bueno sentarse para comer, para compartir el brindis pero ¿si no estuvo lo otro? ¿Si lo otro no estuvo alimentando nuestro encuentro con ese Jesús a quien contemplo cara a cara en el sagrario, en la palabra? Y si no me siento en mi casa o en la parroquia a contemplar el pesebre que se empezará a armar esta semana o la otra y comenzar a mirarlo y contemplarlo y contemplar el pesebre en silencio. Cuanto me llega el contemplar los signos y que esos signos digan mucho a mi vida. En estos días recordaba una canción que le puso música el padre Julián Simi este sacerdote correntino que así como el padre Catena a trabajado y trabaja tanto con la música y la liturgia. La música para trasmitir los valores del evangelio y que le puso música a ese texto de Isaías, consuelen a mi pueblo, que después con otra música, lo canta la hna Glenda, “consolad a mi pueblo dice el Señor”. Pero el tema del padre Julián la música es tan bonito cuando dice “cristianos por favor, consuelen a mi pueblo” Pero habando de consolar, de acompañar, de tener, en estos días yo rescataba el testimonio de dos seres humanos, de dos músicos que nos dan ejemplo de atención, comprensión pero sobre todo de solidaridad

Quizás lo conozcan ya pero hablo de dos grandes tenores a nivel mundial, Plácido Domingo Madrileño, Castellano y José Carreras, Catalán. Ya saben ustedes, aunque nunca hayan visitado España, la rivalidad existente entre los catalanes en la zona de Barcelona con los madrileños y la zona castellana por el tema de las autonomías. Pues bien, hace ya muchos años allá por 1984 en plena efervescencia política de España, por cuestiones políticas, Carreras y Domingo se volvieron enemigos. Siempre muy solicitados en todas partes del mundo, ambos hacían constar en sus contratos que solo se presentarían en determinado espectáculo si el adversario no fuese invitado. Así fue durante tres años. Si iba Carreras no iba Domingo. En 1987 a Carreras le apareció un enemigo mucho más implacable que Plácido Domingo, lo sorprendió un diagnóstico terrible, leucemia. Su lucha contra el cáncer fue muy sufrida. Se sometió a varios tratamientos además de trasplante de médula ósea y el cambio de sangre que lo obligaba a viajar una vez por mes a los EE.UU.  En estas condiciones no podía trabajar y a pesar de ser dueño de una razonable fortuna los altos costos de los viajes y el tratamiento debilitaron sus finanzas

Cuando no tuvo más condiciones financieras y físicas para poder cantar y ganar dinero estaba quebrado, tomó conocimiento de la existencia de una fundación en Madrid cuya finalidad única era apoyar el tratamiento de leucémicos. Gracias al apoyo de la fundación llamada “Hermosa” Carreras venció a la enfermedad y volvió a cantar. Recibió nuevamente los altos cachet que merecía y trató de asociarse a la fundación. Al leer sus estatutos descubrió que el fundador, mayor colaborador y presidente de la fundación era nada menos que Plácido Domingo. Luego supo que este había creado la entidad en principio para atenderlo y que se había mantenido en el anonimato para que no se sintiera humillado por tener que aceptar auxilio de su, entre comillas, enemigo, adversario. De lo más conmovedor fue el rencuentro de los dos. Sorprendiendo a Plácido Domingo en una de sus presentaciones, en Madrid, en pleno escenario José Carreras interrumpió el evento y humildemente, arrodillándose a sus píes, le pidió disculpas y le agradeció públicamente. Plácido lo ayudó a levantarse y con un fuerte abrazo sellaron el inicio de una gran amistad

