12/10/2020 – Esta semana Doña Jovita nos trajo un emotivo homenaje para todas las mamás, adelantándose a la celebración del próximo domingo.
“En este mes de las madres, de las misiones, entreguémonos sin desconfianza, porque todo nuestro ser no está ‘loteado’, está abrazado a la urdimbre del río, del monte, del aire. Todo se va a surtir, porque no somos un quiosco al que se le terminan los productos. El amor viene como viene el viento, que aparece y ahí nos puede abrazar, nunca termina“, nos dijo la querida abuela serrana.
Además de traernos una hermosa serenata, Jovita interpretó un conmovedor recitado de su comadre Marta “la Iguana” Ferrer, titulado “La madre pródiga“. Compartimos un extracto:
“En Río Cuarto vivía
una mujer muy donosa
Tan gauchita y hacendosa…!
Dispuesta, graciosa, honrada,
guapa, capaz, preparada…
Flor de madre, flor de esposa.
Cuidaba de hijos y nietos…
les pegaba los botones,
cosía los pantalones,
y con una gran baquía,
a las medias les zurcía
los dedos y los talones.
Pero al morir su marido
sufrió una tremendidá
y pa’ mas contrariedá
a poco de irse el finao
(sobre llovido mojao)
dentró en la tercera edá.
Y ahí se enturbió el asunto
“Hay que ubicar a la mama”
La primera nuera exclama:
“No saben cómo lo siento
pero en mi departamento
no hay lugar para otro cama”.
-¿Acaso vos Indalecio,
la podrías alojar?”
-Justo acabo de comprar
un campito allá en la sierra,
y entre siembra , doma y yerra…
…de ande la voy cuidar?”.
-¿Y vos che Pirucha, podés?
Mis chicos tan ocupados
están sensibilizados;
son de nervios delicados,
y se pueden deprimir
si tienen que convivir
con la agüela en este estado”
Cada uno le iba esquivando
al bulto como podía:
claro, todos la querían
pero quizás…un asilo…
algún refugio tranquilo…
algún güen hogar de día.
La vieja vio que estorbaba
pensando: “se han olvidao
del tiempo en que los he criao.
Parece que ningún hijo
podrá brindarme cobijo.
Todos andan atareaos”
Ansí agarró una valija…
Puso el rosario, el misal,
el carné de la mutual,
acomodó unos batones,
dos mudas, dos camisones,
y se jue a la terminal.”
Podés escuchar el recitado completo de doña Jovita en el audio al inicio de esta nota
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