En una entrevista a Plácido Domingo una periodista le preguntaba porque había creado la fundación Hermosa en un momento en que además de beneficiar a un enemigo, entre comillas, había ayudado al único artista que podía hacerle competencia o sombra. La respuesta de Plácido fue corta y definitiva “porque no se puede perder una voz como esa” Todos comprendemos el talante cristiano, evangélico cristiano de Plácido Domingo. Todos lo hemos conocido cuando en la década del 80 el se puso a trabajar en Méjico sacudido por un terrible terremoto, entre los escombros, buscando a sus familiares que vivían en Méjico y como ayudó a levantar casas, departamentos para los damnificados. Sabemos de cómo es un hombre que vive su fe pero este testimonio en este tiempo de Adviento, nos ayuda a todos a buscar caminos de perdón, de reconciliación, de acercamiento, de solidaridad y de generosidad con aquellos con los cuales tenemos que dar el paso. ¿Te animás a dar el paso? ¿Qué fue lo que puso Plácido Domingo en esto?. Puso otra mirada, puso la mirada de Dios en esa circunstancia, la mirada de Dios en Jesús en ese hecho y como tal actuó movido por el Espíritu Santo y yo pregunto ¿Cómo está tu mirada? ¿Cómo está tu mirada interior?

Nosotros no podemos quedarnos atrapados por algo que aunque es injusto debe tener un equilibrio entre lo que es razón y corazón, recordando aquella frase “hay muchas razones que la razón no tiene y que tiene el corazón”  Hablando de eso hay alguien que dijo “pero también la mirada es importante” Los ojos, claro, aparecieron los ojos que dan color a la realidad y que son capaces de hacerla bonita. Es posible que muchos de ustedes piensen que ya esto suena bastante complicado, que todo esto no parece sino un lío indescifrable paro posiblemente no lo sea tanto. A lo mejor tenemos que convenir que razón, corazón y ojos no son sino pequeñas y diferentes corrientes que vierten sus aguas al único y último manantial de eso que llamamos conocer, amar, esperar o soñar. Es muy posible que eso sea así. Creo que a veces estamos enfermos de cierto raciocinio y le queremos buscar la quinta pata al gato en todo, queremos dividir un pelo en ocho, queremos entender todo, captar todo y en el otro extremo están los que todo es sentir, si lo siento es válido, si no lo siento no es válido, si me gusta es válido, sino me gusta no es válido

Tenemos esos dos extremos, el racionalista extremo que todo lo hace pasar por lo intelectivo y tenemos aquel otro que todo lo hace pasar por el sentimentalismo lacrimoso, el sentir o no sentir, si tengo ganas o no tengo ganas. Creo que un equilibrio necesario en todo esto es ese que nos lleva también a poner la mirada. En todo esto aparece muy claro que la mirada del ser humano y en esa mirada también incluimos, por supuesto, la razón, el corazón puede y de hecho dar el valor y el color de las cosas y de los acontecimientos. Si la mirada de uno, por ejemplo es mirada de luz y de esperanza verá por doquier campos de luz y razones para vivir en esa esperanza. Si la mirada de otro, a título de ejemplo, es mirada alimentada por la envidia, el odio y el pesimismo todo y a todos los pintará con capas de negrura, sin sentido, resentimientos, lágrimas ¿no?  Así ocurre también y sobre todo con la fe. Si la mirada de un ser humano lleva el crisol de la fe todo lo iluminará de sentido, luz y grandeza, los ojos de la fe son los que llegan más hondo cuando se trata de descubrir el último y definitivo valor y sentido de cada cosa, de cada persona

A la luz de los ojos de la fe se puede ver y descubrir la propia luz de la Pascua y de la gloria del misterio más humanamente incomprensible como es el misterio de la cruz o de la muerte o también el misterio de un Dios que se hace hombre, que se encarna y nace en un establo, ese Dios que se hace historia, que se injerta en la realidad, ese Dios que se abaja. Sin esa mirada de fe es muy difícil comprender lo que nos decía Clara en su carta o el testimonio de Plácido Domingo y José Carreras por ejemplo. O lo otro que Isaías nos reclama, consuelen a mi pueblo. Desde esa mirada, la mirada de la fe, los días que no son sino un poco de tiempo, son siempre ámbitos y espacios para labrar la gloria y la eternidad que es cielo sin fin. Desde esa mirada, la mirada de la fe los seres humanos se pueden contentar siempre como verdaderos íconos y rostros de Jesús, auténticos templos del Espíritu Santo, en cada vida humana se puede adivinar la huella de Dios. Desde esa mirada, la mirada de la fe, la misma cruz deja aparecer y revelar sus venas santificadoras y co-redentoras, la cruz humana, la de cada uno se ve iluminada con la cruz del mismo Señor

Con la cruz que se hizo un día canal y chorro de redención y gracia para el mundo. Desde esa mirada, toda realidad y circunstancia en la que uno se puede ver implicado puede hacerse bonita, en todo se puede descubrir un sentido y alcanzar a ver la misma mano o providencia de Dios, si la mirada de una persona, niño o joven, hombre o mujer lleva el sello o el crisol de la fe esa persona a encontrado el verdadero tesoro y la mejor de las perlas. La mirada de la fe puede hacer nuevo absolutamente todo, el trabajo y la convivencia de cada día, los aciertos y también los problemas, los anhelos y todos los esfuerzos de nuestra existencia. Por eso, en este tiempo que estamos caminando juntos, tiempo de Adviento, tiempo de espera, tiempo de anhelos, tiempo de reconciliación, de conversión, de austeridad, tiempo de vigilar ¿Cuál es tu mirada? ¿Cómo está tu mirada al final de este año civil de este enloquecedor año civil? Entre exámenes, despedidas, calor, lluvia, humedad, preparación de fiesta, ¿Cómo está tu mirada de bautizado, de bautizada, de discípulo, de hijo/a? ¿Cómo está tu mirada? ¿Cómo te estás dejando mirar por el Padre Dios en Jesús en este tiempo de Adviento?

¿Cómo estás empezando a hacer nuevas todas las cosas? Porque te dejas amar por Jesús y por el Padre. ¿Cómo te estás dejando mirar? ¿Cómo María, que se deja mirar y amar por el Padre? Me parece importante que nos preguntemos esto en este tiempo. En estos días en que estamos por celebra la Inmaculada Concepción digo, ¿Cómo es la mirada del Padre Dios sobre María? Porque mucha gente todavía cree que el 8 de Diciembre es la fiesta en que se celebra el nacimiento de la Virgen y en realidad no, es el día en que celebramos la Concepción de María en el seno de su mamá, Sta Ana, sin mácula, sin mancha, eso es lo que celebramos este 8 de Diciembre. Pero ¿Cómo la presentamos esta fiesta? Por ejemplo vamos a imaginar que estén escuchando en este momento la radio hermanos cristianos no católicos y que le contestamos a ellos y a mucha otra gente que siendo aún católicos digamos de tradición, no saben muy bien que celebramos.¿Cual es la mirada del Padre Dios sobre María? El dogma de fe proclamado por Pio IX en 1854 la Inmaculada Concepción de María, consistió en la preservación de María desde el primer instante de su existencia, de toda mancha de pecado original por gracia singular y privilegio de Dios

Y en atención a los méritos anticipados de Cristo Jesús, salvador. O sea, para hacerla más fácil, María es una criatura como nosotros pero que fue preservada de la mancha del pecado original que vos y yo tenemos, en orden a los méritos de la redención de Cristo Jesús que vendría después en la historia pero en ella se dio antes. ¿Y que se entiende por pecado original? Se entiende aquella situación en que todos nacemos privados de la gracia de Dios, incapaces de amar y de relacionarnos adecuadamente con el Padre Dios, con los hermanos, con nosotros mismos y con la creación toda, es la herencia que recibimos de nuestra solidaridad original con los primeros padres. ¿Y porque María no contrajo el pecado original al ser concebida por sus padres? Bueno, se debe a que ella fue escogida desde toda la eternidad, es lo que se llama predestinada, elegida por el Padre Dios para ser la madre del hijo Dios Redentor, Jesucristo. Si hubiera nacido como nosotros María habría contraído la solidaridad con el Adán pecador. No fue así porque la gracia proveniente de Cristo Redentor triunfó primero y abundantemente sobre su persona

No convenía de ningún modo que la futura madre del Salvador estuviera sujeta al dominio del mal. Incluso el Concilio Vaticano II hablando de esto da dos grandes razones, La primera, ninguna impureza, ninguna imperfección moral, ningún pecado debería retener el sí total de María a la voluntad salvífica de Dios Padre. Por consiguiente su Inmaculada Concepción fue la base y la preparación del fiat, del sí de la Anunciación. La segunda, en María su imagen ideal y prototipo, la iglesia, todos nosotros debería aparecer siempre como la esposa sin mancha ni arruga de Cristo Redentor. Claro pero San Pablo en Romanos 5-2  dice “todos pecaron en Adán” ¿y esto no se contrapone con la imagen de la Inmaculada Concepción de María? Bueno, Pablo habla efectivamente de solidaridad universal con Adán y lo hace para realzar nuestra solidaridad universal con Jesucristo, el nuevo Adán. Pecadores en Adán justificados por la muerte redentora de Jesucristo. En principio todos pecaron en Adán una razón de derecho no de facto, admite excepciones       si la solidaridad con Cristo fue en el plan de Dios anterior a la solidaridad con Adán.

Es el caso de María Inmaculada, la nueva Eva y madre del Redentor. O sea, en síntesis, en María se dio así como en vos o en mí hablamos de redención, Jesucristo que por su pasión, muerte y resurrección, por su sangre derramada en la cruz nos ha redimido, ha cortado ese lazo que nos tenía atados. A liberado nos a reconciliado con el Padre, en María se habla de una redención anticipada, preservadora, que no liberó a María de un mal ya existente sino que le impidió contraerlo. Es por eso mismo una redención más perfecta en que se destaca toda la riqueza de los méritos del Salvador. Por eso El hace de su madre la primera redimida, la gran liberada, primicias de su iglesia rescatada, el más bello fruto de su redención. Y esto es el dogma de la Inmaculada Concepción, los dogmas van evolucionando en la historia hasta que la iglesia lo declara como dogma, no es un capricho de algunos Papas, obispos o cardenales en algún concilio sino que gracias a los estudios profundos e iluminados que hizo el teólogo franciscano Scoto se llega a descubrir que no había contradicción entre esto que decía San Pablo y declarar el dogma de la Inmaculada Concepción de María

Así que la doctrina de la Inmaculada Concepción también tiene su base en la Biblia, por ejemplo, Lucas 1-28 sobre la llena de gracia, también Génesis 3-15 pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo, ella te aplastará la cabeza y tu le acecharás el talón. Entonces María, nos dice el Concilio Vaticano II, está plenamente configurada en Cristo vencedor del pecado y de la muerte. También la Inmaculada Concepción de María es un punto de llegada de toda la preparación de Israel para Cristo. En María Inmaculada Israel se convierte en la esposa fiel, de corazón nuevo, toda bella y sumamente amada de Yahvé Dios como dice el Cantar de los Cantares 4-7 Oseas 2. En ella, como ya dijimos, comienza a existir la iglesia como nueva creación. ¿Y cual es este aspecto positivo y personalista de la Inmaculada Concepción de María? Y bueno, más que una excepción del pecado original, la plenitud de la gracia inicial en el alma de María, su consagración original al Espíritu Santo. María viene al mundo toda de Dios y aunque descienda de pecadores toda pura y toda bella, dispuesta para actuar como instrumento materno en la encarnación del hijo de Dios.

Y todo esto que estoy diciendo, para vos y para mi, en lo concreto ¿Qué significa?  Y bueno, un signo inequívoco del amor incondicional, misericordioso, gratuito, redentor de Dios y un estímulo vigoroso  para que vivamos en plenitud la gracia de nuestro bautismo luchando contra el pecado y por la liberación de nuestros hermanos en Cristo Jesús. En la Inmaculada, totalmente libre delante de Dios, comprendemos el proyecto de Dios Padre o el final único e irrepetible para cada ser humano que El creó y redimió por la sangre de Cristo Jesús. Y esto es lo que vamos a celebrar el día 8. Además después, las apariciones de la Virgen en Lourdes en 1858 “Yo soy la Inmaculada Concepción” confirmaron todo esto como poco antes había ocurrido también, con la Medalla Milagrosa cuando se apareció a Sta Catalina Laubure. María nos dice en Lourdes “fui concebida Inmaculada pero yo soy la Inmaculada Concepción. Con estas palabras Ella determinó no solo el hecho de su concepción inmaculada sino también el modo de cómo ese privilegio le pertenece. No se trata de algo accidental sino que es parte de su naturaleza

Ella es, pues, la Inmaculada Concepción. Que lindo porque también nos ayuda esta catequesis a meditar en torno a esta fiesta que se acerca. Justamente la oración final de hoy pidiendo por todos los enfermos, por los que van a ser operados, los matrimonios que están en problemas y dificultades, también por los que están sin trabajo, por muchos que están rindiendo exámenes. Nuestra oración va a ser muy unida hoy a la Inmaculada Concepción de María, a ella, a nuestra Madre

 

Oración final

Señor, a veces me pregunto si me llamas a vivir tu alegría y tu amor. A todos los que han dicho estas cosas hermosas, anhelos que Dios pone en el corazón por el Espíritu Santo, a todos los que van agregando estas gotitas para que este océano no sea el mismo océano aunque sea una gotita. Por eso hoy, en esta casi víspera de La Inmaculada mamá, nos invitas a todos y nos llamas a vivir este Adviento en alegría y amor. Cantaremos tu hermosura divina, gracias, gracias sonrisa de Dios, gracias por dejarte mirar por Dios, gracias porque puedo cantar en vos María la elegancia del Padre, la gratuidad del Padre, el derroche del Padre, el derramarse del Dios Padre Creador en vos. Sorprendente y triunfal libertad para elegirte al consagrarte, al fecundarte. Gritaré tu noticia María a los hombres que no es más que la buena noticia de tu Hijo. Virgen María, estallido vibrante de luz en tantas oscuridades que tenemos dentro del corazón, dentro de la mente, en la sociedad, en los ambientes. Con ese estallido radiante de luz seducís a los cielos y a la tierra Virgen Madre, Inmaculada doncella, primavera de Dios.

Mi gozo se hace canto por vos, con mi magnificat que no es el tuyo pero quiere serlo quiero también yo cantarle a Dios las maravillas que hace en mi vida y en la de cada uno. María, el hijo que creó la mujer más bonita, eligió la virgen más fecunda por divina, le dijo, “Yo quiero para ella la canción más sonora” y Señor, quiero complacerte, quiero darte la canción de mi vida, quiero cantarte con mi vida, quiero cantarte con mi pensar con mi hablar, con mi actuar, quiero cantarte con mi oración y con mi trabajo, con mi estudio, con mi apostolado, quiero cantarte con mi limitación, con mi fragilidad, con mi impotencia, con mi enfermedad, con mi falta de trabajo. Quiero cantarte con mis deseos y anhelos de que esta Navidad sea una Navidad más plena en mí y en mi familia a pesar de tantas tensiones, presiones. Quiero cantarte y quiero que esa canción sea mi regalo para vos y de esa manera yo también sentirme inundado de ese torrente de vida, de fuerza y de amor, Para que llegue a cada uno de los que están escuchando, para que se haga palabra de vida. Amen

 

                                                                         Padre Rubén Francisco Bellante